✦ ❥ ¿Y qué si tengo celos? [ Zelink ]

✧ :･ﾟ➽ Tan deprimente.

—El matrimonio continuará igual—. Sentí mi cara palidecer.

—¿Qué?—.Mi voz apenas audible se quebró, sentía como si la herida se volviera a abrir —Pero él...

—Entiéndelo, no lo amo, hago esto por Hyrule...—.Susurró —.Además... no creí que te importara tanto...

—¿Cómo llegarías a creer eso? Claro que me importa...—.Se me hizo un nudo en la garganta. Un silencio se adueño del espacio.

Sentía mi corazón ser apuñalado múltiples veces, sentía qué me quemaba, pero estaba intacto.

Mi piel se tensó.

—Entonces... —.Las impredecibles gotas saladas se hicieron presentes en mi rostro—. Entonces... ¿Porqué?¿Porqué lo perdonas así?¿Qué quieres lograr con todo esto?¿Matarme?

Frágil emocionalmente es como se me podía definir, parecía que en ese momento estaba soltando todo el dolor acumulado por años. Una figura callada, eso era, guardar mis sentimientos solo por creer y saber que nadie los entendería.

—¿Por qué habría de matarte?

—Zelda... ¿No te diste cuenta acaso?—. Mascullé—. Se que, qué puede ser la cosa más inapropiada... —. Sin importar nada me paré y la miré tan profundamente—. Me enamoré de ti... me callé por que sabía que lo preferías a él demasiado. A pesar de solo verlo, me sentí fuera—.Hice una corta pausa—.Toda mi relación contigo hasta el momento, se fue al demonio por su culpa y solo me aparté.

Retrocedía unos pasos hasta dar con la pared. Su rostro estaba cubierto de lágrimas como el mío.

—Ma- Majestad, lo lamento... —Negó y corrí hasta mi casa con solo el pantalón y la venda en mi clavícula, sentí un peso menos encima.

...

Princesa Zelda:

Lamento mi último comportamiento frente usted, no merezco que me perdone por tal falta de respeto hacia alguien de la familia real.

Por medio de está carta quiero expresar un par de temas.

Empezando por pedirle perdón por todos los problemas que anteriormente causé y por el imprevisto con su futuro esposo y rey de Hyrule, no pondré nada en su contra y testificaré todo como un accidente.

Segundo, renunciaré como su escolta personal, ya a sido suficiente de mi cómo para mantenerme en tal rango.

El capitán ofreció qué me volviera comandante en este caso, de uno de las patrullas de Hyrule. Mencionó qué una de las mayores necesidades era mantener seguridad, limpiando la zona y después, añadiendo patrullas y centros de entrenamiento por todo Hyrule.

Cómo usted igualmente sabe, soy una persona a la qué no le gusta quedarse en un mismo lugar, entonces acepté.

El único inconveniente es qué saldré de Hyrule. Unos meses o tal vez años, me hubiera gustado asistir a su boda pero no será posible.

¿Sabe algo? No engaño a nadie, no querría ir a su boda, con todo respeto.

Gracias. Atentamente:
Sir. Link, subcapitán de la guardia real.

...

El cielo estaba tan despejado.

Sentir la brisa en mi cuerpo era reconfortante, acaricié mi caballo y me senté a tomar un descanso.

Todos los hombres de mi patrulla se sentaron a descansar igual.

Pensar qué estaba de regreso en Hyrule... habían pasado trece meses desde qué había partido.

Pensé en lo abrumado que estaba al irme, seguramente ella ya se había casado.

En ese momento, medité de todo lo qué se olvidó esos largos meses.

Miré mi espada por septuagésima vez en el día y recordé lo qué intenté olvidar.

No me preocupé, después de esto, tendría qué reportarme con la reina. Fuí nombrado capitán de toda la guardia cuando el anterior sufrió una enfermedad.

Era aún muy joven, diecinueve años. El capitán de la guardia tenia solo diecinueve.

Me llamó la atención como todos comenzaron a moverse y esa fue mi señal para subir a mi caballo.

Coloqué la espada en mi espalda y acomodé el gorro.

Pensar qué el regalo de mi madre sería ahora como un nuevo uniforme.

Decían que me quedaba bien para lo qué hacía.

Sin percatarme de lo rápido que pasaron las siguientes horas.

Llegamos al castillo un poco antes del anochecer.

...

—La reina quiere verlo—.Avisó uno de los guardias.

Los pasillos se veían casi igual, algo no estaba bien.

Sentía la pesadez apoderarse de mi cansado cuerpo una vez que estuve frente la amplía puerta a lo qué sería la cámara de la reina.

Toque un par de veces la puerta.

—.¿Majestad?

—Adelante—.Escuché del otro lado.

...

Apenas entré, su mirada se cruzó con la mía y lentamente nos revisamos mutuamente.

Llevaba en cabello recogido en una trenza y un vestido blanco largo con una cadena en los hombros con la grande corona dorada adornando su cabeza.

—Mi reina—.Me arrodillé frente a ella.

—Link...

Miles de preguntas llenaron mi cabeza pero solo una la dije.

—Majestad, si no le molesta, ¿dónde está su esposo?—.Pregunté rápido

El silencio nos incomodó a ambos.

—Shad... más bien—. Calló un momento.

—Lo lamento, no debí hacerlo—.Me puse de pie —.Majestad, yo venía a...

Camino rápidamente hacia mi hasta quedar de frente.

Se paró de puntas hasta alcanzar mis hombros y rodeó mi cuello. Acomodó su cabeza en mi hombro hasta sentir su respiración en mi nuca.

Sin saber como reaccionar, coloqué lentamente mis brazos en su cintura y la abracé contra mi.

—Él y yo...—. susurró a mi oído —Shad y yo nunca nos casamos...

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Cómo siempre, para qué su imaginación no les falle les dejo una imagen.

Perdón por las faltas de ortografía y tardarme en actualizar.

Gracias por su apoyo y adiós.