Construido sobre un perpetuo conflicto, Noxus nunca ha tenido escasez de huérfanos de guerra. Tras perder a su padre en una batalla sin nombre y a su madre en el difícil parto, Riven se crio en una granja administrada por el imperio en las laderas rocosas de Trevale.
La fuerza física y la voluntad feroz mantienen a los niños con vida y trabajando en la tierra baldía, pero Riven tenía hambre de algo más que de pan. Observaba a los reclutas de las bandas de guerra regionales que visitaban las granjas año tras año, y en ellos veía una oportunidad de vivir la vida que soñaba. Cuando finalmente puso su fuerza al servicio del imperio, supo que Noxus la acogería como la hija que anhelaba ser.
Riven demostró tener madera de soldado. A pesar de su juventud, sus años de trabajo duro le permitieron dominar rápidamente el peso de una espada más alta que ella. Su nueva familia se forjó en el fragor de la batalla, y Riven vio que el vínculo con sus hermanos y hermanas de armas era inquebrantable.
Su dedicación al imperio fue tan excepcional que el mismísimo Boram Darkwill la reconoció con una espada rúnica de piedra oscura encantada por una pálida hechicera de su corte. El arma era más pesada que un escudo largo y casi igual de ancha... Perfecta para los gustos de Riven.
Poco después, las tropas zarparon hacia Jonia como parte de la invasión noxiana planeada desde hacía mucho tiempo.
A medida que esta nueva guerra se prolongaba, se hizo evidente que Jonia no se sometería. La unidad de Riven fue asignada para escoltar a otra tropa que atravesaba la provincia asediada de Navori. Su líder, Emystan, había contratado a un alquimista de Zaun, ansioso por probar un nuevo tipo de arma. En innumerables campañas, Riven habría dado su vida por Noxus con gusto, pero ahora veía algo retorcido en estos otros soldados, algo que la hizo sentir profundamente incómoda. Las frágiles ánforas que llevaban en sus carros no tenían ningún propósito en ningún campo de batalla que ella pudiera imaginar...
Las dos bandas de guerra se encontraron con una resistencia cada vez más feroz, como si la propia tierra intentara desafiarlas. Durante una fuerte tormenta y con barro derramándose por las laderas, Riven y sus guerreros quedaron varados con su carga letal, y fue entonces cuando los combatientes jonios aparecieron. Al ver el peligro, Riven llamó a Emystan para pedir refuerzos.
La única respuesta que recibió fue una flecha encendida disparada desde la cresta, y Riven entendió que ya no se trataba de una guerra para expandir las fronteras de Noxus. Iba a ser una completa aniquilación del enemigo, sin importar el coste.El carro fue golpeado de pleno. Riven desenfundó su espada instintivamente, pero ya era demasiado tarde para proteger a nadie más que a sí misma. El fuego químico estalló en los recipientes rotos y los gritos llenaron la noche; tanto los jonios como los noxianos fueron víctimas de una muerte agonizante y espantosa. Protegida de las brumas tóxicas y abrasadoras por la magia de su espada, fue testigo involuntario de las escenas de horror y traición que la perseguirían para siempre.
Para Riven, los recuerdos de los momentos posteriores solo regresaban en fragmentos y pesadillas. Se curó sus propias heridas. Lloró a los muertos. Pero, sobre todo, llegó a odiar a la espada que le salvó la vida. Las palabras talladas en su superficie se burlaban de ella, recordándole todo lo que había perdido. Encontró una forma de romperla con la esperanza de cortar su último lazo con Noxus antes del amanecer.
Pero cuando la espada finalmente se hizo añicos, siguió sin encontrar paz.
Despojada de la fe y la convicción que la habían fortalecido durante toda su vida, Riven decidió exiliarse, y ahora deambula por el arrasado paisaje de Jonia. Cuando finalmente regresó a la aldea donde había roto la espada, se reveló que sus necesidades autodestructivas le habían costado la vida a su anciano más venerado. Pero donde Noxus habría condenado a muerte a Riven por semejante crimen sin dudarlo, Jonia la acogió con perdón.
Aunque el imperio se retiró hace mucho tiempo de las costas de las Tierras Primigenias, Riven sigue atormentada. El equilibrio de poder ha cambiado en todo Valoran, y ella ya no puede estar segura de en qué se convertirá cuando esté completa de nuevo.
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rivenla exiliada
ActionAntaño maestra de la espada de las huestes de Noxus, Riven es una expatriada en la tierra que previamente había tratado de conquistar. Fue ascendiendo de rango gracias a la fuerza de su convicción y a su brutal eficiencia, y fue recompensada con una...