Cold and hot. [Todoroki Enji x OC]

No te preocupes.

Había pasado ya una semana desde que tuvo la idea de vender el auto de su mal educado y descuidado hijo, y aunque le molestaba que Shoto tuviera que ir en taxi a la escuela arriesgándose a un asalto o a algo mucho peor pensaba que eso era necesario para disciplinarlo y no cambiaría de idea a menos que el joven le mostrara un cambio en su actitud. En realidad, no solía pensar mucho en eso, en lo que si pensaba era en unos bonitos ojos heterocromaticos llenos de tristeza. No había vuelto a ver a la amiga de su hijo desde aquel día y realmente no le importaba, o eso creía, porque el rostro triste de la joven no dejaba de cruzarse en su mente a cualquier hora del día. También había pensado en la pequeña sonrisa que le había visto esbozar cuando ambos estaban en su auto, quizá su sonrisa real era hermosa, quizá le gustaría ver esa sonrisa.

-Señor, necesitamos la firma de los inversionistas en estos papeles y la suya, claro.- Su secretaria entró a su oficina, interrumpiendo los pensamientos que rondaban su cabeza.

-Podrías tocar.- Se retiró las gafas y se frotó la nariz.

-Lo hice, señor, pero no me escuchó.- La joven colocó los papeles en la mesa y se dirigió a la puerta. Antes de cerrarla se giró a ver a su jefe.- Creo que debería descansar, señor. He liberado su agenda, de hecho puede retirarse ahora mismo si gusta.

El pelirrojo observó a la joven salir de su oficina y suspiró, tal vez si le vendría bien un descanso. Observó la hora en su celular, tomó sus llaves, su sacó y se dirigió a la salida.

🌸

-¿Te puedo hacer una pregunta, Misaki?

-Si, dime.

-¿El padre de Todoroki te gusta?

Misaki soltó el libro que estaba leyendo y rió con ganas ante la pregunta de su querida amiga. ¿Cómo podría gustarle un hombre que le doblaba la edad y qué, además, sólo había visto dos veces? Debía admitir que el hombre era muy atractivo y en otras circunstancias podría haber considerado la idea, pero se trataba del padre de Shoto, su ex amigo que ahora parecía ser su enemigo. Y hablando de él, lo vio acercarse a donde ella se encontraba.

-Oye, basura becada.- Shoto traía una soda entre sus manos.- Debes tener sed, ¿No? Así que te traje esto.- El bicolor agitó la lata y la abrió justo frente a la cara de la chica, empapandola completamente.

-¿Cuál es tu problema?- Ochaco se levantó de golpe al sentir como algunas gotas llegaban a golpearla.

-¿Tú también tienes sed?- Shoto se acercó amenazante a la joven de mejillas rosadas, intimidandola.

Misaki suspiró y se levantó de la mesa. Tomó su libro y notó que este se había mojado, suspiró con más fuerza.

-Vamonos, Ochaco.

🌸

Enji conducía con tranquilidad hacia la universidad de su hijo. No conocía las instalaciones, pero tenía tiempo para buscar un lugar en el cual estacionarse, buscar a su hijo, pasar tiempo con él y quizá llevarle a elegir un nuevo automóvil, no había tenido ninguna queja de él en esos últimos días, así que pensaba que se lo merecía.
El campus era gigantesco, pero por fortuna contaba con mapas que podían ayudarlo a llegar a la Facultad de Administración. Al acercarse notó en el tablón de anuncios lo que parecía ser un folleto de broma a algun compañero.

-¿Qué es esto?- Lo tomó entre sus manos y lo observó con el ceño fruncido. En la hoja estaba la foto de un chico de cabello verde con algunas pecas esparcidas en su cara y alrededor de él había algunas frases despectivas acerca de algunos aspectos fisicos del chico, luego, en grande podía leerse una frase en donde pedían votar por el chico de la foto para nombrarlo el rey de los inútiles. Enji arrugó el papel y lo tiró al bote de basura más cercano que encontró.

¿Qué era eso? ¿Por qué los profesores no se encargaban de esas cosas? ¿Eso era bullyng, no?
Suspiró y buscó en el mapa la facultad en donde estudiaba su hijo y se dirigió hacia allá. No le fue muy dificil encontrarla y justo en ese momento pudo observar a los alumnos saliendo del gran edificio frente a él.
Había muchas personas con ropa, bolsas y cosas costosas, como era de esperarse de una universidad como U.A, pero entre todas esas personas pudo observar a dos chicas que no parecían destacar mucho entre todo ese flujo de niños ricos, pero la chica de cabellera negra era tan hermosa que no necesitaba nada más que ser ella misma para destacar.

-Misaki...

Un chico rubio se acercó por detrás a las chicas y jaló a Misaki de la mochila.

-¿Ya se van?- Bakugou no soltó a la pelinegra aun cuando esta intentaba liberarse.- Yo quería jugar contigo, Misaki-chan.

Algunos chicos ya habían creado un circulo alrededor de ambos jovenes, por lo que Enji no lograba ver con claridad lo que estaba pasando.

-Dejame en paz, Bakugou.- La chica logró soltarse del agarre, pero terminó perdiendo el equilibrio y cayó al suelo. Intentó levantarse pero el rubio no se lo permitió.

-¿Qué te deje en paz? ¡Claro! Sólo si me lo pides de rodillas, zorra becada.- La miró con desprecio y pateó su mochila a un lado.- ¡Hazlo!

-¡Te estás pasando, Katsuki-kun!- Ochaco se arrodilló al lado de su amiga e intentó ayudarla a levantarla, pero antes de que lo lograra, el rubio la tomó del cuello y la empujó.

-¿Quieres que tus fotos corran por todo el campus de nuevo? Vete a la mierda, cara gorda, si no quieres que te quiten tu estúpida beca.- Bakugou la empujó nuevamente y Misaki pudo observar como Ochaco apretaba los puños con impotencia.

-Está bien, Ochaco. Vete de aquí.- Misaki se levantó con cuidado y notó que se había raspado las rodillas, las tocó con cuidado y expresó su dolor a través de una mueca.

-¿Quién te dijo que te levantaras?- Se acercó a la pelinegra y le susurró al oído.- Tal vez si te pones de rodillas y chupas mi pene te perdone, zorra.

Misaki le empujó pero el rubio la tomó del cuello con fuerza. Había más de veinte personas observando la escena, pero ninguna de ellas parecía querer intervenir, de hecho parecía que se divertían.

-Sueltala.- Las personas que miraban la escena comenzaron a dispersarse al ver la presencia de un adulto entre ellos.

-Señor Todoroki.- Bakugou soltó a la chica mientras observaba al hombre con algo de desagrado pero sus ojos también reflejaban temor.

Enji tomó la mochila de la joven. Misaki se agarraba el cuello con cuidado cuando sintió una mano tomarle la muñeca, alzó la vista y se encontró con los rojos orbes del Todoroki mayor mirandola fijamente.

-Vamonos.