Capítulo 4
Han pasado dos semanas después de haber llegado a la puerta de Evan y he vivido junto a él momentos mágicos e inolvidables. Me ha llevado a conocer y a recorrer los alrededores, hasta me llevó al hospital donde trabaja y lo pude ver en acción por un rato, hasta que me envió a casa en un taxi ya que aún no me sentía segura de estar yo sola por miedo a perderme. Evan ha sido muy paciente conmigo a pesar de que he notado cómo reacciona su cuerpo cuando estamos solos y nuestros besos se vuelven muy intensos y mi cuerpo también reacciona de formas muy intensas, Evan siempre se separa respira y hablamos de cosas que nos distraen.
Hoy Evan esta de guardia nuevamente y decido visitarlo en el hospital y darle una sorpresa, en cuanto entro pregunto en el puesto de enfermeras por el doctor Evan Lowis y me indican que se encuentra en el área de cuidados intensivos, me dirijo hacia esa área del hospital en busca del hombre que me tiene loca de amor y me lo encuentro justo cuando está saliendo por las puertas que dirigen hacia la sala de cuidados intensivos, de inmediato me doy cuenta que algo le ocurre, su cara y su postura me dicen que algo está mal y me apresuro a llegar hasta el.
-Evan, estás bien, qué ocurre. Me pone muy nerviosa el gesto de tristeza que veo en su rostro, el solo me mira y me abraza fuertemente.
-Me siento tan impotente de no poder hacer nada, tantos años de estudio, tanto avance científico, pero aún así puede que muera y no podré hacer nada. La tristeza se hace visible en su voz y noto que esta conteniendo las lágrimas.
-De que me estás hablando por favor dime qué sucede.
-Es Connor un niño de apenas 6 años que estoy atendiendo, necesita un transplante de médula urgentemente o morirá, ya se le han realizado pruebas a todos los posibles donantes pero ninguno es compatible y me siento cruzado de brazos sin poder hacer nada, ese niño se ha vuelto muy especial para mí y no quiero que muera, no quiero verlo morir Xhantia, no quiero. Ahora soy yo quien lo abraza para reconfortarlo.
-Todo estará bien Evan, tranquilo, seguro encontrarás una solución, si me dejas yo podría ayudarte.
-Gracias por tu apoyo cariño, estoy seguro que encontraré la manera, solo espero que sea pronto.
Luego de estar un rato con Evan en su consultorio para tratar de darle ánimos, me dirijo a la sala de cuidados intensivos donde tienen a Connor, le digo a la enfermera que el doctor Evan me pidió venir a ver al niño para animarlo un poco, ella me da una serie de cosas que debo colocarme para poder entrar a la sala, luego de vestirme entro a la sala y veo a un niño pequeño acostado en un gran cama conectado a aparatos, cuando Connor siente mi presencia abre los ojos y me mira sorprendido yo le sonrió y me acerco a su cama.
-Hola Connor como te sientes, soy Xhantia una amiga del doctor Evan. Le digo sentándome a su lado en una silla que está junto a la cama.
-Hola, pareces un ángel, eres un ángel que vino a curarme cierto. Dice y luego toma mi mano apretándola con tanta fuerza como su cuerpecito le permite.
-No cariño no soy un ángel, pero estoy aquí para ayudarte, voy a colocar mis manos sobre tu pecho en este momento, pero debes prometer que nunca le dirás a nadie que estuve aquí, de acuerdo.
Connor asiente lentamente y sin quitar sus ojos de mi, mira atentamente lo que hago. Colocó mis manos extendidas sobre su pecho y cierro mis ojos para concentrarme, unos instantes después escucho a Connor hablar sorprendido, pero aún continúo concentrada en sanar al niño por completo. Cuando ya he terminado y abro mis ojos Connor esta recostado con un gesto de agotamiento en su rostro.
-Estas bien Connor, dime cómo te sientes. Le pregunto preocupada.
-Estoy bien, pero tengo sueño, me dijiste que no eras un ángel pero si lo eres, había luz saliendo de tus manos yo lo vi. Y su voz se fue volviendo más suave mientras se quedaba dormido, me levanté de la silla le di un beso en la frente y salí de la sala para irme a casa.
Estaba sentada en el sofá mirando la televisión esperando a que Evan llegara a casa y de repente se abrió la puerta y dió paso a un torbellino.
-Es increíble, no sé qué pasó pero Connor está bien, ó sea me refiero a bien completamente, tanto que si los estudios que le hice hoy dan resultados positivos mañana regresará a su casa como si nada hubiera pasado. Está muy emocionado de darme esa noticia y yo solo lo miro embobada y con una sonrisa en mi rostro.
-Es la mejor de las noticias Evan, te felicito sabía que lo resolverías. Y el me alza en sus fuertes brazos para dar vueltas conmigo por la sala en reflejo de su felicidad y yo río como tonta.
-Estoy feliz por esto pero realmente yo no tuve nada que ver, la verdad no tengo explicación para lo qué pasó. Dijo colocándome en el piso lentamente. -Connor dice que un ángel con jeans lo salvó pero no quiso decir nada más porque el ángel se lo hizo prometer, no tiene sentido lo que dice, pero por su repentina recuperación si pareciera que estuviésemos frente a un milagro. Me quedé mirándolo en silencio y solo le sonreí.
-Debemos salir a celebrar esta maravillosa noticia, arréglate cariño, saldremos a celebrar la vida y la salud del pequeño Connor. Me dió un suave beso en los labios y se dio la vuelta para ir a su habitación y yo me disponía a lo mismo cuando de pronto giró sobre sus pies y regreso frente a mi.
-Creo que me estoy enamorando locamente de ti Xhantia. Dijo con intensidad. -Solo espero que estés sintiendo lo mismo por mí. Y me besó de una manera diferente a cualquiera de las otras veces, un beso que sentí como una declaración de todos sus sentimientos. Evan se separó de mis labios y me miró con amor y deseo en sus ojos.
-Vamos a arreglarnos, esta noche hay mucho para celebrar. Y sin más nos dirigimos cada uno a su habitación.