Cap 12

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TP kongpob

Maldita sea no puedo creer que Peperlin se fuera sola a la facultad, ella sabe muy bien que todos los malditos días Ming y yo venimos por ella, pero no sé qué bicho le picó que ahora se le dió por irse sola.

Pase más de diez minutos golpeado su puerta al punto de que varias personas se asomaron por la puerta de sus respectivos departamentos para ver el porqué de tanto disturbio. Admito que entre en pánico al no encontrar respuesta a mis llamados y talvez use más fuerza de la que debí, pero entiendanme. Si los persiguieran no estarían igual que yo? Totalmente preocupado? Y a punto de tener un colapso nervioso? No creo heber exagerado en lo más mínimo...

Luego de buscarla hasta por debajo de las piedras y antes de que me quede calvo por arrancarme tanto el pelo por no encontrarla, Ming me llamo y me dijo que ella estaba bien, que estaba con el y que ahora mismo estaban en la facultad. Sentí un enorme alivio al oírlo decirme eso por lo que rápidamente me puse en marcha. Apenas llegué, ella sabrá lo que es bueno. Si lo sé paresco su padre, cuando la pequeña hija se va a ver con su primer novio, pero no voy y no puedo permitir que algo malo le pase, jure proteger a mis amigos y eso es lo que haré...

Al llegar a la facultad mi aura nada agradable se hace notar, todos los que me ven seguramente notan que no estoy nada feliz por lo que se alejan de mi en cuanto me ven la cara, pero eso no me importa, lo único que quiero ahora es llegar junto a mis dos amigos y regañar a Peperlin, eso es todo lo que quiero hacer, esta es la primera vez que ella hace algo así y no se lo voy a dejar pasar...

Acelero mis pasos al verlos no muy lejos de mi, donde una Peperlin totalmente en pánico y apretando su pollera con ambas manos en señal de nerviosismo y un Ming que sabe que arrastro al mismo diablo están a mi espera, ellos saben muy bien que no estoy nada feliz...

- Kong lo lo siento!! Dice ella totalmente angustiada ante mi presencia...

Ella sabe que estoy molesto y eso es fácil de notar, prácticamente echo humo por mi nariz y podría quemarla con mi mirada, pero verla tan nerviosa y con el gesto de culpa que tiene me da un no se qué! Que me derrite, es la primera vez que me enojo con ella y se que seguramente no lo hizo adrede, pero no puedo esconder mi enojo..

- Quieres matarme de un infarto!? Acaso no mides tus actos? Porque comino no estabas en tu departamento?! La regaño totalmente molesto con una pregunta tras otra...

El silencio ronda ante mis regaños y el puchero cual niña de cinco años se pronuncia aún más y sus ojos muestran un brillo bastante triste, haciéndome notar que talvez me excedi un poco. Lo malo de todo es que no puedo ver a Peperlin así, más cuando la regaño, su puchero malditamente encantador me hace doblegar ante mis palabras, soy malditamente débil. Suelto un suspiro bastante pesado y niego repetidamente antes de acercarme a ella abrazarla con fuerza, por lo que ella ante esto ella hunde sus rostro en mi pecho cual cachorro regañado, mientras suavemente acarició sus cabellos tratando de que quite esa exprecion que mis palabras le produjeron y ahora me hacen sentir culpa...

- No lo vuelvas a hacer o al menos envíame un mensaje para no volverme loco! Digo con una voz ahora más serena, mientas poso un beso en su cabeza...

Ella solo se limitó a asentir con su cabeza ante mis palabras y dándole un gesto de que todo estaba bien ahora, los tres nos pusimos en marcha a nuestras respectivas clases.
Hora tras hora mi mirada no se apartó de ella ni por un solo momento, prácticamente parecía un alcón al acecho de su presa, incluso la acompañe al baño. Lo sé exagero un poco, pero el miedo de que se me pierda nuevamente me abrumaba, por lo que no me interesaba que mis ojos perforaran su nunca durante todo el día, hasta que finalmente la dejé en su departamento en el que me quede durante aproximadamente treinta minutos caminado de una punta a la otra y sin apartar mis ojos de ella, hasta que ella prácticamente me rogó que yo me fuera, si así es, me echo, de una manera encantadora, pero me echo....

Talvez Peperlin necesita más libertad, talvez debería dejarla ir de apoco y que explore más por su cuenta, en vez de tenerla todo el tiempo bajo vigilancia, pero la seguridad es primero, así que si me manda mensaje cada vez que quiera algo, puede que lleguemos a un arreglo...

Al llegar a mi apartamento miro mi alrededor por un momento hasta que inconscientemente me detengo posando mi mirada en mi ventana. De repente el anhelo por acercarme a ella y talvez poder ver a P Arthit me invade, pero yo ya tomé la decisión de ya no verlo, de ya no estar como un maldito acosador detrás de él. Si bien la decisión de dejar de hacerlo, no fue solo por mis amigos, si no que también fue por el echo de que el que esté con migo aunque solo sea algo, talvez pasajero, lo pondría en peligro y yo por mi parte no quiero eso para el. Aunque juro que mataría por poder verlo aunque sean solo unos segundos, extrañamente lo extraño, si es algo solo del momento, porque me siento así?

Rápidamente me levanto de mi cama ante mis pensamientos y camino de un lado a otro en mi habitación tratando de sacar a P Arthit de mi cabeza, admito que talvez parte de mi enojo de hoy, bueno está bien, mayor parte de mi enojo de hoy no era solo por Peperlin, realmente siento que P Arthit me hace falta..
Pero que puedo hacer? Si le digo algo seguramente me mandará al diablo, pero por otra parte no resisto no poder verlo. Si ya, se no pasó nisiquiera unos pocos días y ya me estoy volviendo loco...
Suelto un largo suspiro mientras obcervo su foto en el chat y sin siquiera darme cuenta mis dedos escriben por sí mismos como si tuvieran vida propia y envían el mensaje que al verlo me deja totalmente perplejo...

📲💬P Arthit

- Te extraño P.

Mierda......

Soy el número 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora