Capítulo Treinta.

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Suelto un largo suspiro viendo la fachada del gran edificio, involuntariamente una pequeña sonrisa se forma en mis labios, veo como Sook se baja del auto con una gran emoción. Yo siempre me rio, y ella siempre está emocionada, estamos destinadas a estar juntas. Paso el dorso de mi índice por el puente de mi nariz volviendo mi vista al gran edificio del señor Kim.

Demonios, estoy tan nerviosa, mis manos sudan, las paso a cada rato por mi cabello, no lo tenía suelto del todo, aún así pasaba mis palmas sudadas por ahí, también por mi pantalón. Go fucking crazy. Me acabo de acordar de esa canción, Cake By The Ocean, DNCE. Joe Jonas, Dios, ese tipo esta demasiado bueno. Si lo llego a conocer voy a aplicar la técnica de Bambam. ¡Joe, hazme un hijo!. Nah, mentira, ahora tengo a Yoongi.

  - ¡T/N!. 

  - Ay, Sook. - le di una mala mirada por haberme gritado en el oído. ¿Le pica el...

  - ¿En quien piensas?. - Ay no, ya puso su cara de pervertida, viendola de cerca se parece a Bambam, no, Bambam es único, único en su especie. - ¿En Yoongi?. - creo que sigue emocionada por todo lo que le acabo de contar de mi noche anterior.

  - De hecho, estaba pensando en Joe Jonas.

  - Oh. - pasó un brazo por los hombros, obligándome a caminar con ella. - Bueno, ese tipo esta muy bueno, no es raro que tengas pensamientos sucios con el.

  - Nick también está bueno.

  - Los tres Jonas están buenos.

Tiene mucha razón.

Entramos al mismo tiempo por las puertas del edificio, habían muchas personas caminando de un lugar a otro, las mujeres vestían de una manera muy formal, mientras que los hombres con traje. Y bueno, yo estaba muy sencilla la verdad, tampoco quería arreglarme mucho, aunque es mi primer día de trabajo.

Habían muchas personas, también habían muchas exhibiciones, muebles de cocina, de baño, diseños de salas de estar, diseños de baños, comedores, habitaciones. Se ve que se dedican mucho en diseñar, todo se tan meticulosamente arreglado. Ojalá algún día pueda diseñar alguna exhibición de este lugar.

  - Sook. - me queje un poco tratándome de alejar un poco de ella, me tenía presa contra su cuerpo. - Van a pensar que somos novias.

  - ¿Y?, ¿No somos un cuarteto?.

  - Que fuerte.

  - ¡Mira!. - me soltó, al fin puedo respirar bien, digamos que las miradas que recibimos porque ella me abrazaba por la cintura, no fueron muy bonitas. - Ella te va a ayudar en todo. - me tomó de la mano obligándome a caminar más rápido hacia nose-donde.

Me disculpe con algunas personas a las que choque accidentalmente gracias a Sook. Traté de soltar su mano, pero cuando me giré de nuevo al frente, estaba justo al frente de una chica, literal a unos centímetros.

  - ¡Hola!. - una gran sonrisa adornaba su rostro. Me hice hacia atrás viendola mejor, Dios que alta.

  - Ho-hola.

Lo primero que me llamó la atención fue sus facciones, no es de aquí. Alta, su forma de vestir no es algo que usarían las coreanas, a ella le queda muy bien, cabello  de color negro largo, tes blanca, una gran sonrisa dejando a la luz su blanquecina dentadura. Sonreí un poco, su sonrisa me asustó un poco, aunque inspira mucha confianza.

  - Tu debes ser T/N, ¿cierto?. - asentí viendo hacia arriba, no es tan alta, pero si más que yo.

  - T/N, ella es Sabrina, ella te va a ayudar en todo lo que necesites.

Crush. >> Min Yoongi 《Yoongi y Tu.》 EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora