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Brooke Stewart
- ¿Y qué tal Brasil? -pregunte mientras recogía mi cabello.
-Cada vez es mejor aunque estamos de reunión en reunión-dijo mi madre al teléfono-¿Qué tal te ha ido a ti?
-Pues normal, ya sabes-al momento recordé la fiesta-Una amiga de Dylan me invitó a una fiesta esta noche, estaba pensando ir.
- ¡Eso es fantástico! ¿Que amiga? -cuestionó.
-Sarah, una rubia de ojos verdes.
-Así es mucho mejor, conozco a Sarah desde hace tres años, es muy linda te caerá bien hija-me sentía como una niña pequeña, tratando de conseguir amigas.
-Solo trata de tomar tanto, igual que tu hermano-me aconsejó.
-Oye mamá, estaba pensando en que quería salir un rato de compras con Rachel más tarde y pues no quiero que Dylan sea mi chofer ¿Podría tomar un auto? -fácilmente hubiera podido tomar una de las tantas llaves de carros que ahí, pero prefería pedirle el auto a mi padre.
- ¿Quieres uno de mis carros? -escuche que mi padre decía a lo lejos, probablemente mi mamá lo tenía en altavoz.
- ¿Podrías prestarle el auto a tu hija, tu única niña? -puse voz de niña pequeña.
-Pues si es con esa voz, claro-sonreí-Toma él que quieras, pensándolo iremos a ver un auto para ti, Dylan tuvo a los diecisiete y tú cumplirás dieciocho.
-Gracias papá- ¡Tendría un auto!
Después de hablar un rato más con mis padres me despedí y colgué, salí de mi habitación a desayunar algo para luego ir a donde Rachel, fui hasta la cocina donde vi a Dylan comiendo una manzana con ropa de entrenamiento.
-Buenos días-mi tono fue un poco frío, no me pareció que me dejara anoche sola, completamente sola en esta casa-¿Entrenamiento? Creí que tenías vacaciones de verano.
-De clases sí pero el deporte nunca descansa-declaró mientras se levantaba-Estaré todo el dia entrenando, nos vemos tarde Brooke-me dio un beso en la mejilla y salió de la cocina, pero antes de darle oportunidad de salir pregunté.
-No es que que me importe mucho ¿Pero porque llegas tan de madrugada?
-Tengo asuntos, nada de qué preocuparse, todos los autos tienen gasolina-supuse que mi padre le había dicho algo.
- ¿Estas bien? -Dylan me protegía y yo quería hacer lo mismo.
-Mejor que nunca-me dio una sonrisa sincera y salió. Le creería.
Desayune algo ligero y me vestí para ir al apartamento de Rachel, quedaba cerca de Beverly Hills por lo que era casi una hora de camino.Mi mejor amiga había escogido ese lugar porque quedaba cerca de la mejores tiendas y podría hacer ejercicio con su tarjeta de crédito.Tome las llaves de la Jeep negra y salí hacia el lugar donde guardábamos los autos.Durante varios años papá había comprado varios autos, desde clásicos hasta los más modernos, a Dylan y a mi nos encantaba escoger los colores de los autos, muchos los había comprado antes de que naciéramos o que conociera a mamá.
