De dos en dos, el joven Thor, subió las enormes escaleras del palacio. Cuando llegó a la cumbre, corrió por el pasillo a toda velocidad.
Las damas de la corte que lo vieron pasar por las habitaciones y lo escuchaban llamar a su hermano con algarabía, sonreían contagiadas por su entusiasmo. Frigga, quien disfrutaba un momento de paz escuchando los acordes de los instrumentos de sus damas de compañía, mientras leía un viejo documento, lo vio pasar frente a su salón e intrigada por su comportamiento, lo llamó.
Thor se vio obligado a frenar su carrera y regresar sobre sus pasos para atender el llamado de su madre. Frigga dejó los pergaminos en las manos de una de sus damas y estiró los brazos hacia su hijo.
—¿A dónde vas con tanta prisa? —le preguntó cuando entreveró el pelo rubio de su hijo y le acunó el rosto con cariño.
—Estoy buscando a Loki—dijo Thor intentando escapar de la caricia de su madre.
Frigga sonrió, Thor estaba en esa edad en la que los cariños maternales le avergonzaban, así que, por molestarlo un poco, lo dotaba de más de ese cariño. Sabía que, en el futuro, Thor volvería a ella, como cuando era un niño pequeño, y se abrazaría a su regazo en busca de ese amor. Lo sabía, porque ella veía más allá del tiempo y espacio, más allá, incluso, del destino. También, lo sabía, porque era una madre que, alguna vez, había sido hija y alguna vez, también se avergonzó de los mimos maternos, los cuales, ahora, añoraba. Esperaba, entonces, que a su hijo no le faltaran nunca, incluso, cuando no los quería.
—¿Para qué lo quieres? —preguntó la reina con paciencia.
—Tengo que darle una noticia.
—¿Cuál es esa noticia que tan alegre te tiene?
—No te puedo decir—dijo Thor—, padre dijo que él te lo diría.
Frigga entrecerró los ojos y torció un poco la sonrisa. Ya se lo imaginaba y, por supuesto, Odín también se imaginaba su reacción.
—Bien, no me lo digas, pero me ofenderé—dijo.
—Madre...
—No es cierto, cariño—Frigga apretó cariñosamente el mentón de su hijo y tras intentar peinarle un poco el cabello, le besó en la frente—. Tu hermano debe estar en el salón de magia, dijo que tenía mucho que estudiar.
—Entiendo, gracias, madre—Thor estaba por marcharse, pero Frigga se señaló la mejilla y Thor, una vez más, regresó sobre sus pasos para darle un beso justo ahí.
Frigga sonrió, ella también añoraba el afecto de sus hijos. Suspiró, y se preguntó por qué tenían que crecer... tan lindos que eran cuando niños.
***
Loki rodó los ojos cuando se abrió la puerta del salón y la voz de Thor inundó todo el lugar.
—¡HERMANO! —lo escuchó bramar con esa voz roca de adolescente.
—Aquí estoy, no tienes que gritar.
—¡Es que tengo una gran noticia que darte!
Thor atravesó el salón y se sentó frente a su hermano, quien entre almohadones había estado estudiando un par de libros sobre transformación.
—¿Qué? ¿Habrá jabalí para cenar?
Para Thor, el jabalí para la cena era una gran noticia digna de mención, siempre se emocionaba con esas cosas.
—¡No! Pero eso espero—Thor estiró el cuello para intentar aparecer en el campo de visión de Loki, quien mantenía el libro frente a su rostro—. Hermano, hazme caso.
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Promesa
FanfictionEl viaje de Thor tiene un objetivo: cumplir una promesa. Thorki (?)