-No sabes las malditas ganas que tengo de partir su asquerosa cara- Gruñó Claude enterrando sus dedos con un poco de fuerza en la cadera de Alois que se hallaba sobre su regazo mientras el mayor, estaba acomodado en la silla de cuero de su oficina.
Alois suspiró con un poco de pesar hundiendo su naricilla respingada en el cuello de Claude.-Ya no importa, puede irse a la mierda.
-Te envío a terapia maldición! Tuviste esa recaída por su culpa... odio que te halla echo tanto daño, yo no podr...
-No lo digas- Interrumpió Alois, levantó su mirada azulina a los ojos amarillos que le miraron con cierta confusión.
-No quiero que me prometas cosas, quiero ver esas cosas- Alois se acomodó a horcajadas sobre Claude rodeandole el cuello con sus delgados brazos.
-Te llevaría a tocar las estrellas, pequeña belleza- le beso su pequeña nariz enrojecida por el frío haciendo al menor sonreír tímido.
-Te amo- Recibió un corto beso en sus labios color cereza.
-También te amo... mucho...- Volvieron a unir sus labios en un beso lento, succionando sus labios con cuidado, deleitandose de su sabor que les parecía dulce, sintiendo sus lenguas chocar de forma suave, casi imperceptible.
-Compraremos ese pastel super delicioso también?- Alois era como un niño pequeño, jamás pedía absolutamente nada pero se quedaba frente a algo que le gustaba y se podía ver en sus ojitos azules que lo deseaba (Aunque la mayor parte del tiempo lo negaba), pero Claude, por supuesto, no aceptaba un no, y en los treinta minutos que llevaban paseando por el centro de la ciudad ya había llenado al menor con un sin fin de diferentes regalos.
Caminaban uno junto al otro cargando bolsas, Claude observaba con diversión al eufórico rubio recorrer cada vitrina mirando con detalle cada cosa dentro de las tiendas.
Habían partido al centro comercial a comprar un par de cosas para su fin de semana en la playa, Alois estaba radiante de felicidad por supuesto, al igual que Claude que emocionado no había dejado de hablar de ello en toda la semana.Haber hablado con calma, haber sacado todo aquel miedo que estuvo tanto tiempo enterrado había echo que su relación se volviera mas fuerte, aquello no solo era sexo, no, era amor, pasión, deseo mas allá de lo carnal.
Sus vidas habían dado un vuelco a penas conocerse, mientras su amor mas se intensificaba mas complicaciones surgían, y a estas alturas estaba mas que claro que no dejarían a esas dificultades derrotar su pura relación.Claude estaba a unos pasos de Alois observandole con ternura mientras el chiquillo rubio revisaba unas fresas que una anciana estaba ofreciendo junto a la calle, desde su posición veía como su rubio novio hablaba animado con la mujer albina por la edad, como le hacia una reverencia graciosa haciendo reír a la anciana, como se negaba a recibirle el dinero a su rubio enérgico y este la abraza besandole las mejillas para casi correr a donde él se hallaba.
-Mira! Me las ha dado gratis, se llama Luan, es muy linda y amable- Dijo sonriendo metiendo la cajita de fresas a una de las bolsas.
Claude le miraba atento, con una sonrisa de enamorado y unos ojos radiantes de felicidad.-Me estas mirando raro, acaso te enamoraste de mi?- Alois rió bajito cubriendo sus dulces labios con sus dedos manteniendo su juguetona mirada en un gesto inocente.
-Por supuesto que no!- Claude posó su gran mano en su pecho mirándole con fingida indignación.
Alois arrugó la nariz sacándole la lengua ganándose un corto beso en los labios como respuesta.-Eso no se vale...
-Ya deja de refunfuñar, se nos hará tarde, vamonos- Alois asintió animado colgándose a su brazo para comenzar a caminar a los estacionamientos del centro comercial, lugar donde habían dejado el vehículo al llegar.
-A-Alois!- Se giró en dirección a aquella voz sin soltarse de la mano de su pareja.
El de cabellos negros también se giró a aquel llamado, Alois pudo sentir como su mano pequeña era apretada con un poco mas de fuerza, sintiendo a Claude tensarse de inmediato Cuando el chico se acercó a ellos.-No sabes como lo sien...
-Canter... por favor, no...
-Ya basta. Alois, nos vamos- Tomó al rubio por los hombros haciéndole girarse para echar a caminar, pero el de cabellos morados volvió a correr cortandoles el paso.
-Escúchame, por favor! Quiero disculparme, de verdad, yo no sabía que él... perdona.
-No fue tu culpa.
-Pero pude detenerlo, sabes?
Luego de irse a Estados Unidos, lo entretuve para que no volviera a buscarte, es en serio. Pero cuando supo que mamá volvería a Londres el inmediatamente nos convenció de venir también. Yo no sabía que seguías en la ciudad, de verdad que no.
De haberlo sabido en ese entonces le abría frenado!- Sus ojos carmín se bañaron tras una cortina de lágrimas.-Él esta muy enfermo, Alois... realmente lo esta... estuvo en terapia, luego en rehabilitación. El solo deseaba verte una última vez, por favor no lo odies- Alois respiró profundo tragando aquel nudo que subía por su garganta.
-Yo no lo odio- Cantebury pareció perplejo antes aquella confesión, no tanto por sus palabras, sino porque tras aquellos azules ojos se vio reflejado el sentimiento muerto de sentir desagrado por Thompson, porque no lo hacía, no lo odiaba.
-Él, si me hizo mucho daño. Pero eso no quita que también halla sido una parte importante de mi vida, de como me descubrí a mi mismo...
>>Lo perdoné hace mucho, no siento rencor hacia él, me hizo ver muchas cosas y mas que arrepentido estoy sumamente agradecido por hacerme entender y porque he aprendido de ello.<<
Alois le dedicó una sutil sonrisa de labios cerrados al de cabellos morados.
Canter suspiró con una mano en su pecho sintiendo alivio, mirándole de una forma extraña y melancólica.-En que momento creciste tanto?- Alois sonrió ladeado y se giró a Claude que observaba con algo mas que orgullo aquella escena.
-Nos vamos? Dijiste que íbamos a llegar tarde.
-Vamos.
🌹🌹🌹
Llegué, con algo cortijo pero llegué!
Perdonad la tardanza, no son los mejores momentos, gestionar tiempo a veces es medio difícil.
Espero lo disfruteis, nos vemos pronto♡
Anonima-San los ama❤
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Fuera De Cámaras<AloisClaude. (CORRIGIENDO)
AléatoireAlois trancy no era un chico exactamente destacado por su inteligencia, o por su belleza, o por algún talento especial. No tenía amigos cercanos mas que algunos compañeros de trabajo escolar con los cuales jamás fue lo suficientemente cercano como p...