Presente.
—Pero, ¿Qué te pasó? —pregunté estupefacta mientras estaba sentada sobre su cama con las piernas cruzadas. Jungkook rió poniéndose una camiseta negra.
—Sólo crecí y ya. Pareces sorprendida —Se arrojó a la cama ubicándose a mi lado, puso su brazo sobre el colchón para sostener su cabeza para poder mirarme.
—Estoy en shock, Jungkook. No puedo creer que la pubertad te pegó tan jodidamente bien. Sólo déjame ver esos abdominales otra vez —dije bromeando y llevé mi mano al borde de su camiseta para subirla, pero él la apartó mientras se reía.
—Para con tu acoso, te denunciaré, loca —Le guiñé el ojo.
—Cuando quieras, cariño.
—Demonios —Sonrió mientras ocultaba su cara contra el colchón.
—Oye, ¿Y qué tienes con el negro? Ese armario parece funeral, está más muerto que mi proyecto de la planta de frijol de sexto grado.
—Esa planta nunca germinó —Recordó levantando la cabeza.
—No fui una buena mamá, creo que la ahogué con mucha agua.
—Pueda ser —Sonrió—. Y con respecto a mi ropa, ¿qué tiene el negro? A mí me gusta, ¿piensas que no se me ve bien?
—¿A ti qué cosa no se te ve bien? Demonios, Jungkook. Estás caliente. Y me siento orgullosa de decir que tengo un mejor amigo caliente.
—Sí, mejor amigo... —Arrugó la frente mirando hacia abajo, pero luego esbozó una sonrisa—. Oye, Sally.
—¿Qué pasó, Cookie?
—Y volvemos a ese apodo.
—Y no pienso dejar de llamarte así hasta que superes tu adicción a las galletas —Empujé su frente con mi dedo índice, sonriendo.
—No tengo una adicción.
—Esa es la primera fase, la negación. Creo que tienes un problema, amigo —Negué con mi cabeza de forma dramática.
—Loca —Se rio agarrando un mechón de mi cabello castaño—. Recuerda que cumples diecisiete el próximo viernes. ¿Se armará una super fiesta en tu casa, verdad?
—Sí y no estás invitado —dije y recibí un pequeño empujón en el hombro de su parte—. ¿Para qué preguntas si ya sabes que mi familia se armará un alboroto para festejar? Esto es Latinoamérica, bebé.
Jungkook rio asintiendo con la cabeza sin dejar de jugar con mi mechón de cabello.
—Me gustan las fiestas de aquí. En Corea es diferente.
—Por eso quédate conmigo para siempre y serás feliz —Bromeé, pero él me miró a los ojos por unos segundos. Su mirada quería decirme algo, pero no sabía que era.
—Esa no es una mala idea.
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Besos a Jungkook
FanficJungkook es el mejor amigo de Sally. Estos dos se volvieron inseparables desde aquel incidente en la primaria. Sally cansada de repetir y corregir a cualquiera que lo llamara "chinito", lo acogió bajo su ala y se encargó de protegerlo de todo aquel...