POEMA V Sueños que sueño soñando

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Ayer volví a verte en mis sueños,
¡Ey!, ya no eras el mismo de ayer.

Tus ojos estaban más oscuros,
las ojeras más profundas.

¡Ey!, en serio no parecías el mismo de antes.

Tu piel estaba mucho más pálida,
pero tus labios,

rosados y delgados,

seguían despertando en mi interior
las ganas de besarlo.

Ayer volví a verte en mis sueños...


Llevabas el típico polo blanco y ancho.
Y con un cigarrillo entre los dedos,

de tus blancas manos,

dedos largos y fuertes,
me mirabas sonriente.


Acercaste tu rostro entre mi pecho...

Pude ver tus ojos,

oler tu aliento,

sentir el calor que emanaba tu cuerpo.

¡Era la gloria ese poco tiempo!

¡Ey!, en serio no parecías el mismo de antes.

Ayer volví a acariciar tu cabello negro.
Lo tenías más corto y alborotado.


Traías un libro entre las manos,

leíste todo lo que llevaba dentro.


Y con un vaso de café,
recostado sobre el pasto de tu patio,
me pusiste suavemente sobre tu regazo.


Acariciaste suavemente mis labios,
húmedos e hinchados,
que minutos antes mordías y saboreabas.

Ayer soñé que me entregaba a tus brazos.
Tenías el torso mucho más delgado.

Anoche acaricié tus viejas heridas.
mientras recitabas a voz alta,

uno de tus poemas.

"¡Amada mía!,

¡Amada mía!,

He de amarte por el resto de mi vida".

Yo te oía...

Te las sabias de memoria,

como cada parte de mi cuerpo.

Ayer volví a soñar contigo,
¡pero todo fue un simple sueño!

Ayer volví a sentirme tuya,
¡cruel destino!

Qué cruel castigo

que todo haya sido una simple fantasía.

Ahora continuo con mi día,
donde nunca estás presente,
donde ni el sabor de tus labios he de probarlos,

Ni hoy, ni mañana, ni siempre.

Eras un simple sueño.

GRITOS CANTADOSWhere stories live. Discover now