Al Compás Del Amor

NUEVA AMIGA

—No puedo creer lo que hiciste...

La rubia chica a mi lado me miraba asombrada.

—Es un cretino, detesto a las personas así

El elevador se detuvo en el piso 8, aquí bajaba.

—Algún día espero escuchar esa historia

Avancé y cuando toque la alfombra gris me di media vuelta con los ojos fijos en los suyos.

—Claro, pero no hoy, hasta luego An y gracias por ser tan amable conmigo

Caminé hacia la derecha, todo recto hasta el fondo como me había dicho mi nueva amiga minutos antes, reconocí la puerta de la persona a la que buscaba, era grande, de vidrio y tenía escrito: Gerente General.

Solté el aire que hasta este momento no me había dado cuenta que retenían mis pulmones, toqué la puerta con suavidad y un hombre de unos 25 años más o menos me hizo pasar, se sentó en la enorme silla de su inmenso escritorio, yo tomé lugar enfrente de él en una silla menos cómoda, pero funcional.

—Marinette, que bueno que vinieras, déjame felicitarte por haber ganado, vimos gran talento en ti y es por eso que —metió la mano a uno de los cajones de su escritorio y sacó un montón de papeles engrapados —Queremos ofrecerte un contrato en nuestra compañía, puedes leer las cláusulas y decirme si tienes alguna duda

Sujeté los papeles que me había pasado y comencé a leer con detenimiento, cláusula por cláusula, sección por sección hasta que terminé.

—Todo en orden

—Maravilloso, pero antes de firmar, quisiera saber ¿de donde salió esa hermosa melodía? —cruzó sus manos y apoyó la cabeza en ellas mostrando gran interés

Pasé saliva y me puse un poco caliente y roja.

—Vino de un chico... —sonreí —Del chico que me enseñó todo lo que sé, la inspiración vino de mi novio

—¿Novio? —su expresión perfecta pareció tirubear —Por mera curiosidad ¿es el chico de cabello aguamarina?

Asentí un poco alterada por su tono al hacer la pregunta.

—Marinette, debo decirte algo, Luka Couffaine es una imagen pública de otra disquera, de nuestra competencia directa, sería una mala imagen de nuestra nueva estrella el que salgas con ese chico que es tu competencia de mercado, un rival

—Lo siento señor, si mi relación con Luka no me permite trabajar aquí, deberé rechazar esta oferta —me levanté dejando el contrato sobre su mesa —Porque no voy a separarme de Luka

Giré sobre mis talones y avancé hacia la salida.

—Espera —me giré a mirarlo —Podemos llegar a un acuerdo... Tú trabajas aquí, tienes fama, admiradores, conciertos y la oportunidad de expandir tu talento al mundo —me miró seriamente —Sin embargo, debemos mantener tu relación en secreto

—No lo sé, esto no es honesto, lo siento

Nuevamente estaba dispuesta a irme por esa puerta, cuando escuché un suspiro de derrota.

—Tú ganas, pueden estar juntos en público ¿aceptas?

Había algo que no me gustaba, estaba cediendo muy fácil a mis peticiones, inclusive estaba rompiendo una "regla de oro" al dejarme tener mi relación con una estrella de una disquera diferente abierta al público.

Sin embargo no pude pensar mucho, este hombre estaba desesperado por una respuesta y yo no quería perder más tiempo.

—Si, acepto, seré su nueva estrella

Me sonrió entre aliviado y agradecido, después de firmar los papeles salí y me encontré con dos hombres uniformados y una chica que tenía entre sus brazos una agenda.

—Ella es tu asistente, ellos dos tus guardaespaldas... —el gerente puso sus manos sobre mis hombros —Si no te gustan podemos cambiarlos

Anette.

—¿Podría Anette ser mi asistente? Es mi amiga y creo que congeniaremos mejor —miré a la pelirroja frente a mi y sonreí con educación —Sin ofenderte

Negó con la cabeza con una sonrisa plantada en el rostro.

—De acuerdo... —señaló al cretino de hace unos minutos y le hizo señas para que se acercara, una vez que estuvo frente a nosotros le ordenó —Ve por Anette, dile que busque su mejor ropa porque a partir de hoy es la asistente de la nueva estrella de esta disquera

Los ojos café camello del galán me recorrieron completa, asintió y salió casi corriendo.

Parece que le doy miedo... mejor así.

Cuando Anette subió y la chica pelirroja se fue el gerente comenzó a explicarme cómo manejaríamos el asunto.

—Estos dos chicos te seguirán a donde vayas, esta noche tendremos un baile de gala para presentarte ante los medios de comunicación —miró fijamente a mi amiga —Debes encargarte de que llegue a tiempo y de que compre un vestido adecuado —devolvió su atención a mi —Tu limosina es algo necesario, así que espero puedas acostumbrarte rápido

Le sonreí y asentí con la cabeza. Ya había estado en una limosina antes y hasta me había empezado a acostumbrar, ya que a donde fuera Adrien iba una limosina. Luka me había explicado que él había rechazado todas esas cosas ya que no quería causar gran alboroto, aún así cuando iba a algún evento importante llegaba en limosina. Y podrá sonar egoísta, pero si tantas cosas estaban a mi disposición no iba a rechazarlas —por consejo de Alya y de mi novio—.

Esperamos unos minutos a que le dieran sus nuevas cosas a Anette y partimos rumbo al centro para comprar algo apropiado para la ocasión, como era una presentación y todavía no generaba dinero para la compañía, teníamos un presupuesto limitado pero suficiente para comprar algo sencillo y mejorarlo en mi habitación.

Llamé a Luka en cuanto me subí al vehículo para darle la noticia.

—Genial Mari, te veo en el centro para ayudarte con el vestido

—¿Ahora eres experto en moda? —sonreí al imaginarlo con una cinta métrica en el cuello y un traje como el del genio de Aladdin

—Soy un experto en cuanto a tu persona se refiere —susurró —Recuerda que conozco cada rincón

Me sonrojé intensamente al recordar la tarde en mi habitación, tenía razón, ya no había nada que pudiera ocultarle, entonces recordé algo importante.

Luka me había dejado marcas que con cualquier vestido quedaban a la vista, al menos una.

Maldije para mis adentros y después de unos segundos mas terminé mi conversación por el teléfono.

—¿Qué pasa Marinette? —preguntó la chica enfrente mío poniéndome la mano sobre el brazo en señal reconfortante

—Debemos tener mucho cuidado al escoger el vestido —sentencié logrando que una mueca de confusión se formara en la cara de la rubia