Blake solo tenía 16 y trabaja en el bar de Oswald, eran pocas las ocasiones en que se encontraba con su jefe en el trabajo, aquellas pocas veces había notado como el hombre de nariz afilada la observaba, era tímido e inseguro pero sus ojos vagaban por su cuerpo mientras disimuladamente miraba de reojo creyendo que la niña no se percataba.
- ¿ Quiere algo de beber jefe?
- Creo que ya he bebido mucho hoy, además mañana debo reunirme con Nygma muy temprano - Su mano acarició su pierna mientras una mueca de dolor se fijaba en su rostro.
- ¿Duele? - pregunto Blake algo asustada
-Solo son calambres nada grave, unos cubos de hielo y mi pierna estará mejor, pero ya es tarde, subiré a mi oficina , llama a Víctor, dile que pase por mi, debe llevarme a la mansión.
Blake observó las muecas de dolor, no pudo evitar sentir lástima por aquel hombre solitario, sus ojos lo acompañaron hasta que se perdió rumbo a su oficina. Recogió los vasos y espero hasta que el ultimo cliente saliera, de seguro podía subir y llevar algo de hielo, ¿ que tan malo sería? Tal vez luego llamaría a Víctor.
Apagó las luces y la música, tomó el hielo y subió las escaleras, no sabía porque pero su corazón se aceleraba con cada paso que daba, ¿era miedo? O ¿emoción? No sabía con seguridad solo estaba segura que quería estar en esa habitación. Escuchó una melodía suave antes de llegar a la puerta, se arregló el cabello y limpió su cara, estaba algo sudorosa.
"¿ Puedo pasar?" Sus dedos tamborilearon en la madera antes de preguntar.
¿Blake? Susurró Oswald, pensé te habías retirado, pasa la puerta está sin seguro, adelante.
La niña entró algo temerosa, era la primera vez que estaba a solas con el señor del Crimen ,aunque para ella solo era un hombre nervioso con unos ojos azules tan fríos como la nieve. " Traje algo de hielo, pensé que estarías aún con dolor en tu pierna", lo pondré aquí,en un momento llamo a Víctor para que pase por usted"
No era necesario Blake, pero gracias, quieres tomar algo?
La joven asintió con una sonrisa, mientras se sentaba en el sofá, "este lugar es agradable"- exclamó - ya entiendo porque te gusta estar aquí todo el tiempo.
" Es como mi lugar de estrategias, desde aquí puedo controlar toda Gotham, es soberbio pero siempre he pensado que esta ciudad me pertenece solo a mi"
Oswald se acerca a la chica y se sentó a su lado, tal vez es el alcohol en su cuerpo, pero se permite sonreírle de manera encantadora.
"Creo que todos saben que esta ciudad es tuya, debe sentirse poderoso con tanto dominio en las calles" Blake tomó un sorbo de vino mientras observaba la respuesta de su jefe.
" Lo estoy" , cada ciudadano me reconoce como el señor de esta ciudad, y créeme es casi glorioso ver el temor que se infunde en sus rostros cuando mi nombre es pronunciado", su cara se llenó de orgullo mientras sus labios se pegaban a su copa.
Los ojos de la niña miraban detenidamente su rostro mientras se ruborizaba ante su figura, tanto poder, tanto orgullo. Blake puso su copa en la mesa y lo miró fijamente.
Oswald notó su mirada,¿pasa algo?- exclamó con ternura.
-Tienes bonitos ojos, ya te lo habían dicho?
