Capítulo I

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Para empezar esto es una nota de agradecimiento a PropertyOfChrisBang por dejarme adaptar su arte :"3
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Dongmin tiró de su capucha con fuerza, hasta que la misma cubrió sus ojos casi por completo, como debía de ser, como un Omega debía ser. El pueblo estaba increíblemente silencioso ese día, lo que no significaba que no debiera mostrar el debido respeto usuario condición, y cubrirse casi por completo demostrando así su pureza. Dongmin lo habría aprendido por las malas. Un omega sin marcar, era un omega vulnerable, y si no se mantenía cubierto, ocultándose de la visión del mundo, corría aún más riesgos. Sobre todo un omega hombre, como lo era él. El final de la cadena, el último eslabón social.

-Dongmin-ah

Dongmin levantó la mirada bruscamente solo para volver a bajarla de inmediato con un ahogado grito de sorpresa. Dongmin amaba su pueblo y amaba recorrerlo cada mañana en una silenciosa caminata en la búsqueda de alimentos para su familia. Pero sin dudas no apreciaba la libertad con la que contaban los alfa para acercarse a él e intentar cortejarlo. Dongmin no quería. Sería simplemente mucha deshonra para su familia, que una vez casado, no sea capaz de concebir y por ese motivo ser devuelto a su hogar. Acabaría con su pobre madre, y consumiría a su padre en tristeza e irá.

-Señor Kim- saludó con un pequeño asentimiento.

-Permíteme acompañarte en el camino hacia tu hogar. Es muy peligroso para un joven omega como tú, caminar solo a tan tempranas horas de la mañana.

El señor Kim ofreció su brazo a Dongmin, y él sabía lo descortés que sería de su parte negarse a un trato tan especial de parte de un alfa. Cualquiera que presenciara la negación hacia tal acto, se encargaría de sembrar rumores maliciosos sobre tal omega. Dongmin no quería problemas. Entonces sujetó el brazo del hombre y ambos caminaron en silencio.

Llegar a su casa de esa forma, causaría en su madre un dejé de esperanza, y eso no lo deseaba por nada del mundo. Porque sabía que no podría vivir por sus expectativas. El no era un omega del hogar, era laborioso, conocía los deberes de un hogar como la palma de su mano. Pero Dongmin no quería pertenecer a nadie. No deseaba que el honor de su familia dependiera de su  vientre  nacía un niño. No quería descansar la cabeza sobre la cama de un hombre que no amaba, pensando cada día siguiente el resto del pueblo lo veía como un buen esposa y padre, porque después de todo, solo para eso servía un simple omega. 

Dongmin solo tenía dieciséis años y el no deseaba recibir su destino ahora. Rezaba todas las noches a los dioses, porque este se retrasara, y lo dejara vivir a la calidez de su hogar. Sin esposos o hijos, sin un hogar de que encargarse, sin aún más personas juzgando sus acciones.

*****
Moonbin dejó su corona rodar por los pies del trono, masajeó su cabeza con gesto serio. Porque no había otra manera, porque su posición lo obligaba a tomar las decisiones que nadie quería tomar.

Jinwoo caminó hacia su lado, y rompiendo el protocolo, colocó una mano sobre su hombro. Él también llevaba dibujado en el rostro el cansancio y una  profunda seriedad, pero Moonbin pudo apreciar también el gesto seguro que su amigo le brindaba. Le aseguraba que hacía lo correcto, que no iba a realizar algo demasiado apresurado.

-Mi señor, usted bien sabe que ha hecho hasta lo imposible por evitar llegar a este punto. No siempre podrá solucionar las cosas con paz. A veces hay que dejar que la señora guerra pose con firmeza y recupere el orden de las cosas.

-Mi querido amigo, desearía poder evitar esta situación. No me regocijo en la tristeza de mi pueblo, sobre todo cuando muchos de ellos son pobres  inocentes. Pero Yonghwa necesita comprender que su proceder fue erróneo, y que está amenazando severamente la estabilidad del reino.

Jinwoo asistió con firmeza y recogió la corona. Limpiándole el inexistente polvo, volvió a colocarla sobre la cabeza de Moonbin.

-Mi señor, usted es el rey. Y no importa que tan difícil sea realizar alguna acción. Si es por el bien del reino, entonces tiene el deber de llevarla a cabo.

Moonbin le sonrió con efecto y asintió con seguridad. Siempre podía confiar en su leal amigo para colocar su cabeza en el lugar donde debía estar. Proteger su reino.

-¿Qué desea que haga por el bien de esta misión, mi señor?

-Prepara a nuestros mejores cien hombres, esto solo será una advertencia. Atacaremos el pueblo de Busan.

-Lo haré de inmediato, mi señor -y con una reverencia, se retiró.

Moonbin deseaba con fuerzas estar haciendo lo correcto, para su pueblo y para su destino. Muchas veces su destino le habría tirado piedras pesadas sobre sus hombros, sin dudas no deseaba que una de esas  piedras acabará con la prosperidad de su reinado. Moonbin necesitaba más hijos varones si quería que su reino funcionará como debía, para que ellos gobernará las provincias y no un hombre sin relación al trono. Su pobre Daniel no podría con tantas labores, tantas provincias, tanta presión. Tenía que darle hermanos varones.

-Chungji - llamó a el sirviente que se encontraba parado en silencio, junto a la puerta-. Que preparen a alguna de las últimas mujeres traídas.

- De inmediato, su alteza -con una profunda reverencia, casi corrió hacia la salida.

La piedra más pesada de Moonbin podría ser fácilmente el gobernar tan extenso territorio. Pero sin ninguna duda, la piedra más pesada, era no poder concebir hijos varones. Moonbin amaba a sus pequeñas princesas, pero como deseaba otro niño. Por su honor, por su reinado, por su pueblo. El necesitaba más hijos varones.

Con un resoplido, se levantó del trono, y se dirigió a sus aposentos. Alguna mujer de entre todas sus concubinas seria capaz de brindarle un niño. Estaba seguro de que su destino simplemente estaba intentando forjar su paciencia. Y si así era, entonces Moonbin esperaría.

PolyRG
05/06/19

His (Binwoo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora