Eres mi luz entre las tinieblas
Aquel ángel y demonio ya se encontraban prácticamente mezclados en el mundo humano. Habían rentado un departamento, Sydonai fue quien consiguió el dinero, pero no le dijo a Nuriel el cómo lo consiguió.
Por las noches, Sydonai exploraba los alrededores de este mundo.
Entraba a las casas y destrozaba a familias enteras. Tomaba su forma mas común en el infierno, se trataba de un lobo negro, con cuernos y en la parte trasera no tenía patas, si no unas pezuñas. Además de una cola de león. Con unos grandes y afilados incisivos arrancaba y destrozaba las extremidades de sus víctimas.
En un abrir y cerrar de ojos masacraba a familias enteras. Así conseguía el dinero, después de asesinar a las familias, tomaba el dinero que se hallaba guardado.
Nuriel, descansaba y Sydonai asesinaba como loco, lejos de donde se encontraban, saciando su sed de sangre.
En una de sus visitas se encontró a un sujeto despierto, no tardo y le corto el cuello, pero este seguía vivo, se levanto de su cama y comenzó a hablar. – Tú padre esta ansioso de verte de nuevo Sydonai...- Dijo para luego deformar el rostro del tipo, con una sonrisa de dientes afilados que rasgaban la piel de su boca. Sydonai volvió a su forma parecida a un humano y le contestó – Los humanos como los demonios como tú, solo son peones en el ajedrez de mi padre...- cargaba su arma y le apunto directo a la cabeza, pero el sujeto volvió a hablar – Así como tu también, eres una pieza más en este ajedrez...- el disparo resonó en esa habitación, y partió de vuelta al departamento.
Sin embargo, al llegar ahí, Nuriel no estaba, aun era de noche. ¿A dónde pudo a ver ido? – ¿El maldito huyó? No, el no lo haría... Seguro salió a buscarme- comenzó a recorrer las calles en busca de su rubia cabellera, esperando que ningún otro demonio le hubiera capturado.
Buscaba como un loco, era su única llave a la salida.
Reconoció un aroma similar. Venía de un hotel. -¿Azazel? ¡¿Qué hace ese maldito aquí?!- entro sin pensar mucho. Recorrido cada piso, había una habitación que olía a ese sujeto, a azufre y a sexo. – Para eso es que vienes? ¿Para coger con humanas? - Abrió la puerta y se dirigió a la habitación, pero lo que encontró solo hizo que su odio creciera.
Se encontraba en efecto, Azazel, pero debajo de él estaba Nuriel.
Este se encontraba bocabajo, semidesnudo, tenía una ropa interior por los talones, con un collar con cadena en su cuello. Azazel lo penetraba sin parar, Nuriel, parecía disfrutarlo. – ¡¿Pero qué mierda haces!?- Sydonai estaba... molesto, Azazel le sonrió y contestó – ¿Creías que podrías guardar esta joya solo para ti? Tiene un buen cuerpo- fue interrumpido por una patada de Sydonai, alejándolo de Nuriel – Esa maldita cadena no te deja pensar claramente...- Le retiro la cadena a Nuriel y este lo miró con lagrimas en los ojos. -Ese maldito... - decía entre dientes el ángel. -No te preocupes, esto me lo cobró yo- Sydonai tomó a Azazel, desplegó sus alas negras y lo llevó hasta los cielos. Lo llevó a un bosque y lo estrelló con fuerza contra los árboles, haciendo que Azazel arrasará con varios de estos.
Al instante los disparos de parte de Sydonai llegaron, Azazel los esquivaba y desviaba con su espada. La sangre negra y espesa, brotaba de sus heridas que con el tiempo se regeneraban de nuevo.
Nuriel quiso intervenir en la batalla, se movía con una dificultad pues lo había lastimado al tomarlo. Fue alejado por Sydonai, quien le dio una patada – Esto es personal, ¡¿no lo entiendes?!- dijo enfadado, sus ojos rebozaban de ira... pero... por qué?
Las balas apenas le rozaban a Azazel. Igual la espada de el mismo apenas lograba tocar al demonio.
Sin embargo. Los demonios no juegan limpio.
Azazel fue a por Nuriel, este lo esquivo. No tenia arma alguna, sus puños no serían rival para aquel filo.
Se encontraba débil, aun así, él había estado en peores situaciones. La sonrisa de oreja a oreja casi inhumana y llena de colmillos que le lastimaban la piel de Azazel, provocaba un frio en la columna de Nuriel, el ángel se echó para atrás y ese demonio aprovecho para atacar.
Sydonai corrió a socorrerlo y fue atravesado por Azazel.
Azazel aparto la vista de Nuriel y este aprovecho para huir.
- Tu ángel al parecer es un cobarde... pero estamos alejados de cualquier humano... no podrá ocultarse por mucho y no encontrará quien le ayude, te matare para luego ir por él. - Ahí estaba Sydonai de nuevo, en el suelo a punto de morir.
La sangre negra escurría de aquella herida abierta. El demonio cayo al suelo y fue apuñalado repetidamente hasta que la tierra comenzó a tragárselo. - ¿Sydonai...? ¿Estás bien? - Nuriel había apuñalado a Azazel.
- No creí que lo harías. Eres mas valiente de lo que creía. – dijo el demonio con una sonrisa, el ángel se la devolvió, hasta que Sydonai comenzó a escupir sangre. – Te ayudaré a que tus heridas sanen...-
El capitulo cinco esta en proceso...
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Entre Dos Mundos
ParanormalDos polos opuestos, un ángel cegado por la piedad, un demonio fiel perro a su amo, sin voz ni voto. Al encontrarse en medio del campo de batalla cambiaran por completo la vida que solían llevar, y también su manera de pensar.