Capítulo 3
Una vez que salimos de la casa, Evan me guió a la parte de atrás de la misma, la cual tiene un jardin inmenso que no había visto en el tiempo que llevo aquí y al final un pequeño establo con plaza para un solo caballo.
- tienes tu propio caballo. Le dije asombrada y corriendo hasta el lugar en donde se veía un hermoso ejemplar completamente negro, Evan llego a mi lado y ambos estábamos frente al caballo, el abrió la puerta que lo mantenía dentro del establo, lo acarició y me lo presentó.
- Xhantia te presento a potro, potro ella es nuestra invitada Xhantia. Dijo Evan mientras acariciaba el lomo del caballo.
- Hola potro un gusto conocerte. Dije sonriéndole y el caballo hizo un sonido como si respondiera a mis palabras y eso hizo que me enamorara del animal.
- Puedes tocarlo no te hará nada y se nota que le caíste bien. Me instó Evan, pero sentía miedo de hacerle daño al caballo y más porque Evan me dijo que ese es su mayor tesoro.
- No temo que el me haga daño a mi si no al contrario, temo dañarlo yo a él. Le dije manteniendo mis manos alejadas del caballo.
- De que estás hablando, no veo de que forma podrías dañarlo, anda acércate, igual para montarlo tienes que estar muy cerca de el. Y me sonrió para animarme
- No quiero hacerle daño a tu mayor tesoro Evan,0 así que mejor no. Mi tono fue más fuerte de lo que pretendía.
- Está bien, por el momento lo dejare estar, pero en un rato lo montaremos así que ve pensando en ello, mientras podemos caminar y así me cuentas lo que te ocurrió para que llegaras anoche a mi puerta. Comenzamos a caminar uno al lado del otro y poco a poco nos adentramos en el bosque, luego de un rato de caminar llegamos a una zona abierta del bosque que se extendía por kilómetros y quedé impresionada por el verde adornado de flores de diferentes colores que salpicaban el paisaje aquí y allá, Evan debió darse cuenta de cómo miraba todo porque en un momento me dijo con una sonrisa en su rostro.
- Miras todo como si es la primera vez que ves algo así, es bueno tener aún la capacidad de maravillarse al observar un paisaje, a mi me fascina este lugar es hermoso y muy tranquilo, trato de venir tan a menudo como puedo.
- La verdad es que sí, es hermoso y miro todo como si fuera la primera vez porque realmente lo es, Evan aunque no me creas, desde los 5 años estuve encerrada en una casa en la que solo veía luz a través de una ventana, las únicas personas con las que conviví y tuve contacto durante estos 18 años de encierro, fueron mi madre, mi padre y mis 6 hermanos, nadie más aparte de ellos y ahora te conozco a ti, nadie más, y mis padres hicieron eso porque creyeron que yo era peligrosa para las otras personas, por lo que puedo hacer y aunque sé que no me crees en algún momento te lo demostraré. Le dije mirándolo directamente a los ojos.
- No es que no quiera creerte, es simplemente que es algo que no te dicen todos los días, una persona capaz de hacer ese tipo de cosas que afirmas solo se ve en películas, sin embargo suenas sincera y no veo por qué no creerte. En su voz se podía sentir cierta duda a pesar de que decía que me creía, pero no podía culparlo si como el decía nunca había sabido de alguien con mis dones.
- Cuéntame algo de ti Evan, quiero conocerte, eres la primera persona que tengo cerca en 18 años y debo decir que soy afortunada porque eres un hombre muy amable. Sentí mis mejillas arder por el rubor, luego de decir esas palabras, creo que Evan lo noto porque antes de hablar me sonrió ampliamente.
- Pues, qué puedo decirte de mi, nací y crecí aquí así que soy un chico local, desde pequeño me encantó la medicina y luego de morir mis padres en un accidente, quise con más ganas algún día ser médico, viví con mis abuelos desde los 16 hasta que me fui a la universidad me gradué y desde entonces hago lo que más me gusta hacer, ayudar personas, mi amor por los caballos y por montar lo tengo desde los 20 y desde entonces es algo que me ayuda a relajarme y desconectar de todo, hace dos años pude comprar a potro y desde entonces somos el y yo contra el mundo, creo que eso es un resumen bastante preciso. Y allí apareció otra vez esa sonrisa que me estaba volviendo loca poco a poco.
- Alguna vez te has enamorado Evan. La pregunta salió sin pensarlo y parece que le sorprendió tanto como a mi el hacerla.
- Enamorado, no nunca antes me he enamorado, aunque en este momento creo que corro un grave peligro de que eso pase pronto. Su mirada penetraba profundamente en la mía y sus palabras me hicieron estremecer.
- Y por qué crees eso. Mi voz salió como un susurro al notar a Evan tan cerca.
- Me parece que hay fuertes probabilidades de que eso ocurra a causa de una chica con cara de ángel que toco a mi puerta. Evan no quitaba su mirada de mi y yo cada vez me ponía más y más nerviosa de tenerlo tan cerca.
- Que edad tienes Xhantia.
- 23 y tu. Le dije casi sin aliento
- 30. Alguna vez te han besado hermosa. Su mano fue directa a mi mejilla para acariciarla y yo incline mi cabeza hacia su toque.
- No. Dije mirándolo directamente a los ojos.
- Sabes lo que es al amor Xhantia. La voz de Evan se volvía cada vez más profunda y a mi me costaba cada vez más hablar.
- Solo lo que he leído en los libros. Respondí con sinceridad.
- Nada más alejado de la realidad, pero el ideal que toda mujer busca, si te beso en este momento huirías de mi Xhantia.
Me quedé inmóvil ante su pregunta, un beso, Evan quería darme un beso y pensaba que si lo hacia yo saldría huyendo de el, negué con mi cabeza lentamente en respuesta y Evan se aproximó despacio hasta que sus labios estuvieron sobre los míos cálidos y suaves.
El roce de sus labios hizo acelerar más mi corazón y que mi cuerpo se sintiera como flotando, era una sensación magica. Me separe de Evan cuando sentí que el beso se volvió más y más intenso.
- Lo siento es que es la primera vez que alguien me besa, podemos hacerlo más despacio para ir adaptándome por favor. Evan me miraba con una sonrisa dulce y un brillo diferente en sus ojos.
- Tenemos todo el tiempo que quieras y será todo lo despacio que necesites. Y entonces lentamente me acerqué a el y volvimos besarnos, a medida que el tiempo transcurría yo me sentía en una nube y Evan se encargó de no bajarme de allí por un buen rato, fue amoroso y delicado exactamente como había leído en tantos de mis libros y di gracias a Dios que Evan haya sido esa persona que me dió refugio.
- Eres hermosa, no me canso de mirarte, eres fascinante, no estoy seguro, pero creo que eres la respuesta a una plegaria que elevé al cielo justo el día antes de que llegaras a mi puerta y si es así doy gracias a Dios por haber respondido de esta forma. Lo miré extrañada sin entender.
- No entiendo que de qué plegaria hablas. Pregunté curiosa
- El día antes de que tocaras a mi puerta, le pedí a Dios conocer el amor, di gracias por todo lo que me ha ayudado a conseguir hasta ahora y le pedí por la llegada de la mujer de mi vida, una mujer que pudiese amar libremente y que me ame de la misma forma y justo después apareciste tú en mi puerta con tu cara de ángel y esos ojos hermosos que me hipnotizaron, así que supongo que eres la respuesta de Dios a mi petición, sé que no nos conocemos aún pero podemos ir haciéndolo poco a poco, solo quiero que sepas que cuentas conmigo para lo que necesites.
- Que hermosas palabras dices Evan, gracias de verdad gracias por ser tan amable y cariñoso. Y yo también quiero conocerte, pero sinceramente en este momento no se que voy a hacer y si mis padres vienen a buscarme y me obligan a irme con ellos. El pánico sustituyó a la exaltación que sentía hace solo unos minutos la sola idea de regresar al encierro me aterraba.
- No permitiré que nadie te encierre otra vez, si me lo permites te protegeré. Y me estrechó contra su fuerte pecho en un abrazo protector.
-Estando conmigo no te ocurrirá nada, eres mi ángel enviado por Dios y no te dejaré ir de mi lado. Me separó de él solo para besarme nuevamente diciéndome en ese beso que en sus brazos estaba segura.
Evan me animó a que montara con él a potro y paseamos por un largo rato, hasta que comenzó a caer el sol y nos dispusimos a regresar a casa, me abrace fuerte a Evan con el pensamiento de que este había sido el mejor día de mi vida.