aléjate

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Eran las 7 de la noche cuando planeábamos una fiesta improvisada de cumpleaños, teníamos en cuenta que seríamos pocos los que estemos ahí y la verdad no importaba...

Mientras la cumpleañera y yo decoramos el cuarto donde nos reunimos, nos empezaban a llegar mensajes de las personas invitadas dando excusas y disculpas porque no podrían venir. No nos importó mucho porque sabíamos que esto pasaría, pero no nos detendría porque nuestra amiga de más de 5 años estaba en camino y con ella la fiesta está completa.

casi 8 llegó Bianca, la tan esperada invitada, pero nos sorprendió el que haya decidido traer un amigo al cual no conocíamos... La verdad yo no lo tome importancia pero Yara (la cumpleañera) no le gusto mucho la idea y se sintió incómoda. Para evitar que la fiesta quede arruinada, Bianca y yo hicimos todo lo posible para que Alex (el amigo de Bianca) encaje y Yara se sienta a gusto, lo cual funciono mas rapido de lo que esperaba, ya que Alex resultó ser mucho más agradable de lo que aparentaba.

Ya todos en confianza, la música y los vasos con alcohol no se hicieron esperar dando inicio a la fiesta. Son pocas las personas que generan tanta confianza en mí como lo hizo Alex a tal punto que le cumplí un favor que nunca pense que haria y mucho menos en una fiesta

-¿ropa?

-si, por favor, solo prestame un corto o una bermuda y sandalias. No sabia que nos quedaríamos a dormir y pues vine con la ropa mas incomoda que tengo en casa

-(matandome de risa) claro, esperame un rato

A Bianca se le olvido decirle que una vez llegaran todos los invitados las puertas serán cerradas y no se abrirán hasta el amanecer.

A pesar de que nadie me pidió un favor como ese yo no lo vi raro debido a las circunstancias y lo hice. Fue al baño, se cambio y la fiesta continuó hasta donde el alcohol nos hiciera dormir.

el primero en caer fue Alex, seguido de mi y al final las chicas cayeron dormidas de aburrimiento... Al promediar las 4 de la madrugada desperté y me asuste al ver que estaba abrazando a Alex mientras dormíamos. Me puse demasiado nervioso y me aleje para evitar volver a hacerlo rogando que no se haya dado cuenta.

Al amanecer todos se levantaron y se fueron a sus casas pero Yara antes de irse propuso volver y preparar el almuerzo juntos, a lo que Bianca dijo que sería imposible que consiga permiso para volver pero intentaría. Sorprendentemente Alex sin dudarlo confirmó su asistencia y que solo iría a cambiarse a su casa, por mi parte apenas y podía respirar con la resaca que tenía. Todos se fueron y yo volví a dormir, al despertar vi a Alex frente a mi y me asuste, me dijo que me vio tan mal al irse que decidió pasar por la farmacia y comprar algo que mate la resaca. La verdad me encanto su gesto y le agradeci. Pasó un buen rato hasta que haga efecto la tableta pero al final ya no tenía otra molestia más que náuseas 

empezamos a limpiar la casa al modo de esperar a Yara y nos conocimos mucho más... me contó su estilo de vida, como conoció a Bianca y como su última relación lo llevó a perderse en fiestas tras fiestas, mientras yo pensaba que historia inventarme ya que no podía decirle:

-Me llamo Ateff tengo 19 años,  y me gustan los chicos

Simplemente le dije que no soy mucho de fiestas, que hace un tiempo sali de una larga relación y ya no busco nada serio. En cuanto a mis gustos no veo la razón para contarle, o al menos no por ahora, ya que si se sigue ganando mi confianza a este paso no tardare mucho en contárselo.

Un buen rato después llego Yara con todo lo necesario para cocinar y nos pusimos manos a la obra. A medida que cocinabamos se nos ocurrió ir a hacer deporte con los antiguos amigos del colegio a lo que nuevamente Alex no dudo en unirse...

terminando de comer y descansando un rato salimos al encuentro con los demás para empezar una partida de basquet... 

Fue agradable encontrarse con los compañeros después de un par de años, pero las cosas no estaban saliendo tan bien como aparentaba... A Alex no lo saludaron, ni le hablaron, ni siquiera preguntaron de quién se trataba. El estaba a punto de irse cuando tuve que agarrarlo e integrarlo a la fuerza. No resultó nada bien ... Solo jugamos un rato y varios fueron a sentarse a hablar entre ellos, y yo al ver esa actitud y la incomodidad de Alex decidí irme con él y sin despedirme