Juntos Por Siempre [Gay/Yaoi]

4.- Te amo...creo

Me curaron mis heridas y me enviaron a dormir, había intercambiado números con Sebastián. Iba a enviarle un mensaje cuando Kyle entro.

-Eres un idiota ¿sabes?- me abrazo por la espalda impidiéndome escapar ,no es como sí no quisiera que me abrasara -arriesgando tu vida por los demás ¿te imaginas que hubiera pasado si la policía no hubiera llegado?.. No quiero ni imaginármelo- respiro un poco para recuperar la compostura -Dios... No sabes cuanto te amo-.

-No...yo...no- intentaba decir palabras pero finalmente solo he baboseado palabras.

-por favor no me dejes....- rogó -ya lo sé muy bien que morirás algún día pero en ese tiempo quiero hacerte feliz.-

-no quiero que sufras...no quiero que nadie sufra.- dije mientras me echaba a llorar odiaba tener la idea que moriría algún día.

-no llores...obviamente vamos a sufrir y no puedes cambiar eso...pero eso no significa que puedas cambiar el futuro, disfrutar cada día como sí fuera el último ¡agh! Yo que sé.-me consoló mientras sus mejillas se tiñaban de rojo.

-tienes razón...- me seque las lágrimas de mis ojos, él me abrazo a lo cual respondí poniendo mis manos en su espalda.

Sentimos un flash que provenía de la puerta, rápidamente abrí la puerta para ver a mi mamá con una cámara.

-eh....¿felicidades?- dijo escondiendo la cámara y me entregaba una carta que decía "¡Qué vivan los novios!"

-¡Aún no somos novios!- grite sonrojado ¿¡Qué la hacia pensar eso!?

-¿Aún?- hablaron los dos mirándose -¿entonces sí te pidiera que fueras mi novio, accederías?- dijo Kyle arrodillando se mierda, cave mi propia tumba.

-entonces Michael Vancooper ¿serias mi novio?- se sintió la luz del flash y ambos giramos hacia mi mamá.

-sorry continúen...- se fue no antes de sacar otra foto.

-¿entonces qué respondes?- pregunto Kyle, iba a decir que no pero mi voz dijo otra cosa:

-si...- murmure, vi como sus ojos se abrían y corría hacia mi para abrasarme.

Nos acostamos para quedarnos dormidos, me sentía tan relajado en sus brazos. Al día siguiente fui al parque y por coincidencia me encontré con Sebastián, lo vi besando a un chico mayor que él, tenía cabellos cafés los cuales el Rubio tomaba con delicadeza.

-¡Ejem!- tosí para llamar su atención, ambos giraron y Sebastián corrió hacia mi.

-¡Michael! ¿Cómo estas?- pregunto mientras me abrazaba

-Bien pero al parecer no mejor que tú- su novio se sonrojó pero Sebastián soltó una carcajada.

-el es Andrés y bueno llevamos 3 años juntos, Andrés él es Michael, el chico que me salvo de los matones.-.

-mucho gusto.- dijo. -y gracias por salvar a Sebastián, el es un maestro para meterse en problemas.

-al contrario si el no hubiera atacado al que me estaba golpeando, hubiera muerto.

Hablamos un buen rato con Andrés ¡era muy simpático! El me contó que estudiaba leyes y que este era su último año. Me tuve que devolver a la casa ya que era hora de almuerzo y mi mamá me mataría si no llego a tiempo.

Pero no creí que al ir ahí encontraría el final.