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La niña tomaba un vaso de agua junto al príncipe menor, se los veía aburridos. Estas fiestas bárbaras no eran lo de ellos.

Las detestaban desde pequeños. Pero debían asistir a ellas, por que la reina los obligaba. Al padre de todo no le importaba si no iban. Es más, se alegraba de no ver a Agni rondando por la fiesta.

— Vamos nos de aqui.— Propuso el príncipe a su lado, dándole una pequeña sonrisa traviesa.

— No Loki,— la niña se negó.— Es regla de tu madre que debemos estar aquí en esta fiesta.—

El chico sonrió traviesamente otravez, tomando la mano de la niña tiró de ella hacia la salida.

— Las reglas están hechas para romperse, Lady Agni.— El chico siseo, unos segundos después se encontraban caminando por los grandes pasillos del castillo donde vivían.

— ¿Y ahora que?.— La chica se detuvo.

— No se, no lo pensé.— La chica rodo los ojos, al ver al chico encogerse de hombros.— Rodar los ojos es de mala educación, ya hemos hablado eso Agni.—

— También lo es saltarse las reglas.—

— ¿Como es esa palabra que usan los midgardianos en los libros que lees?....— El chico se quedó pensando unos segundos.— Touché.—

(...)

Me gusta.

La mente de Agni no pensaba en otra cosa.

Me gusta, y me gusta demaciado.

Pero sus pensamientos eran reprimidos por sus inseguridades.

El es un príncipe.

Y yo...  yo soy un desastre. Un monstruo.

Una sonrisa se aproxima, por que a su mente le vinieron los recuerdos del príncipe Loki regañandola por llamarse a sí misma monstruo.

La sonrisa volvió a desaparecer mientras la chica abrazaba sus piernas llevándolas hacia su pecho.

No puedo decírselo. El no siente lo mismo.
Y aunque lo sintiera, el rey nunca aprobaría nuestra relacion.

No somos el uno para el otro, lo mejor va a ser olvidarme de él.

Lume ▪︎ Loki Laufeyson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora