Capítulo IX

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Narra Katniss

   ¿Qué nos tendría preparado?

   ¿Por qué a nosotros después de tantos años?

   ¿Cuándo acabaría todo esto de una vez?,

  ¿Seríamos capaces de sobrevivir esta vez?

  Estas preguntas, al igual que muchas otras estaban comiéndome la cabeza entre otras cosas, impotente, por no poder hacer nada más que esperar, esperar a ver como transcurrían los hechos, que marcarían nuestro futuro de hoy en adelante, sin poder evitar lo que iba a pasar.

  "A partir de ahora se volverá a la época en la cual se celebraban Los Juegos del Hambre anualmente, y teniendo en cuenta que este año se cumpliría el centésimo año desde los días oscuros, celebraremos el cuarto vasallaje de los veinticinco eligiendo mediante un sorteo que se celebrará en todos los distritos mañana por la mañana en el Palacio de Justicia de cada distrito, a este evento se tiene que presentar todo el mundo obligatoriamente. Los tributos de cada distrito, que este año se presentarán dos familias de cada distrito compuestas por un hombre, una mujer y dos hijos (una chica y un chico), se retirarán de la población de cada distrito para ser llevadas al Capitolio y poder participar  en una competición a muerte en el famoso reality show, "Los Juegos del Hambre". Además, habrá unos cambios más que consisten en que sólo podrán ganar dos familias completas (si no queda ninguna completa no habrá vencedores), las familias tendrán cada una un mentor distinto que podrán elegir y los hij@s de las dos familias ganadoras (si quedan dos completas, porque si no queda como mínimo un familia completa, los participantes restantes se verán obligados a morir en la arena) si quedan tendrán que contraer matrimonio aquí, en el Capitolio, buenas noches y que la suerte esté de vuestra parte."

  Y eso fue lo que pasó.

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    Después de la charla con Beatrice decidimos ir a comer algo a la cocina para poder hablar del tema tranquilamente y con un cierto detenimiento.

     Escogimos un bote de galletas, la mitad de chocolate y la otra mitad de nata, Peeta y yo dos cafés con leche y dos batidos de chocolate, uno para Finnick y otro para Olivia. Cuando estuvimos los cuatro sentados en la gran mesa de la cocina disfrutando de la comida y la bebida, sabíamos que era el momento de empezar a hablar.

- Mamá, papá, ¿la señora nos va a matar? -nos preguntó Finnick bajando la cabeza al hablar-.

   Miré a Peeta y el me miró a mi sin saber que decir, sin saber que pensar y sin saber que hacer. La verdad, es que se me había roto el corazón al oír  la pregunta y ver su cara, porqñue al fin y alcabo era un niño, un niño que no puede vivir en libertad, crecer como cualquier niño normal y lo más importante es que tendría que vivir, tendría que sufrir y pasar lo que vivimos Peeta y yo de jóvenes.

   Y sin saber que responder, que hacer o que decir, no me quedaba otro remedio que mentirle, porque lo más seguro que esta vez no seamos capaces de sobrevivir, otra vez no.

   Pero una cosa que tenía más que clara desde el momento que volvió a empezar todo esto es que no dejaría que le pasase nada a mis dos hijos, no mientras que yo viviera y estuviese ahí para apoyarlos y para defenderlos, porque ellos no tenían culpa alguna de lo que nos pasó a nosotros en el pasado, ellos no se merecen lo que están viviendo y lo que van a tener que vivir. Porque esto no se olvida con el tiempo, esto no desaparece, sigue ahí atormentandote cada día del resto de tu vida, son poder hacer nada contra él, solo adaptarte a vivir con los recuerdos y el dolor, adaptarte a vivir con ello.

- Claro que no, al menos mientras que estemos tu madre y yo aquí para evitarlo -se me adelanta Peeta a contestarles a los dos dándome una de sus manos y conj la otra acariciando la mejilla del pequeño Finnick.

   En ese momento Olivia levanta y la cabeza y puedo ver que tiene las mejillas húmedas al igual que los ojos que expresan una mezcla de miedo, de tristeza y de culpa, no tarda ni dos décimas de segundo en corre a abrazar a su padre que la recibe con los brazos abiertos sin saber que esperar (Olivi solo ha llorado cuatro o cinco veces desde que ella tiene consciencia). No tarda en sumarse al abrazo Finnick, que también va corriendo en su dirección. Al final también me sumo yo mientras que rodeo a mi marido y amis hijos con mis brazos mostrándoles todo mi apoyo, demostrándoles que no están solos en esta vida.

   Después de varios minutos ( siete u ocho más o menos) ya nos habíamos calmado un poco todos, y decidí que era hora de tomar ciertas precauciones para saber a lo que nos vamos a enfrentar para después poder combatirlo.

- Ahora más que nunca tenemos que confiar los unos en los otros, y permanecer todos juntos y unidos. -fui diciendo mientras que nos separábamos un poco de los niños- Solo saldremos de casa para lo imprenscindible como ir a comprar comida, y no iréis al colegio, lo único que tenemos que hacer es esperar a ver lo que pasa, y mientras tanto estar alerta sobre todo lo que pasa en los distritos y en el Capitolio, eso incluye ver también todas las entrevists y anuncios, ya que nos pueden desvelar datos importantes. Y una cosa que no se os puede olvidar NUNCA es que mientras que viviamos siempre estaremos ahí para protegeros y ayudaros y que bajo ningún concepto vamos a permitir que os pongan un dedo encima o que os pase algo.

   Al acabar de decir las últimas palabras, Peeta y yo nos vimos envueltos en un cálido y reconfortante abrazo de parte de los niños.

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   Después de pasar la tarde hablando y comiendo, había llegado la hora de ver el anuncio de Beatrice emitido desde el capitolio, y después de esperar a que hablara,

   Lo vimos, lo oimos.

   "A partir de ahora se volverá a la época en la cual se celebraban Los Juegos del Hambre anualmente, y teniendo en cuenta que este año se cumpliría el centésimo año desde los días oscuros, celebraremos el cuarto vasallaje de los veinticinco eligiendo mediante un sorteo que se celebrará en todos los distritos mañana por la mañana en el Palacio de Justicia de cada distrito, a este evento se tiene que presentar todo el mundo obligatoriamente. Los tributos de cada distrito, que este año se presentarán dos familias de cada distrito compuestas por un hombre, una mujer y dos hijos (una chica y un chico), se retirarán de la población de cada distrito para ser llevadas al Capitolio y poder participar  en una competición a muerte en el famoso reality show, "Los Juegos del Hambre". Además, habrá unos cambios más que consisten en que sólo podrán ganar dos familias completas (si no queda ninguna completa no habrá vencedores), las familias tendrán cada una un mentor distinto que podrán elegir y los hij@s de las dos familias ganadoras (si quedan dos completas, porque si no queda como mínimo un familia completa, los participantes restantes se verán obligados a morir en la arena) si quedan tendrán que contraer matrimonio aquí, en el Capitolio, buenas noches y que la suerte esté de vuestra parte."

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  Nuevo capítulo!

  Que los disfruteis todos y no se os olvide comentar y votar!

  Tessa

Los Juegos del Hambre   El RegresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora