De forastero a capitán.
-¿Modificarlo como para un velero de dos personas?, claro que podemos, de hecho estaría listo en unas cinco o seis horas es trabajo fácil, déjenlo en nuestras manos.- Respondió Benedict mientras despedía a sus clientes.
Y tanto Vio como Poll, ahora tenían tiempo libre y suficiente para conocer la ciudad sin recordar siquiera el cansancio que horas atrás se había apoderado de ellos.
-Vaya éste lugar sí que es hermoso.- Habló el joven con asombro mientras cruzaba uno de aquellos largos puentes de madera que conectaban un sector con otro.
-Sí que lo es, hay mucho para ver aquí.- Prosiguió Vio, caminando junto a su compañero.
_____________________________________________
-Ya han pasado tres días y aún no han llegado aquí... aunque vinieran en un bote ya habrían llegado, la corriente los habría arrastrado hasta este lugar a no ser que... hayan conseguido volver a Clover, en ese caso..- Una voz rompió el silencio.
-¡Capitán Davis, todo está listo!- Resonó una voz, quién al momento se dejó ver y se trataba de un hombre vestido de un uniforme blanco con un sombrero del mismo color y una larga espada de doble filo encajada en la funda de la cintura.
-Bien, fijen rumbo del Queen Stella a Clover, ¡debemos encontrar a esos chicos antes de que alguien más los encuentre!- Contestó el capitán.
Aquél forastero desconocido que había llegado a Clover con un perfil bajo y como una persona normal, era en realidad el capitán del Queen Stella, un conocido y peligroso galeón de la flota española "La Ventura" que había sido partícipe de numerosos encuentros, persecuciones y batallas en manos del capitán contra despiadados piratas de los mares a quiénes, después de destruir sus barcos y recuperar lo robado, los entregaban a las cárceles dónde eran fríamente procesados por sus crímenes.
Y bajo la orden del capitán en cubierta, el Queen Stella pronto abandonó el puerto de la isla de Hook fijando proa hacia Clover con el objetivo de hallarse al fin con los portadores de la botella, ponerlos a salvo y finalmente reubicar el mapa en un lugar más seguro pues Davis conocía perfectamente hacia dónde llevaba y de qué estaba compuesto el tesoro.
El enorme e imponente galeón que transmitía protección y miedo a la vez, pronto comenzó a surcar peligrosamente las aguas con las velas extendidas, los cañones en fila y alguno que otro daño exibido a modo de cicatriz de batalla en el casco.
______________________________________________
-¡Poll mira eso, es un galeón!- Vio alzó la voz de improviso, despertando la emoción de su compañero quién sin dudarlo se lanzó a correr hacia el puerto siendo seguida por la joven.
-¡Es un galeón!, ¡Es hermoso!- Poll también levantó la voz.
Pero tan pronto llegaron a la orilla, ambos pudieron ver realmente quiénes eran los dueños de aquella ostentosa embarcación y no eran precisamente personas adineradas o de buen parecer pues quiénes yacían vigilando el barco lucían sucias y malolientes ropas junto con sus cuerpos igualmente sucios y repugnantes, al acercarse, Poll había conseguido ver a dos de aquellos hombres de aspecto asqueroso vigilar y hablar en las cercanías de los botes que habían usado para llegar a la orilla, dejando al galeón a una buena distancia de tierra.
ESTÁS LEYENDO
Almas del mar
AventuraEn un mundo donde la Era de la Piratería está en su auge máximo, dos jóvenes se embarcan en busca de aventuras en el basto mar azul con el que soñaban noche tras noche. Iniciando gracias a un pequeño mapa en una botella que oculta un gran secreto so...