Maybe it will go away... Or not?

2.9K 179 45
                                    


Después del cumpleaños de Valentina, la semana pasó muy rápido, y pronto llegó el viernes, día en que la rubia festejaría en casa de su amiga Camila. La chica había propuesto su casa con el fin de convencerla, y es que, de todos, Camila era sin duda con quien más se entendía, y la que menos compartía el pensamiento superficial como la mayoría de las personas de su círculo social.

Por eso mismo, había decidido hablar con la castaña sobre sus sentimientos por Juliana. No sabía cómo lo tomaría, pero confiaba en que Camila sería una buena amiga con ella, y tendría su apoyo.

Invitó a Juliana a la fiesta, obviamente. La morena fue la primera invitada oficial, y aunque se sorprendió, ya que ellas nunca eran vistas en la escuela juntas, aceptó ir. Pero Valentina tenía un propósito claro, y era hacer que aquella distancia abismal que existía entre ellas fuera de su habitación, o de sus encuentros, desapareciera. No le gustaba no poder ni siquiera saludar correctamente a Juliana por las miradas que quizá atraerían, y no iba permitir que todo eso la alejara de ella.

Así que aquel viernes Valentina llegó más temprano a la casa de su amiga. Su padre sabía que tendrían una pijamada, por lo que podría quedarse ahí en la casa de los Cabello sin problema. Ayudaría con algunos preparativos y aprovecharía para hablar del tema que tantas vueltas la ha dado en la cabeza.

-Hey, Mila- saludó con una sonrisa, cuando la más bajita abrió la puerta principal.

-¡Vale! Hola- se acercó a darle un abrazo, mientras sonreía también- Pasa pasa. Podemos empezar lo del jardín.

Y así entre breves charlas y algunas bromas, comenzaron a decorar con globos y las letras de feliz cumpleaños el jardín, que básicamente sería el lugar donde harían la fiesta. Además, era poca gente la que habían invitado, sólo algunos chicos de periodismo, diseño, comunicaciones, y teatro, pero no esperaban mucha gente, ya que comúnmente sus fiestas eran "exclusivas".

-Oye Vale, sabes que vendrá Lucho?- dijo de pronto Camila, mirándola mientras levantaba juguetonamente sus cejas.

-Basta- rodó los ojos- No me gusta Lucho, Cami. Se lo he dicho mil veces a Nayeli.

Sabía que su amiga pelinegra era quien tenía aquella idea, sobre todo porque parecía ser la cómplice de Lucho en todo lo que hacía para "conquistarla", como aquel vergonzoso suceso de la cafetería. Aún recordaba la pena que le había hecho pasar.

-A mí no me lo habías dicho.

-Lo sé- la miró cuando se bajó de colgar la última hilera de globos- Pero así es. Yo...- se mordió el labio- Me gusta alguien más, bueno, no sólo me gusta.

-¿¡Qué?!- exclamó sorprendida Camila, y la rubia quiso reír al ver su cara. Era muy graciosa- Cuéntame, cuéntame- se acercó a ella entusiasmada.

-Lo haré- rió- Ven, siéntate conmigo- ambas se acercaron hacia la mesa que habían puesto en el jardín junto a las bebidas, y se sentaron en las sillas de ahí- Quiero contártelo a ti porque siento que nos entendemos más tú y yo, además me das mucha más confianza que Nayeli, incluso que Regina.

-Entiendo- asintió- Me siento de la misma manera contigo, así que puedes confiar en mí- sonrió.

-Bien- suspiró, y se tomó unos segundos para decidir por donde empezar- Estoy... Viendo, a alguien. Llevamos ya poco más de dos meses, viéndonos y teniendo encuentros...

-¿Casuales?- completó, al ver que la rubia no encontraba la palabra.

-- se sonrojó- Me siento muy cómoda, y... De verdad me gusta mucho cómo es. Como me trata. El detalle aquí es qué...- se mordió nuevamente el labio, con las palabras arrancadas en la garganta.

Temporary Fix |Juliantina| |AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora