«Moonlight» [Fred Weasley] (ACTUALIZACIONES LENTAS)

VIII

Desde su encuentro con Nott, Selene no podía dejar de pensar en él y lo mal que se veía, no podía dejar de ver sus ojos suplicantes y lo delicado que había sido al decirle aquella última frase.

No quería decirlo, ni siquiera se permitía pensarlo, pero estaba preocupada por el ojigris, lo había visto pocas veces después de aquel día en los pasillos, estaba casi segura que lo evitaba, al igual que cierto pelirrojo.

La chica no daba crédito de las cosas, la había mirado con odio esa vez y desde entonces parecía ser costumbre, inclusive podría jugar que mientras caminaba por los pasillos la semana pasaba, el chico le había lanzado un hechizo para que resbalara.

¿Ahora sería su blanco de bromas? Realmente esperaba que no. No quería lidear con un problema más de los que ya tenía, ya que al parecer, eran demasiado y solo se acumulaban.

Hace unos días el cuerpo de un chico de Hufflepuff había sido encontrado en los pasillos, lo habían petrificado al igual que el fantasma Nick Casi-Decapitado; los había encontrado al mismo tiempo que Potter, el chico se había acercado al fantasma mientras que ella se había agachado junto al Hufflepuff.

—Es Justin —murmuró Potter con preocupación.

Selene no se molesto en decirle que no lo conocía y que tampoco le importaba demasiado.

Desde entonces, todos murmuraban y sospechaban (más) de ambos. Potter había intentado acercarsele, la chica estaba segura que el cuatro ojos creía que ella era la Heredera de Slytherin y a veces Selene realmente deseaba serlo.

Deseaba serlo cuando todos la miraban por los pasillos, cuando Nott la evitaba, pero sobre todo seaba serlo para que su padre volviera a sentir aunque fuese un poco de afecto hacía ella.

Pero no lo era.

Ya ni siquiera Stephan quería hablarle y hasta cierto punto lo entendía, le tenía miedo, como todos.

El primer año tuvo que lidear con la I deferencia de todos y ahora le tocaba hacerlo con el miedo que les generaba.

No sabía que era peor, ser odiada o temida.

Probablemente la primera, la segunda en ciertas ocaciones le agradaba, sobre todo en días como ese en donde el clima parecía ser perfecto y nadie se acercaba a descansar en el lago negro solo porque ella se encontraba ahí.

Se recostó sobre el césped y comenzó a mirar al cielo, mientras tomaba con sus dedos el collar en forma de N que no se quitaba.

Sabía que ya había toque de queda en el castillo y que no podía salir sola, pero eso no le preocupaba, si algo le pasaba, Ilana sabía donde estaba y con eso le bastaba.

La castaña en esos momentos solo quería despejar su mente y asi lo hizo, se dejó llevar tanto por sus sentidos que casi cae dormida, sin embargo, el cambio de luz logró volver a despertar su atención y abrir los ojos.

Uno de los gemelos se encontraba parada frente a ella, causándole una gran sobra debido a su tamaño y cubriendole el paso al respalndiente sol que aún se alzaba sobre ellos.

No hacia falta ser una experta para saber que se trataba de Fred Weasley.

Ella no dijo nada, no tenía nada que decirle así como él tampoco.

Se recostó junto a la chica y estuvieron ambos en silencio durante varios minutos que parecían ser Eternos para ambos, hasta que el Weasley finalmente decidió hablar.

—Entonces ya lo has aceptado, ¿no?

Ella frunció el ceño sin entender a lo que se refería, él soltó un suspiro: —Nott, me refiero, has aceptado tu boda.