Cap.2.

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NamJoon abrió la puerta de su recámara, exhalando profundamente, por fin había terminado su turno.

Se apoyó en la puerta de su habitación mientras se quitaba el choker de su cuello, aún le incomodaba la mirada morbosa de las personas, las malas palabras que gritaban, solo hacían que se sienta presionado e incómodo, pero sentía que lo más dificultoso era recoger el dinero del escenario, le molestaba rotundamente tener que ponerse de cuclillas y levantar el dinero mientras oía las morbosas palabras de las personas.

—Valio la pena —se dijo en un intento de subirse los ánimos, miró su nido, su pequeño bebé aún dormía y eso le aliviaba, dejó el dinero que había recolectado durante sus turnos, para después rápidamente correr al baño, para cambiarse de ropa y al paso darse una relajante y rápida ducha.

Al salir observó a su bebé dando pequeñas pataditas, no sabía en qué momento se había despertado ya que se había mantenido en completo silencio moviendo sus piecitos.

Camino hasta su nido acomodándose al lado de su bebé, mientras sonreía automáticamente pero conforme observaba a su bebé, más molestó se sentía consigo mismo,  su sonrisa se desvaneció siendo cambiada por una mueca de amargura. 

Su bebé se merecía todo lo mejor del mundo y él no podía ni darle una vida estable, cómoda, tranquila, ni su actual habitación se comparaba a su antigua habitación en su casa; su pieza de adolescente llena de libros y demás cosas tiradas por todo el piso.

Si su madre lo viera lo único que diría sería un "te lo dije" con una mueca de desprecio en su rostro, para él y para su cachorro.

Después de todo su madre siempre tuvo razón, aquel Alfa solo lo uso, si pudiera retroceder el tiempo, se alejaría, pero no eso no era posible.

Un pequeño quejido escapó de los labios de su bebé, en forma de reclamo, despertando de su transe a NamJoon

—Ya... Ya... Mí pequeño... —hablo mientras levantó a su bebé y se sentó en el nido, —Sh sh... —siseó, balanceándose a su bebé en sus brazos, mientras se desabrochaba su camisa. Y en cuanto los labios del pequeño JiMin chocaron con el pecho del Omega el llanto de bebé no se dejó oír más.

NamJoon pasó sus dedos por los cabellos castaños de su bebé, mientras una sonrisa sincera se dibujaba en su rostro. 

No. Podía arrepentirse de haber conocido a aquel Alfa pero no podía estar más conforme con su decisión de dejar todo aún lado por su pequeño, amaba a su cría con todo su corazón y eso era lo único que le importaba que su bebé esté bien.

Aún cuando su estómago esté gruñendo de hambre.

—Papi te ama mucho... —Anuncio con una sonrisa más que satisfecha, mientras acariciaba las suaves y esponjosas mejillas de su bebé.

(...)

—Por fin abres... —Hablo el Alfa observando como su hermano menor sonreía mientras miraba su teléfono celular. —¿Por que cerraste con seguro? ¿Dónde estabas?, ¿Por qué llegaste tarde... ? —Preguntó mientras ingresaba a la habitación de su hermano menor. —Y ¿Por que... tienes esa cara? —preguntó mientras observaba como su hermano se recostaba en su cama ignorando sus preguntas.  —¡¡¡TaeHyung!!! —llamó en un tono más alto en inmediatamente el castaño lo miro y sonrió ampliamente mostrándole los dientes para después bajar su mirada y siguir mirando su teléfono.

—Hace mucho no te veo sonreír de tal manera, déjame recordar... ¿5 o 6 meses?

—Cuatro meses y medio... para ser exactos—Sonrió.

—Oh... ¿Y me dirás el por qué de tu sonrisa... ?—Hablo mientras se apoya en la mesa del escritorio, pero nuevamente su hermano había ignorado su pregunta, dio un suspiro mientras observaba a su hermano de seguro estaba jugando algun nueva juego, pero al acercarse a la cama de TaeHyung, observar la pantalla del celular. —Ahg...Es un chico—retrocedió con una mueca de indignación, nunca se había imaginado que su hermano veía ese tipo de videos.

Hug Me "TaeNam"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora