Una de la madrugada, dos hombres paseaban a la orilla del mar, caminaban descalzos sobre la arena, en una mano cargaban cada uno sus zapatos y con la otra se sostenían entre ellos con los dedos entrelazados.
Ji Yong sonriendo bajo la mirada hacia su propia mano, por enésima vez en la noche miro el brillo de la argolla en su dedo, una bella joya de platino que llevaba ahí tan solo un par de horas.
— Me siento tan aliviado de que dijeras que si — dijo Seung Hyun con un suspiro, su sonrisa se hizo más amplia y comenzó a balancear alegre la unión de sus manos — hace mucho tiempo que no me sentía tan nervioso...
— Yo aún no puedo creer que me lo preguntaras, no estaba preparado...
Claro que no lo estaba, hace cuatro años que se conocían, hace tres y medio que eran novios, durante ese tiempo Ji Yong reflexiono mucho en lo que estaba haciendo junto a Seung Hyun, muchas veces pensó en romper la relación por el bien del mayor, estaba consiente que día a día lo ponía en peligro a causa de su especial trabajo, pero en esos cuatro años no tuvo la fuerza de voluntad suficiente para alejarse, no fue capaz de superar la necesidad de tenerlo siempre cerca y esa noche cuando Seung lo miro con sus ojitos brillantes sosteniendo la caja con la argolla, cuando le pregunto esperanzado "¿Quieres casarte conmigo Ji Yong?" simplemente no pudo más que responder un fuerte y claro "¡Si!", no fue capaz de pensar en nada mas, ni en los peligros a los que exponía a Seung, ni en su trabajo, en nada más que pasar el resto de sus días con el amor de su vida. Fue el momento en el que se resignó, jamás podría ser capaz de alejarse de Seung Hyun.
— ¿No sospechabas que te lo pediría? — pregunto el mayor, la sonrisa en su rostro parecía no poder borrarse con nada.
— No, pensé que era solo una cena, esto es... — levanto sus manos unidas para mirar de frente la joya otra vez — es increíble... no puedo creer que estemos comprometidos.
— Comprometidos — dio una ligera carcajada — eso suena muy bien
Ji imito su pequeña carcajada, a pesar de todo lo que ese compromiso implicaba estaba inmensamente feliz, tendría que trabajar muy duro para mantener su matrimonio en secreto, el día en que sus enemigos se enteraran que existía alguien por quien G-Dragon era capaz de dar hasta la vida, ese sería el día de su fin o peor, el fin de Seung Hyun, o peor todavía, el fin de Corea del Sur.
Seung detuvo su caminar, se puso frente a Ji, lo rodeo de las caderas y lo levanto del suelo.
— ¡Nos vamos a casar! — exclamo dando varias vueltas sobre sí mismo, el otro se aferró a su cuello soltando pequeñas risitas.
— ¡Seung! — dio un grito ahogado Ji cuando se vio cayendo hacia la arena, esta no era buena para dar vueltas, los pies del moreno se enredaron y cayó sobre su espalda llevándose a Ji con él, el más pequeño cayó sobre el otro cuerpo, ambos rieron acostados uno sobre el otro en la arena.
Ji se acomodó mejor sobre su novio para alcanzar sus labios, sonriendo ambos se besaron lentamente.
— Te amo Ji — murmuro después de romper el beso — quiero pasar el resto de mis días contigo.
— Lo haremos, estaremos por siempre juntos...
Ji Yong sonrió más ampliamente, mostró todos sus dientes y encías, bajo su cabeza para besarlo de nuevo, pero justo antes que sus labios tocaran los ajenos vio una sombra moverse sobre la arena cerca de la cabeza de Seung, sus expertos oídos no había escuchado al extraño acercarse, el sonido de las olas rompiendo cerca y la arena lo impidieron, también el amor que lo tenía con la guardia baja.
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G-Dragon, código 180888
FanfictionChoi Seung Hyun ha sido condenado a cadena perpetua por un crimen que no cometió, lo que él no sabe es que su esposo Ji Yong es un espía de la inteligencia secreta coreana y no descansara hasta tener a su esposo de vuelta, sea por las buenas o por l...