shells

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Hey, antes que nada, hay un par de menciones de personajes de FFXV, por razones personales (headcanons tbh), así que si no lo haz jugado y no lo comprendes del todo, no te preocupes, no afecta mucho a la historia.

Disfruten!


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Era enorme, la caracola más grande que había visto en toda su vida. Desde que llegó a Destiny Islands se la había pasado recolectando conchas y pedazos de corales que las olas arrastraban hasta la orilla, desde que acomodaban sus cosas en la arena por la mañana hasta que recogían las sombrillas para irse al final de la puesta de sol.

Los ojos de Xion prácticamente brillaban, y Roxas no estaba seguro de si era por los fuertes rayos de sol que pasaban entre los agujeritos de su sombrero de paja destartalado, o si a este punto habían desarrollado luz propia.

—¿Crees que a Nami le guste? —preguntó, como niña pequeña.

Roxas se acomodó su propio sombrero, observando la enorme caracola entre sus manos mojadas y llenas de arena blanquecina. Era redonda, de un tono café claro que terminaba en espiral, ella la giró para que pudiera verla mejor, se sorprendió de verla en tan buen estado.

—Le va a encantar —sonrió.

Con mucho cuidado Xion la metió en su bolsa, con el resto de conchas, corales y piedras de todos los colores. Mientras hacía eso Roxas pensó en lo natural que su amiga se veía así, llena de arena, vestida con shorts cortos, un top negro y un chaleco azul cielo que no estaba realmente diseñado para guardar calor, mojado con agua salada.

Ambos miraron al horizonte, sintiendo el agua fría del océano en sus pies y la arena entre sus dedos. La brisa amenazaba con arrancarles sus sombreros, las nubes esponjosas se movían perezosamente por el cielo y el oleaje era tan bajo que fácilmente podía confundirse al mar frente a ellos con una piscina de hotel. Las vacaciones de verano estaban terminando, pero ninguno estaba desanimado por ello.

Al contrario, por primera vez en sus vidas tenían ganas de dejar el hermoso paraíso que visitaban cada verano y regresar a las calles sin gracia de Twilight Town.

—Deberíamos regresar —dijo por fin Roxas, dándose la vuelta.

—Le prometí a Naminé llevarle tantas conchas como pudiera —protestó Xion.

—Xi, podría jurar que en esa bolsa llevas más conchas de las que caben en su habitación.

—Pero...

—Además si seguimos bajo el sol más tiempo alguno de los dos va a terminar deshidratado, o con un bronceado tan doloroso como el de Axel el año pasado.

Xion hizo un puchero, quería seguir buscando caracolas y conchas lindas para Naminé, pero solo de recordar lo que le pasó a Axel el año pasado se le quitaban las ganas. Sus tripas comenzaron a gruñir para colmo, así que se quedó sin posibles argumentos para evitar regresar.

Bufó, arrastrando los pies entre la arena.

—No son suficientes —dijo.

—Para Naminé será más que suficiente saber que no dejabas de hablar de ella en todo el viaje.

Aquello fue suficiente para hacerla callar. Sus mejillas se pintaron de un color rojo que no tenía nada que ver con la irritación de su piel por el sol, y evitó su mirada hasta que llegaron donde Axel los esperaba, todavía con restos del bloqueador en los brazos y la espalda que Roxas le puso hace unas horas. Además llevaba una sombrilla, que a juzgar por el diseño -con orejas de gato coloreada de rojo y rosa- la robó del bolso de Kairi.

shellsWhere stories live. Discover now