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Era una mañana tranquila en el instituto shingeki, todos los alumnos ya entraban apurados pues ya estaban por comenzar las clases.

-¡Armin apurate!- Eren, el hermoso castaño de ojos verdes apuraba a su amigo que ese día se le ocurrió llevar tacones de punta y era un camino empedrado por el cual se fueron para acortar el camino.

-Ya voy, sabes adelantate si me seguirás apurando, que mientras mas me apuras menos lo hago y aparte me enojo- Armin miraba al suelo para no ir a tumbarse contra el mismo.

-Ya que... nos vemos- Eren amaba a Armin, pero no entendía porque su amigo era tan idiota en veces.

Eren con sus chapulines comenzó a correr, a Armin le daba igual llegar tarde o no a estudiar, pero a el, a el no, Grisha, su padre, se molestaría si dejaba algún curso abierto y eso significaría adiós al permiso de salir con sus amigos y sobre todo adiós al maquillaje que por cierto amaba.

-Maldita sea- Escucho decir al chico que estaba parado frente al Instituto con capucha negra que por demás Eren vio sospechoso.

-Disculpe... ¿Buscaba a alguien?- Eren le toco el hombro a ese alto ( :v ) azabache.

-¿Qué?- el azabache volteo a ver al castaño dejando ver una tremenda marca desde su barbilla hasta su ojo en el lado izquierdo del rostro.

-Hay jesus...- Dijo Eren algo bajo- E-Emm... ¿Si buscaba a alguien?- Eren se puso nervioso, ese azabache parecía alguien de alguna Mara o grupo de criminales.

-No...- el azabache comenzó a entrar a la institución seguido de Eren quien mantenía distancia- ¿Me seguirás hasta mi clase?- Pregunto el joven algo harto de Eren.

-Ammm mi clase queda por ahí también...- Eren desvío la mirada para contestarle.

-¿En que clase estas?...- el joven se acerco al castaño.

-¡A la "D"!- Eren se cubrió con sus cuadernos al pensar que el azabache le haría algo por la forma amenazadora en la que se acerco.

-Te seguire...- Eren no dijo nada solo se dispuso a caminar a su aula con el otro detrás.

-¿Cómo te llamas fresa?- pregunto el azabache.

-¿Fresa?... bueno no importa... me llamo Eren- El castaño volteo a verle con una sonrisa.

-Ya veo...- El azabache seguía con su modo serio y sus manos en los bolsillos de su capuchon.

-¿Y cual es tu nombre?- Eren le miro curioso.

-No te interesa fresa...- Levi se acerco a la puerta y toco pues ya era tarde.

-Armin, Eren ¿Cuantas veces debo de decirles... oh... Levi... pasa eres bienvenido, crei que no vendrias estoy tan aliviada pasa pasa- La maestra Petra dejo pasar al azabache.

-¿Maestra Ral? ¿Puedo pasar?- Pregunto Eren atras de el azabache.

-Mmmh... bien... rapido- Eren entro y se sentó en su pupitre.

-Chicos el sera su nuevo compañero, espero y se lleven bien, no deseo que le molesten y en caso de que pase- Petra les miro a todos con mirada seria- ¿Entendido?...- Todos asintieron- Eren se lo avisas a Armin, mas a el. Bueno Levi, ve a sentarte al lado de Eren ya que no esta Armin.

Levi no dijo anda solo fue a donde le indicaron.

-Seremos compañeros ¿Eh?- Dijo Eren en susurro.

Levi solo le miro y no dio respuesta, solo saco su cuaderno que tenia para apuntar.

-¿Eres zurdo?- Pregunto Eren, era demasiado curioso.

-Callate fresa...- Fue lo que dijo Levi cerrando las preguntas -¿Como llegue a esto?- Se pregunto el azabache en su mente.

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-¡No ire!- Levi estaba acostado en su cama mientras su madre estaba apoyada en el marco de la puerta de la habitación del azabache.

-Sabes... no te pregunte si quieres o no, vas y punto- Kuchel inscribió a Levi a un instituto para que este terminara sus estudios que dejo a medias después de que se integrará al ejercito.

Levi Ackerman, cuando era apenas un adolescente de doce años fue a la milicia, claro que fue aceptado de inmediato pues es hijo del difunto capitan Ackerman quien murio en combate, Levi admiraba a su padre a pesar de perderlo a sus ocho años, se juro morir por su patria justo como su padre. Termino en el área de desactivación de bobas enemigas, una de las tantas áreas mas peligrosas, en una de esas tantas misiones, a sus diecisiete años no realizo bien los cortes y termino volando por la bomba del edificio del atentado que sucedió en el distrito de shinganshina
Durante la cena del embajador Lovob, en fin, hubieron varios heridos graves y entre ellos Levi, quien perdió su mano en su totalidad derecha junto con varias cicatrices en su cuerpo y afortunadamente el caso era resistente o hubiera acabado muerto, pero solo termino con una gran cicatriz en la cara, y claro que con su retiro Kuhel aprovechó para que su hijo reiciera su vida, pues en un principio ella nunca estuvo de acuerda que dejara la escuela por la milicia.

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-Asi... asi fue como acabe aqui- Levi escuchaba los murmullos que solo pelaban de el.

Eres HermosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora