En cuanto llegaron a la Madriguera para pasar ahí la Navidad, tanto Harry como Hermione comprobaron que los abrazos de Molly Weasley seguían siendo capaces de cortar el aliento a cualquiera. Igual que la bronca que les echó a ambos por estar demasiado delgados. También se interesó por sus notas, por su estado de salud y les ofreció zumo de calabaza insistentemente hasta que lo aceptaron. Ambos la adoraban, para Harry era lo más cercano a una madre que había tenido.
-Qué bien, mamá -se quejó Ron-, cuatro meses sin verme y a mí ni me preguntas.
-No seas así, Ronald -le reprochó su madre-, estoy bastante segura deque tú te has alimentado bien – afirmó dándole una palmada cariñosa en la tripa.
Ron gruñó e inmediatamente Fred y George le preguntaron si quería abrazos y cariñitos suyos. Como ya era tarde, la matriarca enseguida les animó a que se instalaran en sus respectivas habitaciones y bajaran a cenar. Harry se acomodó en la habitación con Ron y Hermione hizo lo propio en la de Ginny.
Las comidas que preparaba la madre de los pelirrojos podían hacerle la competencia a las de Hogwarts perfectamente; con la diferencia de que en el castillo nadie te obligaba a comerte hasta el último bocado... El ambiente durante la cena fue agradable a pesar de la tensión general por el clima de guerra. Cada vez que alguien intentaba sacar el tema, Molly lo cortaba de raíz. No obstante, eran palpables la ansiedad y el miedo que flotaban en el ambiente. Vieron poco al señor Weasley durante las vacaciones: estaba demasiado ocupado con las misiones de la Orden.
Tras la cena, apenas les quedaban fuerzas para ponerse al día unos con otros. Estaban cansados del viaje y algunos aún seguían de resaca de la fiesta de la noche anterior, así que decidieron irse a dormir pronto. Para desgracia de Hermione que realmente moría de ganas de meterse en la cama, Ginny tenía ganas de hablar. O más bien de que la escuchara. Así que la castaña, con paciencia y buen humor, escuchó todas las alabanzas que su amiga expresó sobre Harry. Las dos gryffindor siempre habían sido buenas amigas y les encantaba cotillear juntas.
Hermione llevaba años escuchando en boca de la pelirroja todo tipo de sueños y deseos en los que "El chico que vivió" era el protagonista. Sin embargo, ahora, por primera vez, sentía que realmente comprendía ese amor tan profundo y la angustia de perderlo a manos de la muerte o de cualquier otro enemigo. Claro que Hermione había querido a sus amigos e incluso llegó a interesarse por Ron. Pero pronto se dio cuenta de que esa atracción se debía al constante clima de peligro y aislamiento que los hacia sentirse necesitados y no a una emoción real. No tenían nada en común, apenas había temas de conversación que les interesaran a ambos y las formas y modales del joven desquiciaban a Hermione. Lo querría siempre como amigo, pero nunca surgiría verdadera atracción. Y menos ahora que había comprendido y sentido en su cuerpo lo que eso suponía. Pero Ginny no parecía querer entenderlo:
-¿ Y tú y él bobo de mi hermano cuando vais a dejar de dar rodeos?
-No hay rodeo alguno, Ginny. Somos amigos y nada más. Además, él está con Lavander y realmente deseo que les vaya bien.
-Bah, seguro que eso es solo para ponerte celosa y empujarte a dar el paso a ti, él es demasiado torpe. Y tú llevas años lanzando miradas furtivas durante las comidas, créeme sé por experiencia cuando alguien está enamorado. Veo en ti todos los síntomas -expuso la pelirroja con aire solemne.
-Si realmente piensas que me puedo enamorar de Ron por su forma de comer, no me conoces en absoluto -contestó Hermione riendo.
-Ahí llevas razón...-aceptó su amiga- ¿Entonces quién es?
Hermione dejó de reír de inmediato, se retorció las manos nerviosa y tardó un segundo más de la cuenta en contestar. Así que la inteligente pelirroja la pilló de inmediato:
ESTÁS LEYENDO
Alguien que cuide de mí
ФанфикBellamione. Hermione Granger vive su último año en Hogwarts con la amenaza de la inminente guerra contra Voldemort. Durante el baile de Navidad, se entristece porque parece Bellatrix Black, su profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, no ha asi...