Capítulo 54:

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― Se ve bien en uniforme ― Mariana le dijo, destellando su toxica sonrisa. 

El sacudió la cabeza hacia las puertas.- “Largo de aquí.” Pero no sonó tan rudo. 

Mariana desfilo hacia las puertas. ― Te importaría alcanzar la puerta por mi? Tengo manos cortas.”- Ella estaba sosteniendo un libro empastado. 

El guardia presiono el botón para discapacitados y las puertas se abrieron automáticamente. 

― Gracias - Dijo Mariana, enviándole un beso. 

No la perseguí. No estaba segura de lo que ocurriría si lo hacía, pero estaba llena de emociones negativas que en realidad podía hacer algo que lamentara. Los insultos y las peleas no estaban en mí. A menos que se tratara de Mariana Gonzalez. 

Di la vuelta y me dirigí a los ascensores de la biblioteca. Entre en la jaula de metal y pulse el botón para dirigirme al sótano. Yo podía haber esperado unos pocos minutos a que 

Mariana se fuera, pero conocía otra manera de salir y decidí tomarla.

Hace cinco años, la ciudad había aprobado la mudanza de la biblioteca pública a un edificio histórico justo en el Viejo Centro de Coldwater. El rojo ladrillo se remontaba a la década de los 1850, y el edificio terminaba con una romántica cúpula y una gran ventana para observar las embarcaciones llegar por el mar. 

Lamentablemente, el edificio no incluía un estacionamiento, así que un túnel había sido excavado para conectar la librería con el Palacio de Justicia al otro lado de la calle. El garaje ahora servía a ambos edificios. 

El ascensor se detuvo y me baje. El túnel estaba iluminado por luces fluorescentes que parpadeaban un pálido color purpura. Me tomo un momento obligar a mis pies para comenzar a caminar. Estaba golpeada por el repentino pensamiento de mi padre en la noche que murió, me pregunte si él había estado en una calle tan alejada y oscura como el túnel que tenía por delante. 

Comenzando a caminar, me dije a mi misma, solo había sido un acto de violencia al azar. 

Has pasado el último año paranoica sobre cada callejón oscuro, habitación oscura o armario oscuro. No puedes vivir toda la vida con el miedo de que tengas un arma apuntando hacia ti. 

Determinada a probar que mi miedo estaba solo en mi cabeza me dirigí por el túnel, escuchando el suave golpe de mis zapatos en el concreto. Cambiando mi mochila a mi hombro izquierdo, calcule cuanto podía tomarme caminar a casa si tomaba o no un atajo por las vías del ferrocarril ya que había caído el anochecer. Esperaba que si mantenía mis pensamientos optimistas y ocupados, no tendría tiempo de concentrarme en mi creciente sensación de alarma. 

El túnel termino y una figura estaba parada justo al frente 

Me detuve a mitad del camino y mi corazón cayó en unos pocos latidos. Liam llevaba una camiseta negra, unos jeans sueltos y botas con punta de platino. Sus ojos parecían como si no siguieran las reglas. Su sonrisa era demasiado astuta para reconfortar. 

― ¿Que estás haciendo aquí? ― Pregunte, retirando un puñado de cabello de mi cara y mirando más allá de la salida de automóviles en la superficie. Yo sabía que estaba al frente, pero varias de las fluorescentes luces en el techo estaban fuera de servicio, lo que hacía difícil ver con claridad si había una violación, asesinato o cualquier otra actividad corrupta en la mente de Liam, el me había acorralado en el lugar perfecto. 

Cuando Liam se movió hacia mí, yo retrocedí. Encontré un coche y vi mi oportunidad. 

Me pase alrededor posicionándome en el lado opuesto a donde estaba Liam, con el coche entre nosotros. 

Ángeles Caídos.. {Liam & Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora