Oscar estaba cansado, fue un día muy agotador, se despertó tarde así que le hizo lo más rápido que pudo la comida a Rocío y se fue, sin comer nada, en las primeras casas había nuevos vecinos con perros demasiado grandes bulldog entonces el corrió todo lo que pudo, pensando siempre que el día ya iba a acabar, estaba a punto de volver al orfanato cuando se acordó que debía pasar por la casa de el señor Lawrence así que le pidió a una señora a la cual siempre visitaba, Lilian, que le cuide la bicicleta por media hora, porque siempre estaban los nietos de Lawrence y no sabía donde dejar su bici. Mientras iba caminando recordaba que debía saludar a los nietos de Lawrence ya que hace tiempo no los veía porque estaban enfermos, así que ese día seria el gran reencuentro. Estaba a un par de cuadras de llegar a su destino y vio a unos chicos, pudo ver que eran 6, y uno estaba más adelantado que los otros, no entendía porque pero supuso que era porque estaba ansioso por ver a alguien, pero esa cara no era de ansias, ¿O sí? Hasta que vio que el chico empezó a correr hacia él, algo andaba mal, cuando quedaron frente a frente Oscarcito pudo sentir que aquel chico le pego en la cara, luego no sintió nada, se sintió libre, sintió como cayó en el piso y luego todo se volvió negro. Sintió las voces de sus padres, los escucho decir “¿Qué haces Oscarcito? Tú no puedes caer, no puedes dejarte vencer, debes ser más grande que él, levántate, lucha, respira…” Sintió un dolor tremendo, recordó aquella mañana en la que se despertó y les estaban robando, parecía que su hermanita de solo un par de meses se había dado cuenta porque estaba callada para que no la descubrieran, Oscar la alzo rápidamente y salió por la parte trasera de la casa, al darse cuenta de que no podía estar solo manteniendo a su hermana sin ningún lugar fijo así que llevo a su hermana al orfanato Cielo en la Tierra, cuando la estaba por dejar, por esa puerta de entrada inmensa apareció el padre Federico, que le dijo… “Hijo mío, no voy a dejar que te apartes de tu hermana, vi como llorabas mientras la traías, y no voy a dejar que estés solo en la calle con todos los peligros, Dios recibe a todos en su paraíso y tu estas incluido…” desde ese día se encomendó a Dios, y siempre estuvo pendiente para ayudar a su hermana y hacerle entender que sus padres los amaban pero lo que ocurrió no se pudo parar. Entonces sus padres le dijeron “Se que nos necesitas, y que nos quieres ver y venir con nosotros, pero tu hermana te necesita con ella, ella no puede sufrir otra perdida mas”
En ese momento pudo volver en sí, pudo despertar, ya hacía 4 días que estaba la cama y no se despertaban, los doctores decían que estaba bien pero todos pensaban que él no estaba para nada bien ya que no se despertaba. Al despertarse y ver la sonrisa de Rocío llena de lagrimas pensó en solo una cosa… “Qué bueno que es estar vivo”
Supo que no se iba a morir pero según le había dicho la monjita que lo cuidaba todas las tardes, “los doctores siempre decían que ibas a tener secuelas, y yo como muy ingenua me lo creí.”
Se quedo una semana en su cama reposando, porque tenía fracturada una pierna, ya que los golpes que le habían dado eran demasiados fuertes, y tenía un gran golpe en su cara, y no podía ver porque también tenía uno en el ojo derecho, lo habían machucado y nadie sabía quien fue. Una mañana de lluvia, que se había enterado que no tenían escuela y los exámenes habían acabado alguien le toco la puerta, supuso que fue Rocío para darle algo para tomar, ya que Rocío y la monjita, Laura, habían sido sus enfermeras.
Pero no, se equivoco, era Juli, se había atado el cabello rubio largo que cuando se lo soltaba le quedaba hasta las caderas, se había puesto un buzo porque hacia frio, un buzo marrón lisa y un pantalón de jean que le quedaban a la perfección. Era muy linda pero no era su tipo, ella era muy perfecta, y a él no le gustaba la perfección, le gustaba lo verdadero, porque sabía que aunque ella siempre fuera demasiado sincera con él, nunca seria sincera con nadie más.
-Hay Oka.- ese era su sobre nombre.- ¿Por qué te metes en estos líos?
-Yo no hice nada, el vino hacia mí y me golpeo, yo nunca le hice nada, nunca lo vi en mi vida.
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Caminos...
RandomUn nuevo grupo de amigos se creo, lleno de diversión, salidas, peleas, hasta que la adolescencia empieza y crecen para convertirse en el futuro...