Juntos - Hiccstrid

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Astrid prov.

No había visto a hiccup desde a noche, ambos estábamos muy ocupados, nuestro deber como jefes nos llamaban, sabía que estaba en la herrería así que me fui allí, nuestra pequeña hija estaba con su abuela valka, ella la cuidaba cuando nosotros no estábamos, abrí con cuidado la puerta, él no se había dado cuenta que estaba allí, lo mire de espalda todo de él me encantaba se nota que ambos habíamos crecido, me hizo acordarme cuando éramos pequeños, que no quería admitir que me gustaba y no quería depender de nadie pensaba que enamorarse no estaba en mis planes, yo solo quería ser la mejor guerrera y ahora no me imagino un mundo sin él, habíamos pasado por muchas cosas juntos y aún nos quedaba mucho por aprender. Me acerqué por detrás y le abrace por la espalda, él se giró sonriendo y como siempre me saludo con un beso y un "hola mi lady", como dije antes se notaba que había madurado más, ahora tenía un poco más de barba y eso le hacía más sexy de lo que ya es, le acaricie la los hombros, hablamos un poco y estábamos muy melosos, me encanta estar así con él.

Él me cogió de la cintura y me pego a él y me beso, nuestros besos siempre son dulces y tiernos aunque a veces es inevitable subir de tono y que sean apasionados y esta vez era el caso, sus besos bajaron por mi cuello y clavícula dejando pequeños mordiscos no podía evitar jadear, era increíble la sensación que me hacía sentir, sentía que mi piel se me erizaba, yo no me quedaba atrás más de un suspiro le provocaba y eso me gustaba, me cogió por mis piernas enrollándolas en su cintura y me sentó encima de la mesa poco a poco nuestra ropa iba desapareciendo, cuando llegamos a nuestra ropa interior, me quito las parte de abajo y empezó a tocar mi clítoris haciendo que soltara más de un gemido, empezaba a mojarme y a necesitarlo, metió un dedo y lo movió lento, movía yo mi cintura para más, metió dos y empezó a moverlo más rápido mientras tocaba mi clítoris sentía que en nada llegaría, al tercer dedo me mordí el labio, no quería gemir fuerte y que me escucharan, luego me daría vergüenza pasear por mema…

Estaba a punto de llegar, pero le quite la mano, yo también sabia jugar, le quite su ropa interior y empecé a tocando su glande soltó un gruñido nada más tocarlo, luego baje la mano y subí lento haciendo que jadeara estaba dura sabia que era porque le tocaba y le excitaba más de lo que estaba, moví la mano más rápido haciendo que gimiera más alto, me aparto la mano abrió las piernas y se puso en medio de ellas pegándose a mí y rozando nuestras anatomías, lo necesitaba, me beso sonriendo, pero el beso no duro mucho, ya que entro de golpe, solté un gran gemido, empezó a embestirme lento, hacía que sintiera estar más allá del valhalla, hacía mucho calor y más con nuestros movimientos hacía que sudáramos más, las embestidas lentas se volvieron lentas y duras, clavaba mis uñas en su espalda, arqueaba mi espalda en cada embestida, sentía que en nada iba a llegar, me apreté más y él gruño ante eso, empezó a moverse más rápido, nuestra frente estaban unidas, me abrace a él intentando estar más cerca y justos más de lo que ya estábamos, sentía que nuestros cuerpos encajaban que nos amábamos demasiado y que no podríamos estar el uno sin el otro.

Se movió otra vez lento y duro hasta que los dos llegamos a la vez, sonreímos y nos quedamos así por unos minutos, nunca lo habíamos hecho en un sitio así y eso lo hacía muy interesante, puede que en alguna otra ocasión pueda volver a ocurrir, salió de mi cogió algo para limpiarnos, nos limpiamos lento y tranquilamente y nos vestimos poco tiempo después vino patan informando de unas cosas, minutos antes nos hubiera pillado, ya era algo tarde y había que irse a casa ya, primero iríamos a resolver esos asuntos no muy graves y luego a casa para estar con nuestra hija, nuestro hogar, nuestra familia.

Buenas! Hoy estoy inspirada y es el segundo que escribo de esta querida pareja, espero que OS guste, gracias por leer comentar y votar