Te Gustaría Leer Esta Historia? Aun No se Como Llamarla :'u

Alas

- Humm... Amor que bien vuele.
- Claro que si, lo hice con mucho cariño.
- Vamos a probar un poquito y..
- ¿Papá?
- Amor creo que le falta miel.
- Tu siempre tan meloso.
- ¿Mamá?
- Alicia desayuna que se te hará tarde para el colegio.
- Pero...-me interrumpió.
- Vamos pequeña hay que desayunar es lo primordial.

No entiendo que pasa...esta mi papá aquí, a pocos metros de mi y mamá esta feliz, incluso hizo el desayuno.

- Y cariño ¿ya revisaste los cajones?
- ¡Papá!- grité.
- Alicia - me miro directo a los ojos y dijo en un susurro- los ca-jo-nes.
- Papá tú estas, esto no es real.- me seguía mirando mientras sonreía, de pronto toda su cara se iluminaba mientras iba desapareciendo.
- ¡papá!

- Ah- y me desperté... Todo fue un sueño y mi cara estaba mojada, me senté en la cama mirando hacia la nada, luego mire la hora que marcaba las 4:00 am y me quedé recordando el sueño y sentí como mi cuerpo se estremecía, de pronto una voz resonó en mi cabeza.

"los cajones"

¿Los cajones? En el sueño mi padre hablaba de unos cajones, ¿cajones? ¿Por qué?

Automáticamente me levante y empecé hacer el aseo, hoy era sábado y la casa estaba en completo silencio como siempre, hasta que llegó mi tía Marie.

- Buenos Días Alicia. - me saludo mientras entraba con un montón de bolsas.
- Buenos Días Marie. - Me dio una mirada de desaprobación y luego continuó.
- Bien, estas son todas las compras para el mes que viene, ¿Como esta tu mamá?¿Ya se levantó?
- No, aún sigue durmiendo.
- Hum, entonces prepararé el desayuno ¿Tú ya desayunaste?
- Si.
- ¿Ya hiciste tus tareas?
- Si.
- Vaya, vaya, parece que hoy alguien está libre. - soltó una pequeña carcajada, mientras que yo la miraba con la misma cara de siempre.
- Lástima que tu primo no esta aquí para que...no lo se... ¿Hagan lo que hacen los primos?
- ¿Hum?
- Ya sabes jugar, platicar- se aclaro la garganta. Bien iré a preparar el desayuno y el almuerzo.
- Bien.

Marie se retiro de la sala a la cocina y yo me quede parada en silencio, luego decidí pasar por el cuarto de mi madre.

Cuando llegue a la puerta de su habitación, dude en entrar pero luego empuje la puerta cuidando de no hacer mucho ruido y ahí estaba ella postrada en esa cama desde lo que paso.

Me acerque y me quede observando su rostro, ese bello rostro que con solo mirarlo te hacía sentir la persona más afortunada del mundo, y que cuando sonreía te hacía ver lo bueno de la vida y al escucharla hablar te llenaba de alegría, ese rostro que ahora estaba marchito, ahogado en la tristeza, y que su único consuelo era el sueño.

Pero lo único que buscaba era el sueño eterno.

Sentí nuevamente un vacío dentro de mi, así que mejor decidí salir de ahí.
Me puse a merodear por los pasillos de la casa y bueno no es tan grande que digamos es de dos pisos pero estrecha y tiene un pequeño patio con un pequeño almacén y... El almacén, recuerdo que en el segundo piso en el pasillo teníamos un stante, bueno y el único que lo usaba era mi padre.

Volví a subir y efectivamente ya no estaba el stante, salí al pequeño patio y me dirijí al almacén, estaba con un candado.

Una llave, ¿donde podría estar? No tenía más remedio a buscar una llave, el único lugar donde podría estar era en el cuarto de mamá.
Subi con paso ligero y mi madre estaba en el pasillo.

- Alicia.
- Mamá - me puse un poco tensa de pronto se oyó ruidos de la cocina.
- Oh, Marie ya llego, ¿que hora es?
- Ya deben ser las 10 am.
- Ya veo.

Era la primera vez que se levantaba temprano, siempre suele levantarse a la hora de almuerzo, o simplemente extendía sus horas de sueño hasta la noche.

- Mamá...
- ¿Hum?
- El almacén...
- ¿Qué pasa con el almacén?
- Esta con candado...
- Si, lo sé.
- ¿Dónde está la llave?
- No lo se, ¿Hay algo tuyo ahí?
- Hum... No.
- Bien, bajaré a desayunar, ¿tú ya desayunaste?
- Si.
- Bien.

Cada día era peor, no lo soporto.

Me quedé parada observando como mi madre baja a lentamente las gradas hasta que desapareció.

Me dirijí entonces a su cuarto y empeze a buscar en sus cajas y armarios incluso abrigos. Y entonces encontré una nota en uno de ellos.

Mi amada:

Como podría describir este amor por ti, solo se que te quiero y deseo solo a ti, porque siento que estoy vivo cuando escucho mi nombre en tus labios, y me haces sentir el más afortunado, por tenerte, te quiero a ti y solo a ti en todos los mundos, te elijo a ti.

Que nostalgia, mi madre se refugia en el dolor y mi padre tenía esperanzas incluso en otros mundos.
Lástima que no pude conocer esta parte de él.

Busqué y busqué y nada, no había ninguna llave.
Decidí ir a mi habitación y me heche en mi cama, mirando el techo me preguntaba ¿qué hay después de morir? ¿Somos consientes de algo?
¿Si todo el tiempo hay personas que mueren porque hay coincidencias con las que nacen? ¿Por qué hay personas que anhelan la muerte?¿Acaso ya han tenido alguna experiencia cercana a la muerte y saben lo que sucede? ¿Por eso creen que es la más hermosa solución?¿Cómo saben que descansarán en paz? ¿Qué... Estará haciendo mi padre ahora?
Me la pase dando vueltas a estas preguntas aveces les encontraba respuesta pero eran tan imposibles, que se quedaban en el aire.

- ¡Alicia!

Salí de mi habitación y respondí.

- ¿Marie?
- Alicia, baja almorzar.

Baje almorzar y ella no se encontraba otra vez.

- ¿Dónde está mamá?
- Es un caso, dijo que se había llenado con el desayuno y se fue a su habitación.
- Esta mucho más desnutrida.
- No quiere ir a un doctor. Hacemos lo posible.
- Creo que no es lo suficiente.
- ¿Alicia?

Subi directo al cuarto de mamá y dije.

- Baja a almorzar.
- Alicia, no tengo hambre, me siento llena.
- Ya son las 3 - así es, gracias a mamá nuestro horario de distorcionaba.
- He dicho que no.
- Estas más desnutrida.
- A tu padre no le gustaría así ¿no?
- ¿Qué?
- Sí, sé lo que le disgustaría.
- ¿Podrías poner de tu esfuerzo?
- Qué fácil superas las cosas.
- No... no es así.
- Ya veo, se nota a simple vista.
- No comprendo, ¿Qué tratas...?
- ¡Ya basta! Odio tu lástima.
- ¿Qué?

- Alicia.
- Marie.
- Ven, ven conmigo.
- No comprendo.
- Tranquila, tu madre esta así porque aun no lo acepta ¿si?
- Hum.
- Alicia, cariño - me tomo en brazos y sentí su pena y desesperación.
- Marie, sabes ¿Dónde esta la llave del almacén?
- ¿El almacén?
- Si
- No tengo ninguna llave del almacén.
- Entonces ¿quién le puso el candado?
- Tal vez lo hizo tú mamá.
- ¿Podrías preguntarle?
- Está bien.
- Y si tiene la llave, que te la dé.
- ¿Qué buscas ahí?- Solo me le quede mirando, como siempre lo hacía.
- Esta bien, ya me voy, no te acuestes tan tarde Alicia.

La mayoría del tiempo la pasaba encerrada en mi cuarto, el lugar perfecto para "perder el tiempo".
¿Los sueños en verdad tendrán un significado? Tal vez fue algo del momento, y no tengo que buscar nada, pero sentía ese bicho de curiosidad que agita las alas con desesperación.