Días de colores [Starker] EDITANDO

4. Furia (2/2)

·Punto de vista de Tony·

Luego de dejar al mocoso fuí directo a una cafetería, sí, necesitaba otro café más. Como era de costumbre ordené un expreso y un chocolate con leche condensada, el favorito de Peter. Luego de pagar volví al vehículo y subí.

— Mira, underoos. Te traje choc... Oh, cierto — ¿Acaso perdí la cabeza? Realmente había olvidado que apenas hace unos minutos había dejado a Pete frente a la escuela. — Pues bueno, lo tomará cuando vuelva.

Retomé el camino y fuí directo a esa reunión "muy importante" que había agendado Pepper para mí, a veces esa rubia podía ser un verdadero dolor de cabeza, aún así la apreciaba. No por nada somos mejores amigos

Como siempre, la misma basura aburrida. Las mismas preguntas y argumentos "bla bla bla señor Stark esto, aquello bla bla bla"

Pasadas esas dos horribles horas y por fin había acabado ese suplicio y pude volver a la torre. Era hora ¿No? Aunque no era para celebrar tanto pues la CEO estaría esperándome en la oficina.

— He vuelto, Pepper — Anuncié mi presencia al entrar a la oficina

Su mirada se clavó directo en mis ojos, era una mirada asesina. Había hecho algo mal...

De nuevo.

— La reunión de las 10:30 con la compañía de celulares — Lo había olvidado por completo. Industrias Stark estaba en una "guerrilla" con otras compañías de celulares y debíamos actuar rápido para seguir ganando terreno.

— Un "lo siento" no me salvará ahora ¿verdad? — Su mirada era suficiente para saber que la respuesta era un NO definitivo.

Empezó en sermón.

— Eres muchísimo peor que un niño, Tony. ¡No es tan difícil recordar tus responsabilidades y cumplirlas! — rodé los ojos impulsado por el hartazgo y ella lo notó, lo cual hizo peor el sermón.

Bla bla bla, Tony muy mal, mal. Bla bla bla, eres un irresponsable.

— Basta. Ya, lo siento — la interrumpí y fui a sentarme en el asiento de cuero negro detrás del escritorio — Lo extraño. — dije sin querer.

— ¿A Pete? — Me preguntó sorprendida

— Sí, hoy hasta le compré su chocolate de todos los días luego de dejarlo en la puerta de la escuela. Fue inercia pura — reí un poco al recordar aquello

— ¿En qué sentido lo extrañas? — soltó algo sorprendida

— Eh... Bueno, no sé. Extraño que esté detrás mío como un perrito pequeño al cual debo cuidar... Sus preguntas estúpidas, que realmente son muy interesantes, extraño consolarlo cuando siente ganas de llorar, sus ridículas pero geniales ideas para el traje. En fin, pasar tiempo juntos y todo eso — sin darme cuenta un color rosado se apoderó de mis mejillas y Pepper solo sonrió.

— Te sonrojaste — me guiñó un ojo

— Ahg ¿Qué dices? — Solo tomé la carpeta que estaba sobre el escritorio y cubrí mi rostro

— ¿Quieres hablar sobre Peter?... En verdad te estás encariñando con él y se nota demasiado, Tony. Hasta podría decir que te empieza a gustar el "mocoso" — Solo reía, lo decía en broma claramente, pero no sabía que su hipótesis era acertada. Peter empezaba a llamar mi atención.

Le desvíe el tema de conversación, no quería volver a tocar el tema. Realmente no quería. Claro, en algún momento se lo confesaría, pero ese no era el momento. No estaba preparado para aceptar lo que sentía por esa arañita fastidiosa.