Lidiar Con El Demonio [HaeHyuk +18]

07

Al llegar al instituto, nuestras miradas se cruzaron, caminé hasta él con pasos decididos y me puse frente suyo. -Hola-

-Hola- Me respondió con una pequeña sonrisa. -¿Qué tal tu semana?-

-¿Tu que crees?...me has ignorado por completo, te envié mensajes, te llamé...y si me duele tu rechazo...-

-Oye, no es fácil asimilar que la persona que te gusta tiene novio- Me sentí mal por eso. -Ya, tranquilo, perdón-

-Kyu...-

-Vamos a clase- Ninguno de los 2 dijo nada más, llegamos a nuestro salón y pedimos perdón, pues la profesora ya había llegado.

***

-Y...¿sobre que querías hablar?-

-¿Hace cuánto que son novios?- Bebió un poco de su malteada y me miró directo a los ojos.

-No es mi novio...- Me levanté de la mesa y con ambas manos pegué en ella y solté un bufido de frustración. -Se lo que viste, se lo que Donghae te dijo, pero, no es mi novio. Por favor Kyu, si yo tuviera novio serías la primera persona en enterarse-

-¿Entonces por qué se estaban besando en la enfermería?-

-P-Porque...- ¿Por qué?. -No lo sé, solo lo hace...siempre me toma por sorpresa...-

-Pues a ti parecía gustarte mucho...por la forma en que lo agarrabas- Algo dentro de él pareció hacer click ya que me miró sorprendido y abrió la boca. -Por eso estabas en el lavamanos...estabas con él, ¿no es verdad?- Me sentía culpable, bajé la mirada y me quedé en silencio. -Olvídalo, Hyukjae. No sé ni para que te dije que habláramos- Se fue de la cafetería sin siquiera dejarme hablar.

-¡Eres un idiota!...¡estúpido!- Sentí mis ojos arder y también me fuí de la cafetería, ignorando las miradas de mis compañeros. Es la primera vez que tengo una pelea así con él y me siento terrible, sinceramente no creí que me llegaría a afectar tanto. -¿Por qué?...¿en que momento me pasó esto a mí?, yo era solo un adolescente normal, con una vida normal, amigos normales y ahora...- Fui maldiciendo hasta llegar al baño. -Tengo a un demonio enamorado de mí, que no se ni qué edad tiene, pero no creo que sean pocos años, mi mejor amigo al cual conozco ya de varios años, también está enamorado de mi. Joder, esto es tan estresante- Entré a uno de los cubículos para poder pensar mejor, me senté en el retrete con las piernas abiertas y bajé la cabeza, colocando ambas manos en mi cabello. -Me gustas...o no me gustas. Vamos Hyukjae, piensa en todos esos momentos que aunque son muy pocos te han parecido bastante agradables-

-Puedes empezar por la noche en que nos conocimos- Me sobresalte y él se colocó a mi altura.

-Hae, ¿qué haces aqu...?- Posó sus labios sobre los míos y no pude terminar mi frase. Un beso en el que su lengua jugaba con la mía pero no de manera salvaje, era tierno y suave.

-Ya no soporto estar más tiempo sin ti, te necesito Hyukjae- Susurró a escasos centímetros de mi boca una vez que nos separamos. -Por favor, di que tú también quieres estar conmigo, di que me deseas al igual que yo a ti- Cerré los ojos cuando sentí su respiración caliente en mi cuello. -Deja que pueda marcarte, déjame hacerte el amor hasta desfallecer- Comenzó a dar pequeñas lamidas lo cual me hizo estremecer.

-H-Hae~ espera...tengo que volver a clases- Jadeé suavemente.

-Eso se puede solucionar. Agárrate fuerte de mí y cierra los ojos- Lo tomé de los hombros y obedecí.

-¿Y esto para...?...¿qué?- Al abrir los ojos, ya no estábamos en el baño, sino en su habitación, o sea en su mansión. -¿Q-Qué estamos haciendo aquí?-

-¿Recuerdas lo que te dije la primera vez?...ningún humano puede entrar aquí, por lo tanto tampoco puedes salir de aquí hasta que yo lo diga- Me acarició el muslo y fue cuando me di cuenta que estaba sentado sobre su regazo.

-Eres un tramposo-

-Yo diría más bien: astuto- Se acercó a mí hasta que nuestros alientos chocaran. -Necesito estar dentro de ti y sé que tú también lo quieres~- Susurró.

-No voy a negar que te deseo- Una sonrisa ladina se formó en su rostro. -Incluso he soñado que t-tu...- Al darme cuenta de lo que había comenzado a decir guardé silencio.

-Wow, ¿has soñado conmigo precioso?- Mis mejillas se tornaron de rojo al recordar ese sueño, pero aún así, con miedo, asentí. -¿De qué trataba?-

-Ah...n-no lo recuerdo- Desvié la mirada.

-Eres pésimo para mentir. Te voy a torturar hasta que me lo digas-

-No lo harí...¡AHHH! ¡e-espera!- Comenzó a hacerme cosquillas. -Y-Ya, Donghae, basta, ¡detente!- Me retorcí y me impulsé hacia adelante, causando así que nuestras erecciones se rozaran. -Ya, ¡ya! e-esta bien, te lo diré...- Enseguida detuvo sus manos y traté de regular mi respiración. -Hace algunos días tuve un sueño en el que tú y yo estábamos...teniendo sexo- Él estaba por hablar pero yo lo detuve. -E-Espera, déjame terminar...como te digo, estábamos teniendo sexo, pero de una forma bastante extraña o bueno...lo fue para mí. Yo estaba esposado a una cama, mientras que en mi boca había una especie de mordaza, me encontraba boca abajo con el pecho pegado al colchón y el trasero levantado- No quería seguir viéndolo, por lo que pegué mi cabeza a su pecho y suspiré. -Te llamaba a-amo y tú decías que yo era tu...-

-Sumiso- Terminó la frase por mí. -Quién lo diría Hyukkie, tan inocente que te veías. Mira que tener un sueño tan erótico y explícito así conmigo, eso es nuevo-

-¡Cállate!- Golpeé su pecho. -Es bastante vergonzoso, ¿sabes?. Incluso mi mamá me descubrió, ya que ella fue quien me despertó y vió mi muy notable erección- Soltó una carcajada y yo solo pude avergonzarme más de lo que ya estaba. -No es para nada gracioso que tú madre te encuentre con "eso" entre las piernas-

-Uff, imagina si nos ve follando-

-¡Donghae!-

-¡Hyukjae!- Me respondió en el mismo tono, lo cuál me sonó bastante tierno. -¿Acaso quieres intentarlo?...¿por eso tuviste el valor de decírmelo?-

-Pues me da curiosidad, pero después de ese sueño busqué en internet sobre ese tema y me pareció algo...doloroso y siento que no sería un buen sumiso-

-Nunca lo has intentado cariño. Uno no sabe hasta que lo prueba-

-¿De verdad quieres hacerlo?-

-Si por mí fuera ya te tendría atado, desnudo y boca abajo- No pude evitar reír ante ese comentario pero de nuevo al imaginarlo sentí que mis vellos se erizaban. -¿Tú quieres hacerlo? porque no te obligare a nada si tú no quier..-

-Si- No lo dejé terminar, él me miró con una expresión de sorpresa. -No perdemos nada con intentarlo- Di un corto beso en sus labios. -Dejame ser tu sumiso...- Me acerqué a su oído y susurré. -Amo-