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¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy acá? ¿Qué lugar es este? ¿Qué paso?

Estas preguntas invaden mi mente en cuanto abro mis ojos, la luz blanca cegadora impide que los abra en su totalidad, cuando logro acostumbrarme puedo verme en lo que parece ser una cama de hospital, hay personas uniformadas sentadas en un sillón al pie de mi camilla no logro distinguir su uniforme, pero creo que son policías.

Quiero hablar para preguntar que paso, pero no puedo.

Quiero moverme para hacerles saber que ya desperté, pero no puedo.

Quiero saber quién soy, pero no me acuerdo.

Intento mover mis labios para pronunciar al menos una palabra y se den cuenta de que desperté, que me expliquen que sucedió, que me digan quien soy y por qué estoy acá. Uno de los uniformados se levanta, si definitivamente son policías aunque su uniforme es diferente a los que creo que recuerdo, digo creo por que no estoy seguro, es como que hay algo dentro mío que me dice que esos no son los uniformes de la policía que recuerdo. Bajo la mirada y veo que mis manos están todas tatuadas, de repente las luces se vuelven cada vez más intensas. Una oleada de calor llega hacia mi rápidamente acompañada de un fuerte dolor de cabeza.

Max Lucian Webber. Ese soy yo.

La luminosidad blanca se extiende y me envuelve hasta que de un momento a otro todo se vuelve oscuro, y siento como caigo en un agujero negro hasta que pierdo el conocimiento.  


ResilenciaWhere stories live. Discover now