El reino Jaunâtre es gobernado por un joven tirano.
"Duque Taeil, si el dinero es insuficiente, explota a esos ignorantes que gastan el espacio en mi reino. Todo aquel que vaya contra mi palabra, yo mismo purgaré para ponerles un fin."
Nadie le pued...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abandonado por mi familia cuando era pequeño, criado en un orfanato, con vistas al mar, recibí el apoyo de las monjas y tuve un nombre, Jisung. Entonces conocí a un chico rubio que nos ayudaba seguido, pronto supe que se llamaba Chenle y éramos similares de edad. Él fue muy amable conmigo, siempre tenía una cara sonriente , incluso si vivíamos en pobreza, todos estábamos felices. Crecimos a ser adultos y nos enamoramos, unimos nuestras vidas, y nunca dejamos de ayudar a los huérfanos.
No pasó mucho tiempo después de que Chenle tuviera una enfermedad, el día en que ascendiera al cielo se acercaba, junto a su cama, le dije esto:
—Me has ayudado mucho, y te he amado mucho, quiero reponerte. No importa lo absurdo que sea, ¿qué deseas?—
Chenle me sonrió y respondió:
—He estado esperando durante tanto tiempo. Esperando una respuesta a mi carta. Esa carta la envié hace años. Tengo muchas ganas de saber si llegó o no. Si mi deseo realmente se hace realidad. Si mis pecados realmente han sido perdonados, quiero la respuesta a mi carta. Y lo seguiré esperando. Si mi deseo no se hizo realidad, solo olvídalo.—
Rió el rubio ante lo último que dijo.
La carta que envió, ¿para quién se supone que es? Decidí partir. Busqué por todas partes y encontré a un pintor de cabellos blancos que sabía de su pasado. El chico quien primero pensé que era anciano por su blanca cabellera me dijo la verdad:
—Una vez mató a muchas personas. Muchas personas se volvieron infelices. Muchas personas estaban derramando lágrimas . Chenle le envió una carta a alguien, que ya no está en este mundo. Por lo qué la respuesta nunca llegará. Aún así, él seguirá esperando una respuesta. Incluso si su cuerpo casi se pudre, ciertamente, él sigue esperando por una respuesta.—
Finalmente, ha llegado el momento. Su vida está por llegar a su fin. Pasé a su mano un trozo de pergamino. La escribí ayer, una respuesta falsa a la carta. Lo miró con una mirada, y al final dijo:
—Muchas gracias, Jisung.—
El triste deseo desapareció gradualmente. Su rostro sonreía como siempre . Solo supe lo que Chenle había hecho, cuando todo ya había terminado, pero eso no me impedía seguir amándolo.
