¡Hyung Malo! (SuJin/YoonJin).

¡ Hyung Malo !

— YoonGi... — un jadeo escapó de sus carnosos y rojos labios.

SeokJin se hallaba masturbando en el baño de los famosos Grammy's, sentado en el inodoro con la cabeza recargada en la pared, sudado, despeinado, algo desaliñado y mucha pero mucha excitación.

Desde que había salido del hotel para transportarse a los premios, su pequeño pero para nada inocente YoonGi, se le había estado insinuando, él sabía lo mucho que lo prendía, lo débil que era para su tacto o sus palabras, lo rápido en excitarse a su causa, pero pareciera que a este no le importaba en lo más mínimo.

Lo peor de todo, es que antes de bajar, su YoonGi-ssi le había prohibido tocarse, lo cuál le fue imposible, ya que no soportaba su erección, tampoco podía ocultarlo, así qué tuvo que encerrarse en el primer baño que encontró.

Trataba de ser rápido, porque si lo encontraba Min, estaba perdido y estaba seguro de que mañana no podría levantarse de la cama... Aunque lo intentará.

Aumentó el movimiento de su mano mientras mordía de sus labios, sus mechones se pegaban a su frente bajo el sudor de su propio cuerpo, se imaginaba a su novio arrodillado y chupando de la longitud, aquellos labios delgados al rededor de la punta y su lengua explorando.

— Joder... — gimió a nada de correrse, en su mundo, sin percatarse de una presencia que había cerrado la puerta principal del baño con pasador, desabotonado su saco costoso, pasando su mano por sus hebras oscuras y sonriendo divertido ante los sonidos que escapaban del compartimento.

Fue escuchando los jadeos de su novio Seokjin, mordiéndose el inferior al disfrutar de la melodía angelical, resistiendo las inmensas ganas de entrar y terminar lo que su chico había iniciado sin su permiso, pero prefería llegar a la comodidad de su hotel y torturarlo a su manera.

Mientras tanto, se recargó en la pared, cruzando sus brazos y remojando sus labios, esperando pacientemente a que su chico encontrará su anhelado orgasmo.

Un grito de satisfacción se escuchó por las cuatro paredes relucientes, una respiración acelerada e inmediatamente el apuró de salir de ahí.

Seokjin rápidamente agarró papel higiénico, limpió su semen caliente, tratando de no manchar su traje y se levantó del retrete, acomodándose la camisa de algodón, sus pantalones y abandonar el sitio sudado. Necesitaba regresar con los chicos antes de la presentación de los premios.

Caminó hacía el lavamanos, limpiando sus manos, remojando su rostro y recargándose en el mármol brevemente para cerrar los ojos, tratando de controlar su agitada respiración, fue levantando la vista hacía el espejo lentamente.

Y entonces...

Lo vio.

Ahí, recargado en la pared, totalmente tranquilo, observándolo, recorriéndolo, calentándolo otra vez.