Prólogo

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Era sábado en la tarde, una tarde muy fría; bastante fría de noviembre. El viento en Seoul y la nieve caían al unísono, la gente no salía casi a estas horas. Y mucho menos por el frío.
TaeHyung, SunHyung y yo estábamos en mi casa, hablando y divirtiéndonos un rato.

- ¿Quieren ver una película?- Pregunté.

- ¡Sí!– respondieron ellos dos al unísono.

- ¿Una de terror?- pregunto SunHyung.

- ¿Qué tal si vemos Verónica?– Preguntó Tae.

-Entonces Verónica será.– respondí

Después puse la película, estuvimos viendo la película. En muchas partes me asustaba, TaeHyung reía de mi cara, agarraba su brazo, lo apretaba y tiraba mientras soltaba un pequeño grito. Y él reía mientras que SunHyung no tenía miedo, luego vimos otra película de comedia y luego de acción. Sin darnos cuenta ya eran las una y media de la mañana.

-___, ¿nos podemos quedar a dormir?- Preguntó mi mejor amiga.

-¿Por qué no?- Respondí sonriente.

Ellos escribieron a sus padres para avisarles que se quedaban aquí. Luego guardaron sus móviles; preparé el sofá como para que él duerma ahí cómodamente. La castaña dormiría conmigo.

-Bueno, tu bella "cama" esta lista señor Kim.-Dije al teñido de azul divertida, resaltando las comillas.

-¿Por qué?- preguntó con un puchero, alargando la "e".

Lo ignoré y me dirigí a la cocina. Él bufó como un niño pequeño

-¿Hay comida para cenar?-Preguntó la mayor.

-Uh, olvidé prepara algo. Haré ramen.-

-¿Necesitas ayuda?-Preguntó Kim.

-Si quieres, puedes ayudarme.-Respondí encogiéndome de hombros

Asentía rápidamente como un pequeño emocionado, sonriendo hasta el punto en el que su sonrisa era totalmente cuadrada.
Le indiqué que saqué algunos trastes, como los bouls y los palillos de metal. Luego abrí el gabinete para sacar los paquetes de la comida ya mencionada; puse agua para hervir, cuando este estuvo listo puse los fideos instantáneos con los condimentos. Y una vez más, cuando estos estuvieron listos, los serví en tres bouls diferentes, agregué huevo crudo y más picante.

-¡Ya está listo!- Exclamé. Los dos vinieron rápidamente.

-¡Woah! huele delicioso.- Dijo TaeHyung.

-Creo que comeré muchos platos.- Sonriendo, opinó la contraria.

Sonreí agradecida. Llevamos nuestras cosas al pequeño comedor, nos sentamos, y comenzamos a comer. Ya eran las tres y media de la madrugada.
Charlamos, reímos, y TaeHyung, en un momento rió tanto que un fideo salió por su nariz. SunHyung y yo reímos a carcajadas mientras el chico moría de vergüenza.

Cuando terminamos de comer, llevamos todo a la cocina y luego subimos para bañarnos y cambiarnos.

-TaeTae, tu ropa está en mi armario. Puedes entrar a mi habitación para buscarla.-

-Está bien.- Atravesó la puerta y desapareció.

-¿Por qué tienes ropa de TaeHyung?- Preguntó la castaña con una sonrisa pícara, queriendo molestarme con él.

-Es que se queda tan seguido, que una vez ya le había dicho que deje ropa aquí.-Me encogí de hombros, relajada. El peli-azul salió de la habitación con su ropa y una toalla; se dirigió tranquilo al baño.

꧁𝓢𝓶𝓲𝓵𝓮𝓼 & 𝓒𝓸𝓸𝓴𝓲𝓮𝓼 [𝓴𝓽𝓱; 𝓳𝓳𝓴 𝔂 𝓽𝓾́]꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora