- Hola Lía ¿Cómo estas? – le dije a mi mejor amiga que estaba del otro lado del teléfono
-Muy bien y ¿tu? ¿Cómo estas? Amiga te hablo para invitarte a ir al club, esta haciendo mucho calor que te parece si vamos, además tengo algo bien importante que contarte.
-¿Qué es lo que me quieres decir? – le pregunte un poco preocupada no es normal que Lía no me diga que me quiere decir por teléfono-
-No es nada malo Idelia, ándale vamos ¿Si o si?- su voz sonaba mas a orden que a invitación.
-Si sí ya sabes que si vamos, ¿A que horas nos vemos ahí? – no te preocupes yo paso por ti en eso de las cuatro y media de la tarde.
¿Qué? Es bien temprano nos vamos a tostar- Le dije en un tono de enfado, no lo único que no me agradaba de ir a ese club es por más bloqueador me ponía terminaba toda tostada de la cara, en estos lugares suele llover muy poco pero eso sí, nos sobra rayos del sol.
-No te pasara nada, a las cuatro y media paso por ti, mas te vale que estés lista y te llevas tu traje de baño ¿De acuerdo? Bye amiguis te quiero.
Ni siquiera me dejo contestarle, Lía es mi mejor amiga desde que entramos en la preparatoria, estábamos juntas en el salón y desde ahí nos hicimos inseparables, ella y yo tenemos el carácter similar, podría decir que nos conocemos tan bien porque sabemos lo que cada una es capaz de hacer, pero físicamente no nos parecemos ella es de piel blanca, muy delgada, el cabello lo tiene de un café claro y liso, lo suele usar hasta mitad de espalda de estatura somos iguales, pero en cambio yo soy de tez morena, soy delgada pero no tanto como ella, mi cabello es de color café oscuro y me gusta usarlo largo, Hace un año que iniciamos la universidad a pesar que no estamos en la misma nos seguimos viendo, y seguimos con nuestra amistad.
Era las dos de la tarde, aún faltaban dos horas y media para que Lía pasara por mi, pero había algo que me preocupaba y no era llegar toda quemada a casa, si no, ¿Qué será lo que me quiere contar? Siempre que quería decirme algo o yo a ella nos mandábamos un mensaje al celular diciéndole lo que pasaba y nos veíamos en persona, pero ¿Qué hacer? Faltaban dos horas para saberlo, y para matar el tiempo, me puse a escuchar música, eso era lo que me fascinaba hacer, si pudiera lo haría todo el tiempo, había transcurrido una hora y pude escuchar a lo lejos
Idelia y Daniel ¡Vengan a comer! – era mi mamá que gritaba desde la cocina.
Daniel es mi hermano mayor, me lleva cinco años, aunque es mi hermano no nos parecemos en nada, él es demasiado alto, tiene cuerpo y su carácter es mas noble que el mío, él trabaja actualmente en una de las empresas mas importantes de la región, pero aún no se a casado.
-¡Hay voy mamá!- grité desde mi habitación, me levante de la cama y me dirigí a la cocina, no me había dado cuenta del hambre que tenía hasta que empecé a oler La deliciosa comida que mi madre había echo.
-Oye mamá, iré al club con Lía ¿Esta bien? – Le dije vez que terminamos la comida
-Si hija, pero ya sabes te pones bloqueador- Contestó
-¿Ha hablado Papá?- Le dije con un todo de curiosidad
-Si, esta noche llegará – dijo mi madre con una sonrisa que podía iluminar toda la cocina. Mi papá trabaja en una ciudad a no más de dos horas de aquí, viene muy a menudo pero no dura en la casa más de tres días.
Solo limité a sonreír, una vez que terminamos de recoger la cocina, me fui directo a mi habitación para vestirme con algo más apropiado para ir al club, me puse unos short de mezclilla color azul, un top rojo y sandalias, mi cabello lo arregle con una trenza y en mi bolso eche un pequeño traje de baño color rosa, una toalla, mi bloqueador y unas sandalias y ya estaba lista para la llegada de Lía.