Cap.1

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Hubo una vez un pueblo pequeño donde todos los habitantes se conocían, En ese pueblo vivía un chico, llamado Marc, que siempre llevaba una sudadera roja y todos lo conocían por eso. El pueblo estaba rodeado por un enorme y frondoso bosque en el que estaba prohibido entrar y quien lo hiciera nunca volvía a ser visto. Nadie sabía el porque de este suceso. Algunas personas hacían sus propias conjeturas. Unos decían que quienes entraban se perdían y no encontraban la manera de volver y otros decían que había un lobo salvaje que devoraba a todos los que se atrevieran a entrar en el bosque. Un día Marc montaba en su bicicleta roja y escuchaba música con los cascos, pero se detuvo al ver como la pelota de unos niños se introducía en el bosque tras un duro lanzamiento de uno de ellos. Esto provocó el llanto de los niños, Marc se acercó a ellos y les prometió que iría en busca de la pelota, cogió su bicicleta y empezó a pedalear adentrándose en el bosque. Al hacerlo sintió un poco de miedo, él sería uno de los pocos que habían entrado en el bosque pero había hecho una promesa, así que se bajo de la bicicleta, la dejó apoyada en un árbol, y se puso a buscar la dichosa pelota lo más rápido posible, no quería estar más tiempo en ese lugar. De repente escuchó el ruido de una rama romperse, levantó la cabeza sobresaltado para ver de qué se trataba y rogaba que fuera un conejo o un animal inofensivo. Observó como de entre los arbustos salía un hombre, alto, fornido, con barba y con ropa de leñador.

Hombre:- Oye niño tú no deberías estar en este bosque, es peligroso.

Marc:- Estoy buscando una pelota, ¿La ha visto por aquí?.

Hombre:- No, si quieres te ayudo a buscarla.

Marc:- Si, estaría bien, gracias.

Se pusieron a buscar la pelota, Mientras buscaban, el sol empezaba a ocultarse lentamente. Ya era tarde y Marc se tenía que ir en cualquier momento, no quería estar en ese lugar por la noche y además sus padres estarían preocupados porque no llegaba a cenar.

Marc:- Señor, tengo que irme.¡Gracias por su ayuda!

Hombre:- Si quieres quedarte en mi casa y mañana seguimos buscando la pelota ¿Que dices?

Marc se lo pensó, Su madre nunca le comento qué tenía que hacer si conocía a alguien nuevo, ya que en el pueblo todo el mundo se conocía, así que Marc aceptó la invitación a la casa de aquel hombre tan misterioso.

Al llegar a la casa en medio del bosque, Marc llevaba consigo la bicicleta y Miró con asombro la casa. Era una cabaña muy impresionante. Se veía muy grande, Dejo su bicicleta fuera y se propuso entrar en la casa de aquel desconocido. Al entrar Marc observo muy atento y vio como aquel hombre dejaba su abrigo en el sofá.

Hombre:- Oh ¿Qué hay de mis modales?, Mi nombre es Jack Wolf un placer.

Marc:- Yo soy Marc, mucho gusto.

Jack:- ¿Quieres comer algo?

Marc:- Sí, claro ¿Por qué no?

Jack:- Creo que tengo un poco de carne de ciervo asado, siéntete como en casa mientras yo preparo la cena.

Marc recorrió el lugar observando todo a su alrededor. La decoración era un poco extraña, tenía muchos animales disecados en las paredes y algunos en esquinas.
H

abía lobos, zorros y ciervos. Parecía que era fan de la caza furtiva. Marc observó que tenía encima de la chimenea una foto, era Jack y un chico, que parecía tener su misma edad, Marc al escuchar como Jack le llamaba a la mesa se dirigió hasta allí y se sentaron a la mesa, empezando a comer. Todo estaba en silencio, Jack observaba a Marc de una forma muy inusual, como si quisiera devorarlo, Marc siendo un chico muy inocente no se dio cuenta de esa mirada que no se apartaba de él. Al acabar de comer se levantaron, recogieron y se dirigieron al sofá del salón, delante de la chimenea.

Jack:- Cuéntame algo de ti.

Marc:- pues a mis padres y a mí nos gusta salir a hacer un picnic y nos ponemos a jugar al escondite en el parque, es divertido.

Jack:- Yo también jugaba con mi hijo a ese juego.

Marc:- Su hijo, ¿Es el chico de la foto?

Jack:- Si, el murió teniendo solo 11 años por culpa de mi esposa. Ella se suicidó, se tiró por un acantilado que hay cerca de aquí. Se lanzó por él con mi hijo.

Marc:- Lo lamento mucho, No fue mi intención hacerle recordar esa catástrofe.

Jack:- No te preocupes estoy bien, ya lo he superado.

Al decir estás palabras Marc se levantó y le dió un abrazo. Jack mandó a Marc a dormir al cuarto que era de su hijo, Marc fue al cuarto, se quito los zapatos y sé acostó con la ropa puesta. Tenía mucho sueño así que se quedó dormido rápidamente.

El Chico de la Sudadera RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora