—¡¡¡Min Meow!!! —gritó fuertemente entrando por la puerta de su apartamento.
Y no lo hizo porque amara realmente a los animales; especialmente a los gatos. Si de hecho no soporta tener a uno demasiado cerca porque su pelaje le produce una horrible reacción alérgica, que tal vez solo se inventa para no tener que cuidar de ellos cuando alguien se lo pide como un favor.
Y no lo hubiera llamado de no ser porque ese gato negro de grandes ojos amarillos, pelaje sedoso y larga cola es su animal preferido, entre comillas claro, si él dice no querer o tener mascotas y menos favoritas.
—¡¡¡Min Meow, Meow, Meow, Meow, Meow!!! —insistió con más fuerza, pero el felino aquel no aparecía y él estaba empezando a perder la paciencia, porque no es de esas personas que se toman todo el tiempo del mundo como si lo que sobrara fuera vida.
Y lo llamó una vez más de no haber sido porque él, Jungkook, el joven más raro de toda su escuela, ese que habla con un gato y usa ropa ajustada y a la moda todo el año se siente más cómodo con un animal peludo como ese que ansía ver desde hace ya unos cinco larguísimos minutos, que con Kim Namjoon, joven honesto, inteligente, educado, presidente de su clase desde toda la vida y además único y más grande fan empedernido de Blackpink; ese grupo sur coreano que canta DDU-DU DDU-DU y lo hace bailar y gritar como señora en tianguis. Lider del club vespertino de los lectores de la serie literaria Harry Potter. Curioso seguidor de todos los actores de Crepúsculo. Y por supuesto, pretendiente número uno de Jeon, desde que el mencionado recuerda.
Estúpido, pensó el muchacho al no ver rastro alguno del tan aclamado gato.
Y por tercera y última vez decidió intentarlo.
¡Ahg!, Estaba molesto porque ese animal es demasiado perezoso como para oír cuando se le llama y más si es que está totalmente dormido disfrutando de una deliciosa siesta, y cómo no decirlo, siesta que dura aproximadamente entre diecinueve y veinte horas, gato holgazán, pensó, pero casi lo hizo en voz alta cuando en sus labios se delinearon cada una de esas palabras.
Bajó la gran mochila negra de vinil con detalles en piel de sus hombros, esa que le encanta demasiado por ser parte de una reciente colección de Gucci y que además está casi vacía, porque sí, él no necesita llevar tanto al instituto aquel cuando ni siquiera puede concentrarse por atender las fastidiosas llamadas del estúpido gato Min. La puso sobre el respaldo del sofá blanco y sacó de ella una enorme bola de estambre azul marino.
—¡Meow, mira que traje para ti! —habló fuertemente presumiendo las hebras entre sus manos sacando la punta y arrojándola al piso para arrastrarla lentamente. Así es como se divierte un gato, ¿no? Se supone que así tiene horas y horas de entretenimiento.
Pero resulta que Min no es esa clase de minino tierno que juega con un ridículo estambre; según él. Porque su filosofía es, no hay diversión si no hay siesta. ¿Y cómo para qué querría un largo y tonto pedazo de algodón entre sus garras mientras corre como loco detrás? Porque el tiempo es oro, ¿y quién desperdicia algo tan valioso? Por eso él prefiere aprovechar y descansar. De todas formas ¿de qué le serviría trabajar si es un gato? y quién quiere a una mascota atendiendo por ejemplo; una pizzería.—De acuerdo —se rindió por fin y se resignó a aceptar que Yoon no es esa clase de animal y quizá eso es lo que ama del felino.
Sacó una pequeña charola de unicel y la puso sobre la mesita de centro junto a un vaso de leche, la abrió e inmediatamente el tan aclamado Meow llegó casi derrapando. Y era obvio que Jungkook estaba más que feliz al verlo y no se carcajeaba por verlo tropezar, sino por el lindo cascabel que cuelga de su cuello con una pequeña y bonita cinta roja, y no era tierno el gato, ni él amante de las mascotas, especialmente de esos que maullan a cada rato, rompen las cortinas y rascan en las macetas si no tienen su caja de arena, agradecía que Meow era diferente.
ESTÁS LEYENDO
Amicofilia || KookGi || One shot || #1 Saga Filias
FanfictionEn donde Jeon Jungkook ama ser arañado por el gato híbrido de la señora Shin. • Contenido homosexual. • + 2000 palabras (2407). • No copias, ni adaptaciones.