[ You Are Mine Until Death ] [Historia En Pausa]

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     Un día normal en la casa Fazbear, Fred estaba en su cama revisando su teléfono, su familia no estaba y realmente no tenía nada que hacer... Estaba viendo memes, se reía con unos y con otros se mataba a carcajadas por qué el también había hecho algunas de esas tonterías.

   En un momento de su diversión escucho el timbre y aún que tuviera flojera se levantó y bajo al primer piso a abrir, una sonrisa se formó en su rostro al ver a su amado albino, hace dos días que no lo veia pues era fin de semana y esos días usualmente no estaban juntos, se hizo aún lado para que pasará, sintió si corazón latir como loco. Fue a sentarse junto al chico en la sala.

— ¿Tenías algún evento cerca o algo?— jugo un poco con su cabello.

—No... Quise venir a verte—

—(๑♡⌓♡๑) — las palabras no salían de su boca, esa emoción lo invadía por todo su ser— ¿E-Enserio?—

—Si... ¿Te molesta?— sonrió de lado.

—No para nada, solo que me siento tan feliz de que quisieras verme— su sonrisa se hizo más grande.

—Tengo hambre, no he comido en un rato, ¿Tienes algo?—

—No... Digo si, ahorita mismo te preparo algo, lo que tú quieras— se levantó rapidamente—Por ti me vuelvo el mejor chef—

—Estoy bien con unos chilaquiles—

—Enseguida primor— se acercó y le plato un fugaz beso que duro al menos varios segundos, al separarse Fred chillo contento— En un momento lo traigo—

   Se fue rápidamente a la cocina, no podía contener su felicidad, se sentía el hombre más dichoso del mundo, moría por qué le dijera que era útil, con esto seguro y se lo decía, se sonrojo un poco pero siguió haciendo su comida. Mientras tanto en la sala, el albino se levantó para ver alrededor, tomo una fotografía puesta en una mesita donde habían otras decoraciones, era la familia Fazbear, los padres... El hermano... Fred... Se veía tan lindo, hizo la mejor elección con ese niño, era manipulable y accesible, aún faltaban algunos detalles para prepararlo como su pareja... Y eso involucraba hacer un pequeño trabajo.

   Si lograba mantenerlo a su lado después de eso, sería suficiente para el y lo mantendría a su lado por el resto de sus vidas.

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   Ambos estaban en el comedor, mientras el mayor comía Fred solo lo contemplaba, soltó un largo suspiro y luego se acercó para besarlo, su beso fue rechazado pero ya no le importaba, se sentía tan perdidamente enamorado que ya no le importará lo que le hiciera estaría bien con eso.

—¿Te gustó?— pregunto el azabache cuando el otro acabo de comer.

—Estuvo rico— se acercaron— Pero estaría más rico tu cuerpo abajo mío mientras gimes por mas—

—Gold, y-yo nunca lo he hecho— su cara tomo un color similar al jitomate—Puedo ser el pasivo si quieres pero... Tengo miedo de hacerlo con otro hombre—

—Te quejas de que me acosté con otra chica y ya sé que tú te has acostado con todas las de la escuela—puso su mano en su pierna y empezó a moverla de arriba a abajo.

—Pero... Eso fue antes... Yo— que lo tratarán de seducir le hacía sentir nervioso— No lo sé, mi cabeza no está pensando ahora—

—Que interesante, el machote que se cogió a todas—subió más su mano—Intimidado por otro hombre, te haré sentir mejor de lo que todas ellas pudieron—