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Estábamos de pie abrazados y metidos en la camiseta.

La escena era demasiado cómica.

Aprovechó para darme un abrazo.

Me encantaba que nos pusiéramos hacer el idiota.

Fuimos abrazados hasta la cama y una vez allí caí encima de él y nos entró la risa.

Él me abrazó por los hombros.

L-Quiero estar así esta noche.
S-Tus deseos son órdenes,cariño.
L-¿Todavía sigues queriendo ser pegajoso?
S-No me tientes...

Respondió con cara de pillo.

L-Esa cara no te pega en absoluto.

De repente noté que su actitud iba a cambiar de romántico a pegajoso en menos que canta un gallo.

Era su "venganza"por haberle retado.

Empezaba a estar más mimoso y eso me gustaba.

Verle tan adorable y tan loco de amor por mi,que dejé que mostrara todo su arsenal de pegajosidad y ganara esta batalla.

La próxima vez la pegajosa iba ser yo.

No me daba por vencida y si quería verme más dulce de lo normal,solo tenia que esperar un poquito.

En un descuido le besé y el no opuso resistencia alguna al beso.

Le necesitaba en mi vida como el respirar.

Tras el beso nos mirábamos intensamente.

Sentíamos que sólo estábamos los dos solos en el mundo,no impotaba nadie más.

Volvimos a abrazarnos tiernamente.

El aroma de su colonia era tan atrayente como magnética.

Acabé apoyada en su pecho.

Él que podría tener a cualquier chica que quisiera con un chasquido de dedos,y sin embargo,me ha elegido a mí.

A su mejor amiga y confidente.

Era la locura del amor y no había vuelta atrás.

Estábamos entregados a la pasión y al cariño que nos profesabamos el uno al otro.

*Una Segunda oportunidad Para enamorarse*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora