LA SOMBRA

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Tumbada en mi cama sola, espero a que mis padres vuelvan de trabajar. No me atrevo a salir. Tengo hambre, pero mi cuerpo me impide ir a la cocina. Me dedico a ver girar las agujas del reloj, mientras el viento se cuela en mi habitación con un silbido aterrador. Siento que alguien me observa, pero no tengo valor de mover los ojos. Sigo mirando el reloj. Por un momento, oigo unos murmullos, los oigo de lejos. No sé si hay alguien abajo, o simplemente es mi conciencia. Ya no oigo nada.Llevo casi una hora en la misma posición. Estoy incómoda. Me lleno de valor, y me levanto. Pero el crujido del suelo bajo mis pies me hace volver a la cama. No me muevo. Sin saber cómo, ni porqué, el reloj se para. Noto como una ola de calor me invade el cuerpo. Me levanto una vez más. Empiezo a andar con pasos ligeros, y me meto en el baño. Abro el grifo para lavarme la cara y refrescarme. Pero el agua no sale. Pruebo con la ducha. Tampoco.Me pongo más nerviosa.Cojo aire, y lo suelto. Alargo el brazo para coger una toalla y al menos quitarme el sudor. Pero al alargarlo, todas las toallas que estaban colgadas se caen al suelo. Me quedo paralizada. Devuelvo el brazo a su posición lentamente mientras que giro mi cuerpo a la vez. Y me veo en el espejo. Pálida, sudorosa, con ojos medio cerrados. Empiezo a ver mi imagen borrosa, noto como la cabeza me da vueltas como si fuese una peonza. Caigo de boca contra el suelo y me sumerjo en un mundo negro. Los pulmones me fallan, y a mi corazón le falta sangre. Es como si poco a poco, una a una, se me fuesen taponando todas las venas. Los párpados me pesan y no siento las piernas.Pasa un rato hasta que veo una luz blanca. No sé si estoy despierta, ni siquiera sé cómo puedo saber lo que siento si supuestamente me he desmayado. La luz se vuelve cada vez más intensa, tanto que me empieza a dañar los ojos. Doy un brinco, mis pulmones empiezan a recibir oxígeno, pero más de lo necesario, y mi corazón empieza a latir a mil por hora. No sé cómo, pero al abrir los ojos y poder ver normal, estoy de pie, frente al espejo. Otra vez. Las toallas siguen el suelo, y el agua sigue sin salir. Salgo del baño y al pisar de nuevo el suelo crujiente de madera, se oye un silbido,parecido al de un tren. Levanto el pie. Vuelvo a pisar, y se vuelve a oír. Apoyo el otro pie, pero esta vez no suena nada. Empiezo a andar, dirigiéndome hacia las escaleras. Bajo un escalón, otro, otro, y otro. Hasta que llego abajo. Me detengo un instante. Oigo algo. Algo como una respiración de otra persona, profunda y tranquila. Me tapo la nariz y cierro la boca. La sigo oyendo. Me doy la vuelta y veo una sombra apoyada en una de las columnas de la entrada del salón. Me acerco con cuidado. Sin miedo. Pero la sombra no se mueve.

-¿Quién eres?-. Pregunto mientras me acerco a una mesilla en la que hay una navaja.

Se produce un silencio inmenso. Veo como la sombra descruza los pies y se pone de nuevo de pie.

-No creo que me conozcas-. Responde con una voz grave.

-Yo tampoco lo creo...-. Contesto metiéndome la en la manga. 

La sombra suelta una risa floja que me produce escalofríos.-Se lo que intentas hacer, no hace falta que seas silenciosa, mis sentidos están más desarrollados que los de cualquier humano-.

-Si no eres humano... ¿Quién eres entonces?- .La sombra se da la vuelta y por fin puedo ver su rostro imperfecto. Pelo revuelto como si hubiese salido de un pajar, ojos hundidos como dos pozos y sonrisa forzada. Asomo un poco la navaja intentando agarrarla del mango.

-Te noto insegura-. Me dice sonriendo.

-¿Por qué estás aquí?-. Aprieto los dientes y me voy acercando poco a poco a él.

-Estoy aquí porque quiero algo de ti-.

-¿El qué?-. Pregunto poniéndome cada vez más nerviosa.


-A ti, especialmente-. Me quedo congelada mientras un hormigueo me corre por el cuerpo. Me doy la vuelta, dándole la espalda. Intento pensar que todo es un sueño, pero justo cuando voy a responder, al darme la vuelta de nuevo, veo que no está. Ha desaparecido. 

Se me cae la navaja al suelo. Pero al fijarme bien, observo que hay un papel en el suelo, justo donde estaba la misteriosa sombra. Me agacho, lo cojo, y leo:"VOLVERÉ, NO TENGAS MIEDO".

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⏰ Last updated: May 30, 2019 ⏰

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