• Capítulo 20 •

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Han pasado dos años desde que Haru y Madara contrajeron matrimonio, les tomó un tiempo adaptarse a las necesidades de ambos ya que tenían ideas y rutinas diferentes. Haru, a pesar de ser la esposa del líder del líder de los Uchiha's no dejaría de trabajar con su hermano Hashirama, para ella era completamente aburrido quedarse en la casa sin hacer nada.

Konoha seguía en estado de paz con las demás aldeas gracias al excelente trabajo de Haru trayendo a los bijūs a los kages de dichas aldeas, con eso supuestamente no habría problemas en cuanto a poder.

Todos los días luego de que Haru terminará con su trabajo siempre se topaba con los viejos Uchiha's, estos le exigían que tuviera un hijo con Madara lo más pronto posible por el bien del clan. Era un verdadero dolor de cabeza, no solo para Haru, también para Madara debido a que también era molestado con el mismo tema por dichos ancianos. Los viejos Uchiha's suelen estar al pendiente en todo momento de Haru en caso de que llegará a mostrar algun signo de embarazo, pero Haru y Madara ni siquiera han contemplado tener un hijo aún pese a que Haru estaba llegando a la edad en la que ya no podría tener hijos, querían disfrutar un poco más a profundidad su relación antes de agregar otro miembro nuevo a la familia.

Haru tenía actualmente treinta y cinco años. Madara, treinta y tres años. Hashirama, treinta y seis años.
Y Tobirama, treinta y cuatro años.

Había un tema que tenía preocupada a Haru y era que no sabía cuánto tiempo le quedaba de vida

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Había un tema que tenía preocupada a Haru y era que no sabía cuánto tiempo le quedaba de vida. Cuando ella llegase a morir los bijūs quedarían desprotegidos y estarían por completo en las manos de los kages. No podía confiar en su futuro hijo que posiblemente tendría, existía la probabilidad de que no heredara las habilidades de su clan pues también llevaría los genes Uchiha y por genética estos son mucho más fuertes que los de ella. Tenía que buscar un aprendiz que fuera capaz de tomar el control de los bijūs con el fin de protegerlos de cualquier peligro.

Era una hermosa noche fría, estaba por acercarse el invierno, las nubes se movían con la fuerza del leve viento que era imperceptible para las personas por lo que se podía contemplar con claridad la bella luna creciente. Haru miraba pensativa el cielo oscuros, muchos pensamientos rondaban en su cabeza mientras yacía sentada en la salida del patio trasero sosteniendo una pequeña pala de jardinería, había excavado un hueco profundo en la tierra, a su lado había una pequeña caja azul donde venían unos pergaminos con las técnicas grabadas en ellas de su anterior clan.

—¿Qué crees que estás haciendo? —La pregunta de Madara tomó por sorpresa a Haru, esté la miraba con su típico semblante serio mientras se recargaba en el marco de la puerta corrediza.

Con una sonrisa le respondió —Estoy enterrando esta caja con pergaminos de todas las técnicas de mi clan. —Tenía el rostro muy cansado por el duro trabajo que hizo y por el misterioso insomnio que ha tenido en siete días seguidos que hasta sus ojeras eran notables a simple vista.

El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora