𝗪𝗘'𝗥𝗘 𝗣𝗔𝗥𝗧𝗡𝗘𝗥𝗦 ||𝐁𝐮𝐠𝐡𝐞𝐚𝐝 & 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐮𝐬𝐞𝐡𝐚𝐫𝐭||

🌺𝐩𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.

S P R O U S E H A R T💗
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Era la mirada en su rostro, lo que lo tenía idiotizado.

Eran los ruidos que hacía, los que lo hacían sonreír con dicha.

La forma en la que ella exhalaba su nombre.

La forma en la que sus caderas se levantaban, su pecho subía y luego caía.

Su aliento bajaba, su mente se quedaba en blanco cada que la miraba de esa forma tan pecaminosa en la que ella le permitía.

Su piel se sentía como si estuviera en llamas cuando entraba en contacto íntimo con la suya.

Cuando ella llegaba a su orgasmo, solo conocía su nombre y él solo conocía el de ella.

Eran todas esas cosas lo que lo hacían tan adictivo, que se hicieron increíblemente adictos al sexo.

Por lo general, era más de una vez, era cotidiano. En el set, en los camerinos, en el baño, en su cama, en la suya, en el sofá de su apartamento.

En cualquier momento y en cualquier lugar.

A veces era suave, era lento y tierno.
A veces era duro, era posesivo y rápido.

Y a Lili le encantaban las dos versiones de aquel castaño.

Sin embargo, esa noche, no podía descifrar a cuál versión tenía encima suyo y haciéndola gritar de verdadero placer.

Cole tiró de su cabeza hacia atrás, con los dedos entrelazados a través de su cabello dorado. Estaba enamorado de eso, la sensación de tirar de las hebras entre sus dedos hasta que su cabeza retrocedió bruscamente, obligada a mirar nada más que a donde él quería, al techo, a sus ojos.

Era por la mañana, y también por la noche.

En cada momento de vigilia que él la quería y que ella lo quería a él.

Ninguno se negaba, simplemente se entregaban con total placer y dejaban que el otro hiciera de su cuerpo su voluntad.

Ahora, eran las tres de la madrugada y él estaba entrando y saliendo de ella, enterrado hasta la empuñadura, besándole el cuello y susurrando obscenidades sobre su piel mientras ella le clavaba las uñas en la espalda.

Lili suspiraba, gritando en voz alta, jadeando por toda su piel caliente y sudorosa, aferrándose a su cuerpo mientras gemía como posesa. Con el cabello recogido entre sus dedos, la cabeza hacia atrás, los ojos en el techo y los labios ligeramente separados mientras le pedía más.

Ella estaba tratando de guardar silencio por el bien de sus amigos en el dormitorio al otro lado del pasillo, pero él la estaba embistiendo tan fuerte y a la vez tan lentamente que no podía quedarse callada.

Sus caderas sacando cada empuje hacia adelante, cada tirón hacia atrás. Las bisagras de la cama suspiraban y la madera de la cabecera golpeaba ruidosamente la pared.

Gemidos y más gemidos desesperados salían de los labios de Lili mientras Cole seguía pidiéndole que se callara entre leves suspiros. Lo que lo llevó a poner una de sus manos sobre su boca para amortiguar sus ruidos.

Pero no sirvió de mucho.

Cole estaba bastante deseoso, mirándola con lujuria mientras ella seguía gimiendo tan malditamente fuerte para él. Parecía ser que su nombre era la única palabra que ella sabía en esos momentos, y eso lo sobre-excitaba a una manera en la que le era difícil controlarse.