Capítulo 6. ¿ la cuatro ojos?

1.9K 117 48
                                    

- levi....... - escuché llamar a una voz femenina que me hablaba desde los oscuro de un pasillo. No lograba ver nada y no comprendía donde estaba ni como carajos había llegado a ese lugar...

- Levi...... - volvió a llamar con más insistencia.

- LEVIIIII !!!! - gritó esta vez haciendo que me asustase y corriera a lo profundo del pasillo a pesar de no lograr ver ni mierda.

- ¿Donde estás? - pregunté ya que sin importarme quien era tenía el presentimiento que debía ayudarla...

- a-aqui - escuché decir en un susurro - ¡Estoy aquí! - gritó co más animos ayudándome a guiarme con su voz

- grita de nuevo - le pedí para poder encontrarla.

- por.....favor..... - susurro, y sentí como si lo hubiese dicho en mi oído lo cual provoco que me diera un escalofrío

- ¡¡ AYUDAMEEEEE !!!......

Me desperté sudoroso y agitado......solo había sido un sueño, uno de esos escalofriantes sueños que cada noche me atormentaban y no me dejaban dormir tranquilamente. Siempre, siempre, siempre era así, un puto sueño.....que digo sueño, ¡pesadilla! Esas mismas eran las que me perturbaban y quitaban mi sueño cada noche.

Resignado a volver a dormir me levanté y me coloque mis pantuflas para dirigirme al baño.
Abrí con cuidado la puerta para no despertar al mocoso y me asomé por el pasillo para verlo acostado plácidamente en el sofá con su típico hilito de saliva colgando de un lado y mini ronquiditos salir de su boca. Dí una media sonrisa y me dirigí hacia el baño. Me duche completamente y me vestí con un pantalón jean, una camisa azul señida y unos converse que me parecían super cómodos para poder realizar mis típicas actividades. Antes de salir de la habitación me coloque un suéter algo ligero ya que hacía frío pero no demasiado.

Salí de la habitación y me quedé parado viendo al mocoso desde una esquina. Después de un rato de observarlo salí de la casa para reunir un poco de leña ya que hacía algo de frío y seguramente la casa se pondría helada. Para el azabache, este no era problema pero el mocoso podría coger un resfriado y era lo menos que el quería.

Cerré la puerta detrás de mí y dí un suspiro provocando que saliera un ligero humo por mi boca por el frío, me metí las manos en los bolsillos de mi suéter y me dirigí hacia el bosque. Después de haber recolectado un poco de leña que era suficiente para mí, regrese a la casa y puse está a un lado para encender la chimenea más tarde.
Me sacudí los pies ya que odio que la casa se ensucie ( obvio Levi, eso todos lo sabemos :v ) y entre con cuidado para no despertar lo, cuando voltee a ver hacia el sofá me di cuenta que el mocoso ya no estaba en el y voltee a ver rápidamente hacia toda la casa encontrándome con un mocoso despeinado y somnoliento buscando algo en el refrigerador.... "Pero que mocoso tan travieso" pensé.

- oí, mocoso - dije llamandolo - ¿Qué crees que haces?

- jmmm ¿Levi? - dijo restregando su ojo y volteando a verme - e-es que b-bueno....yo tenía u-un poco de hambre y pues buscaba algo que comer.... - dijo tartamudeando torpemente, con un evidente sonrojo y su cabeza gacha.

- tch, mocoso no te preocupes, pronto prepararé el desayuno. Ve a bañarte y a cambiarte, pareces zombie .

- ok - dijo sin más y obedeció dirigiéndose al baño y perdiéndose en el pasillo.
Al no verlo más me acerque al refri notando que estaba casi vacía.

- tch...

Saqué los pocos ingredientes que habían y decidí preparar unas tostadas francesas y luego de haberlas preparado serví leche en dos tazas y las dejé en la mesa al igual que los platos y me senté a esperar al mocoso castaño.

Los psicópatas también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora