NIZA - IRENÉS

Capítulo 2

Salí a la terraza a tomar el aire, estaba exhausta de tanto bailar.

- Anda Margarita, hola otra vez - sentí una voz conocida detrás de mí.

Me di la vuelta y encontré a la chica de la puerta apoyada en la pared y dando una calada a su cigarro. Rodé los ojos y mordí el labio para evitar reírme por el mote que me había puesto.

- Anda la de la fila, ¿ Tú no deberías estar colándote en la barra del bar o en el baño o algo?

 - Lo he hecho pero no estabas para quejarte y perdió la gracia. - me guiñó un ojo y rio dando una calada de nuevo. - por cierto me llamo Irene. 

Se quedó esperando a que le dijera mi nombre y no pude evitar reirme por dentro  -¿ qué? - le dije burlona.

- Nada, nada. Veo que prefieres que te siga llamando M..

- Callate, que me debes una por no haberme chivado en la cola. - Le dije en broma. Por su cara pude ver como estaba pensando algo.

Tiró de mi mano y entrelazó sus dedos a los mios, arrastrandome a dentro del local. El contacto inesperado me hizo sentir un escalofrío en el cuerpo. No me dio tiempo a reaccionar cuando  habló de nuevo

- Venga unos chupitos y en paz -  me lo pensé unos segundos - oye que si no los quieres..

- Bueno, todo sea por estar en paz de una vez - dije haciendola reir

- Siento decirte que no creo que haya Margaritas, pero si quieres pregunto -

Le di un codazo - Tequila está bien.

- Hola- se acercó al camarero - nos puedes poner dos chupitos de tequila, por favor -. Su tono de voz había cambiado a algo más "seductor". Intercambió unas cuantas frases más con el camarero que parecía estar muy contento con aquel coqueteo.

Poco después nos puso nuestros vasos - Así que me invitas a un chupito solo para ligarte al camarero - dije con rintintín

- ¿ Cuando te he dicho yo que te invitaba? 

No supe que responder, me había dejado un poco a cuadros.  Al ver mi cara soltó una carcajada.

- No te preocupes, el paga. - me dijo segura y ,obviamente, sin que el camarero escuchase

Los bebimos de golpe y se dirigió de nuevo a la barra - Perdona, ¿ me cobras?

- Invita la casa, guapa - Ella se giró sigilosa guiñándome un ojo 

- Enserio? Muchas gracias - dijo haciendose la sorprendida. Vaya morro tenía

- De nada, por cierto, si quieres puedes darme tu número y nos vemos alguna tarde. - volvió a dirigirse a ella el chico.

Entonces en ese momento hizo algo que para nada esperaba. - No creo que a mi novia le agrade, pero gracias por la invitación - dijo cogiendo mi mano.

No se como fue mi reacción pero di gracias de que las luces de la discoteca estaban apagadas porque sentí que mis mejillas se habían vuelto rojas como  un tomate. 

Se acercó despacio a mi y me dio un beso suave en la mejilla. - Nos vamos amor? - me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

La cara del camarero estaba blanca, se había quedado realmente cortado al escuchar las palabras de Irene. ¿ Pero de que iba esta tía?

No me dio tiempo a responder y me arrastró hasta fuera de la discoteca. Cuando salimos empezó a reirse como loca, tanto fue que mi cara seria cambio por una carcajada derivada del contagio de la suya.