Capítulo 1

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Lili

Cierro la segunda maleta que llevaría y abro la puerta de mi habitación gritándole a mi padre si podría venir por ella y bajarla, seguido de mi grito, tomo mi maleta pequeña y mi mochila para poder bajarla y subirlas al maletero del auto. bajar una por una para que con ayuda de mi padre y mis hermanas las subiera al maletero del auto.

Este era mi último día en Ohio.

Hace unos seis meses había solicitado una beca a la Federación Nacional de Patinaje Artístico y para mí buena fortuna y buen desempeño, me la habían otorgado y mi entrenadora de patinaje había mandado mi expediente a una de las mejores instructoras del mundo del patinaje y ella había aceptado instruirme por un tiempo para ver qué tal me iba con ella. Lo único malo de todo esto era que tendría que ir por lo menos dos años a Arezzo, un poblado de Italia para poder entrenar con ella. La beca cubria gastos de viaje, vestuarios para competencia y alimentos. El hospedaje sería en casa de una compañera con la que entrenaría y aunque aún no terminaba de entender como es que me quedaría con ella y no en un lugar aparte, en cierta parte me alegraba un poco ya que no viviría sola en un lugar que no conocía para nada.

Mis padres aceptaron cuando les di la noticia. Sus palabras habían sido "Aceptamos todo lo que sea necesario con tal de verte crecer".

-Lili. -grito Madchen Reinhart, mi madre. - Madelaine llegó.

Deje el suéter que traía en manos para bajar a ver a mi mejor amiga. Al bajar ella se sacudía un poco la gran chaqueta que traía pues según veía por la ventana la lluvia aún caía a cántaros. Eran principios de Enero por lo que era normal que el clima estuviese así.

-Lili, cariño. - se acercó la chica de cabellos rojos a abrazarme rápidamente. - Te extrañare muchísimo rubia.

-Yo te extrañare más pelirroja. - dije separándome de ella. - Sé que mi vida será difícil sin ti ahí.

-No empieces con tus cosas Reinhart, eres divertida, talentosa y por supuesto preciosa, seguramente en unos meses te consigues un novio guapo de ahí y luego ni te acordarás de mi existencia y sabes que, no me contactes seguido si de verdad te consigues un novio, mis días de videollamada úsalos para salir a millones de citas.

-Madds tiene razón Lil.-apareció mi hermana mayor bajando de las escaleras con una de mis maletas en sus manos. - Que te vayas a un nuevo lugar es una oportunidad para tener nuevos amigos y que intentes ver lo lindo que es el amor.

-Ustedes lo dicen porque simplemente pueden respirar y ya tienen 10 propuestas de noviazgo y otras 10 declaraciones de amor. - dije mirando alternadamente a Madelaine y a Chloe. A mis 18 años de vida nunca había tenido novio y menos había besado a alguien. Mi personalidad era pasiva, soy bastante tímida y en lo que respecta al tema del amor, no sabía nada. Desde que mi amor platónico de los 15 años me rechazo de la peor manera así que nunca había intentado nada con nadie.

Mi hermana mayor iba a volver a hablar, pero mi padre quien bajaba las escaleras junto con Tess atrás de él, iba diciendo que ya era hora de irnos. Regrese a mi habitación para recoger mi maleta de mano y una mochila con los objetos que tendría para distraerme durante el viaje en avión. Tenía que tomar un vuelo a Miami, de Miami tomaría un vuelo de conexión a Milán el cuál era un vuelo de más de 11 horas, luego un vuelo a Florencia y por último me subiría a un autobús para un largo trayecto de una hora y así poder llegar a Arezzo. Tomé el pomo de la puerta dando una última mirada a mi habitación, solté un suspiro y luego cerré la puerta dando inicio a un nuevo capítulo de mi vida.

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Al llegar al aeropuerto yo traía una maleta de ruedas y mi mochila en hombros mientras que Chloe traía la otra maleta de ruedas y Tess iba agarrada de su mano. Sabía que eran muchas maletas, pero estaría viviendo dos años en otro país, no había manera cuerda de que pudiera volver por una blusa o un par de zapatos. Después de registrarme y entregar una de mis maletas para que pase como documentado, llegamos a la zona donde nos separatismos ya que entraría ala zona de espera para que dentro de unas tres horas después pueda abordar al avión y comenzar con los miles de vuelos programados para hoy.

Perfecta Sincronía // Sprousehart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora