#Historia original escrita y pensada por mí, no se puede adaptar.#

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Narra Leilani:

Comencé a correr como alma que lleva el diablo, llegué al aeropuerto y pedí un billete dirección a Los Ángeles. -Por favor, deme un billete para Los Ángeles, gracias. El primero que salga, no importa cuanto cueste, pero que salga ya. -Sale uno ya, vaya a facturación rápido.

Me fui corriendo, no llevaba maleta, por lo que no tuve que facturar nada, solo llevaba mi pequeña mochila con lo imprescindible, vacía, como mi alma y mi corazón. Algo de ropa de recambio, por si acaso, mi spray de defensa, algo de dinero, documentación, mi ipod y mi paquete de tabaco, por supuesto. Mientras voy entrando, me adentro en mis pensamientos y dejo atrás el pasado. Lo que tenga que suceder, que suceda, ya nada me importa, todo lo dejo atrás. Solo un billete de ida y lo poco que llevo encima. No quiero billete de vuelta, no quiero volver a mi anterior vida, llena de comodidades, tan detestable, tediosa, infinitamente aburrida y absurda. Nadie me vio salir de allí, así que nadie me buscará, nadie sabrá de mi existencia. Cambio de vida, de identidad y de país. No me quiero acordar ni de mi nombre, desde este momento Leilani, para todos.

Desde niña, siempre me dijeron que tenía que ser buena, obediente, inocente, complaciente, no debía sentir placer, y mucho menos conocerlo. No beber, fumar, ser sumisa y estúpida, pensaba yo, ya a tan temprana edad. Yo no tenía ni idea de lo que quería ser, ni de lo que debía ser, pero esa que me describían no, desde luego. Yo solo quería ser libre y poder disfrutar de todas aquellas cosas que se me fueron negadas en mi remilgada y "dulce" infancia. Nunca hice caso, siempre fui rebelde, salvaje, impulsiva e intolerante a la estúpidez humana. Me gustaba leer, la música fuerte y a todo volumen, para no escuchar ni uno de mis pensamientos. Me gustaba leer historias de mujeres increíbles, fuertes, indepependientes, aventureras, duras y me decía a mi misma, yo de grande, seré así, lo prometo. Jamás me dejaré pisar por nadie y no me enamoraré nunca, el amor vuelve vulnerable a la gente, yo no quiero sufrir, no quiero sentir dolor. Ya tenia suficiente con mi propia vida. No haría caso nunca a nadie, solo a mi misma. Escucharía siempre mi corazón, mi instinto, mis impulsos y mi intuición. Algo que nunca le falló y siempre le guió en su camino. Pero también fue su perdición.

Repito, ¡NO ESTOY HUYENDO! (pienso en silencio).

Leilani on MarsWhere stories live. Discover now